Capítulo 79|Memorias.

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—Mira nada más, ¿cómo te llamas, pequeña?

Ella apretó más la tela con su puño.

—Vamos niña, no tengas miedo —espetó Iza con tono amargado.

Hice una mueca divertido. Ellas dos iban a llevarse fatal.

—K-Keitlyn —tartamudeó.

—¿Keitlyn, eh? Mucho gusto, mi nombre es Ethan Carter.

¿Carter? ¿Por qué justamente él también tenía que tener ese apellido?

Aparté a la niña de mi pantalón y me di la media vuelta listo para irme. No avancé ni dos pasos cuando el chico me detuvo.

—Disculpa, creí que así ella entraría más en confianza. Soy Ethan, un gusto, eh... —extendió la mano para saludarme.

Tomé su mano para darle un apretón, al hacerlo, una sensación extraña recorrió mi cuerpo. Solté con prisa su mano y él frunció el ceño.

—Leo —respondí. Sus ojos me examinaron más que hace rato.

—Leo —repitió—. Por tu complexión, diría que tienes... ¿doce años? —indagó.

—Trece —respondí, retándolo con la mirada.

—Solo seis años más —alzó sus hombros.

Sonreí de lado con ironía. Escondía algo, y él sabía que yo también. Podía sentir la tensión entre ambos. Era claro que quería intimidarme, pero también sabía cómo hacerlo.

—Debes estar por debajo de mí al menos cuatro años, no me engañas.

—¿De qué hablas? ¿No me veo cómo alguien de siete? —inquirió falsamente ofendido.

—Dejemos algo en claro, ¿quieres? —tomé su brazo, él me sostuvo la mirada sin inmutarse—. Quizá para ti sea fácil engañar a esta gente, pero no a mí. Descubriré quién eres, Carter.

Lo solté y él apretó los labios. Me giré para caminar a la salida, pero su voz me detuvo de nuevo.

—Que directo —escuché su tono de burla a mis espaldas—. Pero tienes razón, solo que no son con cuatro, sino con dos.

Giré a verlo, me sonreía de oreja a oreja. Algo en él gritaba peligro, apenas lo conocí y ya lo sentía una amenaza. Mi intimidación era algo de lo que la gente huía, él ni siquiera se molestó en apartarme, solo se limitó en analizarme.

Apreté los puños. Sacó en solo un momento lo peor de mi, solo le di muchas cosas para estudiarme. Me había descuidado.

Caminé entre callejones pensando en qué hacer. Ese chico no me caía bien, y ni hablar de estar con esa familia. Solo estaba aquí por DarkBan. Si quería destruir a mi familia real, tenía que acumular energía, y eso solo me lo podía dar él.

—¿En qué piensas? ¿En lo mucho que amas a tu nueva familia?

—Me iré. Es peligroso permanecer ahí. Mi supuesto hermanastro tiene algo que no me gusta para nada.

—¿Oculta algo? —cuestionó—. ¿Lo insinúas?

Negué con la cabeza.

—Lo sé.

DarkBan asintió y desapareció. Iba a conseguir la información que necesitaba. Si Ethan era peligroso, tenía que cuidarme mejor, tomar más precauciones.

Rodé los ojos al escuchar mi celular. Gruñí internamente y contesté de inmediato.

—¿Qué? —escupí.

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