Capítulo 73|Separados.

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—Cuando casi nos entierras vivos a Keitlyn y a mí —sonreí al ver la cara que puso Scott, no le agradaba para nada recordar los días en los que solo quería matarnos—, logré combinar mis poderes perfectamente. Tengo alto control con el poder que me regaló F.

Scott giró hacia Keitlyn, ella asintió sin emoción alguna, luego giró hacia Emma, quien estaba sonriendo al recordar los hechos de ese día. Me acordaba perfectamente del miedo que sentía ella al fallar, pero lo que ella no sabía en aquel entonces es que yo apostaba más por ella que por mí.

Scott mi hizo una señal para que continuara haciendo eso. Fui dando de golpe en golpe bajando el nivel de la tierra, cuando por fin estuvo en el suelo, todos nos apartamos de ella para iniciar nuestra búsqueda.

Volteé a ver a Emma. Estaba exhausta, la veía cansada y no me gustaba para nada. De repente, me entraron unas inmensas ganas de gritarle. Me restregué la cara con mis manos respirando regularmente. Maldita conexión, ¿qué tanta influencia tenía en nosotros?

—¿Te parece si vienes conmigo, Henry? —preguntó Keitlyn.

Giré a verla. Mi corazón se apretó al ver sus ojos rojos de tanto llorar. Aún aunque no lo demostrara tanto, ella seguía siendo mi mejor amiga.

Si pasaba algo, querría llegar hasta Emma, ella estaba mejor con Scott por ahora, si algo pasase, él podría combinar sus poderes con ella sin preocuparse de que alguno se fuese a volar como Blake.

Maldito Blake. Necesitábamos encontrarte pero ya.

Sino acabaría haciendo más bromas sobre ti mentalmente.

Asentí, Emma me sonrió a señal de que no me preocupara. Ella y Scott caminaron de lado contrario al de nosotros. Keitlyn tenía los brazos cruzados a medida que caminábamos, notaba como su ceño se fruncía al ver el camino totalmente despejado. Temía porque el suelo fuese a cerrarse.

Me palpitó la cabeza y a Keitlyn igual, ambos giramos a vernos pero le restamos importancia. Sabíamos lo que era.

—¡Blake! —gritó Keitlyn frotándose los brazos para generar calor.

¿Cómo rayos funcionaba su elemento entonces?

No hacía frío, lo cual significaba que de repente le dieron escalofríos. Suspiré enfocándome en lo que tenía que hacer, grité un par de veces el nombre de Blake, pero no hubo si quiera alguna respuesta.

Vimos algo a lo lejos, el corazón de ambos se aceleró a medida que nos acercábamos.

Keitlyn se agachó hasta poder saber que era.

—Sangre... —susurró Keitlyn levantándose de golpe—. Sangró, pero no está aquí.

Giré hacia todas las direcciones. No había un rastro de camino de la sangre, lo cual solo significaba una cosa.

Keitlyn apretó los puños y de ellos, empezó a salir fuego.

—Keit... —murmuré.

—Se lo llevó —dijo confirmando mis sospechas—. Él... se lo llevó...

Su cabello y ojos cambiaron a rojo de repente, me alejé de ella para que nuestras energías no chocaran, lo cual, logré a tiempo.

—Oye Keitlyn.

—¡Cállate! No me digas "todo va a estar bien" —imitó mi voz—. ¡Porque es evidente que no! ¡Dijo que nos mataría a todos!

De repente, sentí como mi elemento salía sin control de mi cuerpo.

Descontrol...

—Tienes que tranquilizarte —pedí.

—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué debería si quiera intentarlo?!

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