Después del episodio vivido en el Parque Central de Ciudad República, Aang regresó con su familia al Templo Aire de la Isla, llamando por teléfono-radio de inmediato a Sokka para que éste esté al pendiente de su vieja amiga en común, Toph. Aang le cuenta antes de la cena a su cuñado todo lo que notó hoy y también el comportamiento que ha estado teniendo Toph con su hija, por lo que Sokka responde que visitará a Toph esa misma noche y verá qué sucede.
Y así mismo sucedió. Mientras que el templado Avatar Aang comenzaba una tranquila cena junto a toda su familia, Toph estaba preparando tranquilamente la cena en el interior de su departamento cuando oyó la puerta sonar. Dejando los fideos recalentándose, Toph se dirige hasta la puerta y al acercarse percibe y siente quién está del otro lado. Abriendo con completa confianza se encuentra con Sokka, quien le da un rápido abrazo y entrando en el piso.
-¡Buenas noches chicas!- Exclama llamando la atención de Lin, quien jugaba tranquilamente en el suelo de la sala junto a un peluche de un tejón topo. -¡La diversión llegó!
-¡Tío Sokka, bienvenido!- Le recibe Lin de un fuerte abrazo. –Dime que trajiste dulces.
-¡Por supuesto que traje dulces! ¡Devóralos!- Exclama Sokka sacando de su abrigo una bolsa y entregándosela.
-Ah no, que ni se te ocurra jovencita. Hoy se cenan fideos, ¡nada de dulces!
-Déjala Toph, solo por hoy.
-Eso Toph, solo por hoy.
-Tú no me contradigas.- Le dice a Sokka. –Y tú no me llames Toph.- Le dice a Lin.
-Vamos Toph, necesito hablar contigo en privado.- Le susurra entonces Sokka acercándose a ella. –Es algo serio.- Le vuelve a comentar por lo bajo para convencerla.
-Ah, está bien Lin, puedes comer esos dulces tan asquerosos y que te volverán una ballena.- Le permite Toph. –Sólo, ve a tu cuarto... y lleva tu peluche de ese feo tejón topo.
-¡Los mismos te enseñaron a ver así que no te quejes, Toph!- Exclama Lin, tomando su amigo y sus dulces y corriendo hacia su habitación.
-¡Que no me digas Toph!- Le grita Toph hecha una furia.
-Se ve que la pasan lindo.- Le dice Sokka en lo que entra a la cocina.
-Cada día es una nueva guerra.- Dice Toph siguiendo a su viejo amigo y acudiendo a sus fideos. –Muy bien, ya me tienes. ¿Qué necesitas ahora Sokka?
-¿Cómo "qué necesito ahora"? Casi nunca vengo, jaja.
-Entonces debe ser que una sola de tus visitas parecen treinta.- Le dice Toph, riendo.
-¿Necesitas ayuda con esos fideos?- Le propone Sokka viéndola gruñir por la tarea.
-¡Agh! No, no necesito ayuda. Sé cocinarme.- Dice Toph en lo que los revuelve dentro de la olla. -Como sea... ya dime para qué viniste Sokka. ¿Por qué alteras mi noche? ¿Suki trabaja hoy?
-No, ella estaba en casa. No vine por estar aburrido, necesito hablar contigo de algo serio.
-Pues lánzalo de una vez.- Le dice Toph, quien no parece estar de mucho humor.
-Hoy fuiste al Parque con Lin, para entrenar ¿cierto?
-¿Acaso me estás espiando? Si es así, ¿cómo es que no te sentí cerca?- Le pregunta Toph.
-Aang me contó. Me llamó esta tarde muy preocupado. Dijo que encontró a Lin llorando sin ti. Tú le estabas buscando. Le habías perdido.
-Bueno, bueno, ¿qué esto? ¿La hora de reclamarle a Toph por no saber cuidar de una niña? Y en mí defensa ella corrió lejos.- Responde Toph en lo que sirve los fideos en distintos platos.
-Toph, te diré exactamente lo mismo que le dije hoy a Aang.
-Uf, si te sirvió para Pies Ligeros no debe ser nada bueno.- Dice Toph, riendo un poco.
-Ustedes son los padres. No pueden esperar a que sus hijos reaccionen y con no más de diez años se incluyan en sus vidas. Tienen la tarea, ustedes, de hacerles un lugar a ellos en sus tan agitadas vidas y enseñarles de la mejor forma posible. Una forma sana e incluyente. Sé que es difícil. Son el Avatar y la Jefa de Policía de Ciudad República, pero tienen que hacerlo...
-Mira Sokka... La realidad es que, yo nunca pedí esto.- Dice Toph, dejando todo de lado. –Yo no pedí ser madre. No lo deseé. No quise que Lin llegara, sin embargo está aquí y lo está porque su madre fue una estúpida que confió en un idiota que cuando vio un reto que afrontar decidió escapar. No permitiré que a Lin le pase lo mismo. No permitiré que jueguen con ella. Tiene que endurecerse, ser una roca... y no fallar, como yo sí fallé.
-Pero no es la manera. Te entiendo... Quieres proteger a Lin de los peligros que hay ahí afuera, pero no lo harás volviéndola una roca sin sentimientos que debe entrenar desde los 5 años. Ella debe ir al jardín, debe ir a estudiar, debe ir a jugar, tener amigos, una vida... La vida que tú no pudiste tener, Toph. No la encierres, no la agobies, o serás igual a tus padres.
-Es duro, Sokka. No quiero que sufra. No quiero que la pase mal. Entiéndeme, por favor.
-Te voy a entender siempre Toph, pero no si por ello una niña de tan solo 5 años sufre y se siente insuficiente y poco. Le exiges mucho Toph... ¿Cómo es eso de que no logrará ser nunca una buena Maestra Metal si no domina el arte desde ahora? Tú lo hiciste a los 12, no a los 5.
-Sí, y estuve varias horas concentrándome para hacerlo...
-¿Ves? No tienes que presionarla Toph, no lo hagas por favor. Deja que tenga una niñez normal como cualquier otra niña. Eso mismo le dije hoy a Aang, quien también intenta que Tenzin se vuelva todo un Maestro del Aire Control cuando el niño apenas si sabe leer.
-Yo lo entiendo. Está feliz porque su cultura no murió.
-Y yo también estoy feliz Toph, muy feliz. Por él, por Katara y por la Nación del Aire que tendrá un futuro brillante con Tenzin a la cabeza... Pero no deben presionarlos. Ellos harán lo que les toque hacer en su tiempo, cuando nosotros tengamos un dolor de espalda insoportable.
-Toph Beifong nunca tendrá dolor de espalda.- Dice Toph, golpeando el hombro de su amigo y riendo. –Sé que tienes razón. Ya no debo tratar a Lin como una de mis oficiales.
-¿Qué tal si cuando crezca Lin se vuelve Jefa de Policía como tú? Y junto a Tenzin salen a dar muchas patadas a los criminales y salvan a Ciudad República del mal... Eso sería épico.
-No olvides a Bumi y Kya. Sólo falta tu hijo o hija... ¿por qué no tienes? Es decir, yo nunca me imaginé tener descendencia, pero como todo tiene su parte linda.
-Lo de no tener hijos es algo que decidimos Suki y yo juntos, y preferimos vivir sirviendo a Ciudad República y a nuestros amigos. Además... Suki n-no puede.
-¿Por qué ella no---? Oh...- Se da cuenta Toph, quedándose en silencio. –Yo, eh...
-Está bien. Lo acepté, y no me molesta.- Le dice Sokka, sonriendo.
-En verdad lo lamento Sokka. Serías un excelente padre.- Le dice Toph dándole un abrazo.
-Gracias Toph. En verdad lo aprecio.- Le dice él, acariciando su mejilla y moviendo un poco su cabello. –Tú resultaste ser una gran madre después de todo. Con tus fallas, pero eres genial.
-Nunca perderé lo genial, jajaja.- Le responde ella, aceptando sus caricias en su rostro.
-Kanto fue un idiota por escapar de ti. Eres un torbellino--, un terremoto mejor dicho, que lleva encima una alegría y una energía incomparable.- Le dice Sokka, sonriéndole.
-Dejemos de hablar de él, por favor. Él ya no cumple ningún rol de relevancia en mi vida.- Le dice Toph. –Me hizo vivir muy buenos tiempos, así que sería una pena recordarlo como el idiota que terminó siendo. Es una pena que lo nuestro no haya funcionado.
-Sí, tienes razón. Mejor ya no hablar de ese sujeto.- Le dice Sokka, suspirando.
Una vez servidos los platos, Toph llama a Lin a comer, y un minuto después la pequeña llega al comedor cargando su mano llena de dulces. Toph odia completamente a Sokka por esto. Es increíble como a la niña no le importa mezclar sus dulces con sus fideos, pero lo hace, y eso arruina bastante la estricta dieta de la estimada Jefa de Policía. Pero como Sokka comenta en la mesa, "por una vez no sucederá nada", así que Toph accede a que sea así.
Aunque si fuese por ella ya hubiese arrojado los dulces por el balcón.
Después de la tranquila y divertida cena entre los tres, es hora de dormir. Lin ya está en su cama bien dormida después de que su tío le contase un lindo cuento. Una vez en la puerta del departamento, Toph se apoya en el marco de la puerta cabizbaja, en lo que Sokka sale al pasillo. Por un momento se quedan ahí. Él no se quiere ir, y ella no quiere que se vaya...
-Buenas noches Toph.- Le dice Sokka, a punto de irse.
-Sokka...- Le detiene ella. –Buenas noches.
Antes de irse, Sokka vuelve sobre sus pasos y le da un fuerte abrazo a su vieja amiga, el cual ella acepta con gran gusto. Así permanecen un momento hasta que se separan. En lo que él se va por el pasillo hacia el ascensor del edificio, Toph cierra suavemente la puerta y se queda ahí muy pensativa por un momento más. Finalmente cierra los ojos y respira hondo...
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Nota: Bueno espero que les haya gustado. Este capítulo es por así decirlo la primera parte de un solo capítulo. La segunda parte la subo de inmediato, jeje :D Es un poco más... jugada (? No sé cómo llamarlo, pero bueno, el TOKKA ha aparecido con todo y ha venido para quedarse por un rato <3 No olviden dejar sus votos en apoyo a cada capítulo y si gustan compartir la historia con todos sus amigos. -Nico-