Capítulo 251

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La última semana del mes de noviembre la habían pasado recorriendo la geografía brasileña. Fortaleza, Porto Alegre, Río de Janeiro, São Paulo y Brasilia habían sido las ciudades escogidas para despedirse de aquellas gentes que con tanto amor los habían acogido.

Regresaron a los Estados Unidos a principios del mes de diciembre. Estaban en Los Ángeles, faltaba un día para el cumpleaños de Dulce María, pero ella ya no estaba bien... Tal y como había augurado Pedro Damián, aquella nueva pareja televisiva ya copaba las revistas amarillistas, las tertulias de los programas de chismorreos más concurridos del país.

Esa noche no habían dormido en la misma habitación, él lo había decidido así. Los ensayos de esa misma tarde no habían ido mejor. Minutos antes de comenzar su show Dulce se acercó a él. Lo sentía ausente, ido, extraño...

- Recuerda que lo único que te tiene que importar es que detrás de una cámara y sobre un escenario soy toda tuya...; susurraba la joven, ofreciéndole tiernos besos sobre su cuello.

- Lo recuerdo, pero no puedo evitar el coraje que siento cada vez que algún imbécil manda estas fotos a mi teléfono...; decía el muchacho, mostrándole aquellas imágenes que se había tomado semanas antes en las calles de la Ciudad de México.

Ella sólo pudo abrazarlo.

- Esto está siendo difícil para mí, pero sé que más difícil es para ti. Yo no dudo de tu amor, pero no estoy realmente seguro de que tú seas capaz de soportar este circo durante más tiempo...; suspiraba el chico acogiéndola entre sus brazos.

- Sólo serán unos meses. Todo irá bien. Cree en mí...; sonreía la pelirroja, acariciando su barbilla con su pequeña nariz.

- Eso espero, eso espero...; exhalaba él besando su frente.

- Ya no te tortures más con eso. Ahí queda... Disfrutemos de nuestro show, quiero muchos apapachos por mi cumpleaños...; sonreía dulcemente ella buscando sus labios.

El concierto comenzó, y el greñudo no la defraudó. Tan pronto como escucharon los primeros acordes de "Cariño mío" sus hormonas se revolucionaron, haciendo que sus cuerpos se acompasasen a aquellas melodías en sensuales movimientos, que culminaron en un efusivo abrazo que sorprendió y enloqueció a propios y extraños.

Con el cambio de canción, Poncho siente cómo alguien grita su nombre tras el escenario, voz que lo hace girarse para encontrarse con un Pedro Damián que llama su atención con exagerados aspavientos.

- Cuida a Dulce de Christopher, no quiero escenas subiditas de tono sobre el escenario. Ahora no. Ya no. Es una orden; decía serio el productor.

- Okey...; aceptaba el hombre, sin entender demasiado el porqué de su cometido.

Pedro sabía que no podía enfrentarse a ellos. Temía la respuesta de Christopher ante sus últimos avisos. Alfonso decidió ser la sombra de la que un día fuera su novia en aquel show, una orden era una orden. Por momentos, el joven se reía socarronamente, viendo que nada tenía que hacer contra aquel amor. Otras, cuando sentía que la temperatura aumentaba en demasía, se interponía en su camino. En "Ser o Parecer", Dulce y Uckermann se habían echado sus buenas miradas. En "Hoy que te vas", él se subió a una de las tarimas, ella lo siguió muy de cerca, deseosa de dar rienda suelta a su particular show. Poncho, dispuesto a cumplir con las exigencias del jefe, se acercó a ellos, haciendo que Dulce se agachase, comentándole las órdenes de Pedro, alejándola de él, dejándola en manos de Christian...

Y sí, se alejaron, pero el show aún no había terminado...

Concierto completo: [https://www.youtube.com/playlist?list=PLB17D700ACE3C72D2]    

2.2. Before the moon... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora