Capítulo 41|Ayuda.

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—No te atreverías —bufó.

—Claro que si. Nadie me ve, ella pensará que desapareciste y...

—Keitlyn jamás te lo perdonaría.

—Jamás lo sabrá —aclaré.

—Te equivocas —sonrió divertido—. El demonio y yo estamos conectados al círculo plateado que ella tiene, si algo me pasa a mí o al demonio, el círculo plateado reaccionará. Ella sabrá que me está pasando algo.

Hijo de... Esta manipulándome con el pretexto de mi relación con Keitlyn. No podía dejarlo morir, pero tampoco quería dejarlo vivir.

Miré mi pistola.

Tan solo apretar el gatillo y ¡bam! Se acabaría todo. Los engaños, las mentiras, me quitaría un peso de encima.

—Las personas pueden cambiar.

El recuerdo de las palabras de Keitlyn el día del ogro llegó a mi cabeza. Ella tiene tantas esperanzas en que su hermano pueda cambiar...

«¿Estas dispuesto a disparar, Ethan Carter? Acabar con las ilusiones de Keitlyn... ¿así como lo ha hecho Scott?».

No, yo no sería como Scott, no acabaría arruinando la vida de mi propia hermana.

—¿Qué necesitas? —bajé el arma y la guardé en mi cintura—. No sé qué hacer con demonios, por si no te habías dado cuenta.

—Eso lo sé, pero para que Jordan me ayudase necesitaba convencerte primero.

Jordan... el experto en cosas sobrenaturales.

—No tarda en llegar —apreté los puños—. Entra en la furgoneta, trataré de hacer que no te sangre más esa herida.

***

—No puedo creer que esté haciendo esto. —Jordan enjuagó con agua el abdomen de Scott—. Es decir, se supone que estamos en una pelea contra el enemigo, y ahora estamos con el enemigo... parte de él.

—Dijeron que no cuestionarían mis desiciones —argumenté.

—Si no eran estúpidas —acotó Alex—. Jordan tiene razón, no deberíamos de ayudarlo. Ethan, ha intentado matarnos a todos, incluso a tu hermana.

—¡Alto! —gritó Tripp—. No me dejan concentrar en el nuevo sistema de seguridad que estoy creando. Bobos —susurró.

—Es que tampoco tenemos tanto espacio, estamos en una jodida furgoneta —dijo Jordan.

—¿Escuchaste eso, Ethan? —Alex giró a verme—. Un nerd nos acaba de llamar bobos.

—Pues este nerd ya almacenó toda nuestra información en un lugar al que solo yo puedo acceder. —Nos enseñó la computadora.

—No es momento para peleas. Somos agentes, no niños —me crucé de brazos.

—Esto es un fastidio —gesticuló Scott.

—Es gracias a ti que estamos así —aclaré—. Ahora dinos, ¿en qué te puede ayudar Jordan?

—Sé que tienes más sabiduría en esta clase de cosas, aunque por otra parte sé que no lo sabes completamente todo. ¿Cómo puedo contener al demonio dentro? Solo contenerlo, hasta que encuentre la manera de fusionarlo completamente a mí.

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