Capítulo 65|Prisioneros.

Start from the beginning
                                    

—Debió ser difícil —dije viendo la fogata—, perder a alguien que considerabas importante.

—Mucho, ella me enseñó muchas cosas de la vida, usualmente salíamos por la noche fuera del orfanato a ver la naturaleza juntos. Después de que murió jamás volví a salir hasta aquella noche en la que golpeé al niño. Salí del orfanato y me fui a llorar fuera, me senté en el blando césped que había, estar ahí contemplando las estrellas me relajaba, era mi manera de escapar de la realidad.

—Escapar de la realidad... —murmuré.

—A veces es bueno relajarse y olvidarse de todo, hasta de los días más grises, esos que te envenenan el alma.

—En eso tienes razón, supongo que ahora todo lo ves diferente con Keitlyn, ¿no? —alcé una ceja.

Él negó con la cabeza.

—Ella es la diferencia —sonrió con sinceridad.

Ambos sonreímos, después nos quedamos en silencio observando solo el fuego.

—Tuviste una buena vida Emma —dijo de repente—. Tuviste padres adoptivos y una vida feliz.

—Pero tú lo sabes, estaba ese algo en el pecho que sentimos siempre, la duda de quién éramos en realidad —agregué—. Los cuatro pasamos por eso, y la respuesta fueron poderes y castillos.

—¿Quién diría que éramos de otra dimensión? —rió y negó con la cabeza—. Esto se volvió loco, ahora la ciudad y el mundo entero no será igual, saben que existimos.

—Solo hay que defenderlos, es lo que hemos hecho siempre —estiré los brazos—. No sé qué haremos cuando estemos gobernando ya con los títulos de... —tragué saliva—, reyes y reinas.

—No quiero tener que usar el típico traje ese, para ustedes está bien los vestidos y eso —dijo moviendo sus manos.

—Definitivamente usar vestidos todo el día tampoco es lindo —me crucé de brazos—. Son voluminosos, y ni hablemos de que posiblemente nos dirán que usemos corsé.

Se escuchó un ruido fuera de la cueva y Blake se giró de golpe con su puño al aire. Se paró y me pidió aguardar aquí, pero justo después de que salió lo seguí, no sin antes agarrar un palo que estaba por ahí tirado en caso de que tuviéramos que defendernos.

Cuando llegué a su lado me fulminó con la mirada y le sonreí con inocencia.

—Vaya, vaya, creé este lugar y no lograba encontrarlos.

Blake se puso en posición de pelea hacia la persona que había hablado, giré mi rostro para ver de quién se trataba.

—Tú... —susurré.

—Hola de nuevo —pronunció con una sonrisa—. Debo decir, que esto será mucho mejor que antes ahora que no tienen sus poderes.

—¿Es el chico al que buscábamos? —cuestionó Blake—. ¿De dónde lo conocen?

—Nos atacó —puntualicé—. Oye tú, sentí energía pura al pasar por la grieta, no soy tan tonta como para no saber que tú tienes oscura.

—Tanta razón —dijo chasqueando la lengua—, pero recuerda que después de besar a la otra me quedó un ataque. Utilicé ese poder puro para activar un hechizo de contención, mismo que fue creado por la abuela del chico de aire. ¿Quieren saber que es lo divertido? Resulta que sólo puede ser desactivado por la persona que lo creó.

—¿Besar a la otra? —Blake frunció el ceño confundido—. ¿De qué hablas?

—De nada, es peligroso, con eso tienes —me apresuré a decir.

Somos 4Where stories live. Discover now