El castillo Hogwarts parecia ahora un fuerte de guerra mas que una escuela de magia y hechicería, pues simplemente las paredes de piedra ahora estaban cubiertas de lazo del diablo y tentácula, mismas que estaban puestas por la profesora Sprout que definitivamente las habia usado para evitar la entrada de mas mortifagos. Los limites del colegio estaban tambien protegidos por algunas plantas carnivoras y asi mismo los hechizos de proteccion habian sido levantados por el profesor Flitwick para volver al castillo casi impenetrable.
Cuando Hermione y Draco se acercaron al gran portón obervaron entonces que habia ahora muchisimos problemas para poder pasar por lo que la castaña inmediatamente conjuró un lumus potente para hacer que el lazo del diablo se retirara un poco otorgandoles ventaja para poder entrar al castillo. Ambos chicos corrieron hasta llegar a las escaleras que se dirigian a la torre del reloj, se imaginaban entonces que Snape habia huido o algo asi debido a que ahora el castillo era casi una gran trinchera esperando el primer bombardeo.
Al llegar a la torre del reloj Draco y Hermione se miraron el uno al otro, pues sabian que tenian que ir con sus respectivos bandos para evitar que una catastrofe mas ocurriera entre ellos. Draco tenia que proteger a sus padres y Hermione a sus amigos por lo que sin mas ni mas se dieron otro beso apasionado antes de que cualquier cosa sucediera. Era como si fuera la ultima vez que se vieran por lo que debian aprovechar el poco tiempo que les quedaba juntos. Hermione entonces decidió correr dejando al platinado atras mirandolo mientras se retiraba, tenia lagrimas en los ojos, pero no eran de tristeza, eran de seguridad, de ganas de cambiar las cosas y por fin acabar con todo lo que estaba ocurriendo.
La castaña corrió por los pasillos del colegio hasta por fin llegar al retrato del "apuesto cardigan", le indico la contraseña y para su fortuna esta no habia sido cambiada desde la ultima vez que habia estado en el colegio, incluso el retrato se sorprendio al ver a la chica que estaba ahora llegando como si nada, pues tenia entendido que estaba siendo buscada junto con sus amigos Potter y Weasley por considerarse las peores amenazas. Hermione llego a la gran escalinata donde todos los retratos la miraban ahora con sorpresa, observaron todos que la chica estaba con demasiada prisa por lo que no dudaron en cotillear y en ponerse gustosos de que por fin habia una esperanza para cambiar al mundo.
Cuando la chica llego al retrato de la señora gorda, esta ni siquiera le pidio la contraseña respectiva, pues la dejo pasar sin mas ni mas gritando y canturreando de emocion una cancioncilla que mencionaba constantemente "Voldy Voldy te llego tu hora Voldy". Hermione no le tomo importancia y se dirigio pronto a la sala comun donde todos los de Gryffindor estaban ahora congregados para luchar, o al menos los pocos que se habian quedado. Ginny quien estaba ahora encabezando aquel grupo se dirigió a su amiga para abrazarla.
-Hermione que gusto que estes bien, que gusto- Ginny y los demas estaban demasiado felices de verla pues solo faltaba ella para que completara las cosas. Hermione los vio a todos juntos y les sonrió en señal de agradecimiento por la bienvenida.
-Ginny , ¿Donde estan Harry y Ron?- Se preguntaba la chica esperando que alguno de sus dos amigos saliera pero solo estaban unos cuantos de Gryffindor incluyendo a Neville Longbottom, quien continuaba golpeado de la cara por lo que habia pasado al defender a unos alumnos de primero.
-Ellos no estan aqui Hermione, fueron a la cabaña de Hagrid, creo que tenian que encontrar no se que cosa, la verdad es que esperaba que ellos nos ayudaran en esta maldita guerra, pero ahora resulta que no se quieren meter- Neville indicaba decepcionado pues anteriormente ellos dos habian entrado en la sala comun y seguramente el chico de la cicatriz habia dicho eso. Hermione por su parte estaba contrariada pues no creia que sus amigos se comportaran de esa manera tan desagradable, comprendio entonces que la prioridad de su amigo era acabar con Voldemort en si, no realmente defender Howgarts.
-Neville, por favor, quiero que entiendas, quiero que todos comprendan que esta no es solo la lucha de Harry, esto nos concierne a todos nosotros, al bienestar de nuestras familias, asi que no es justo que toda la carga se la hechen a el por solo ser el elegido, ¿Acaso se les olvido que hace dos años hicimos el ejercito de Dumbledore?, creo que ahora todos sabemos defendernos perfectamente, asi que si alguno de los que estan aqui decide no luchar, creo que puedo mostrarles el camino para ser evacuados. A decir verdad yo tambien tengo cosas que hacer, este es nuestro colegio y todos, recalco todos, debemos hacer algo para proteger lo que siempre ha sido nuestra segunda casa- Hermione habló con demasiada seguridad haciendo que todos ahora asintieran de que estaban deacuerdo, Ginny por su lado habia recibido indicaciones del propio Harry que debia ponerse a salvo, pero ella se nego por el hecho de que tambien era su escuela, eran sus amigos y era su mundo, tambien estaba dispuesta a luchar hasta las ultimas consecuencias.
-Perdoname Hermione, es que es solo que nos soprendio la respuesta que Harry nos dio, aparte nos dijo que si venias por aqui te avisaramos que alla se encontraban, por nuestro lado estaremos para lo que se ofrezca aqui- Puntualizaba Neville quien en ese momento estaba mirando a todos sus compañeros, Ginny estaba ahora con ellos por lo que seria mas facil enfrentar a los mortifagos, estaba ahora claro que no dejarian por nada del mundo que salieran dañados. Hermione en ese instante se apresuraba a la cabaña de Hagrid, salió lo mas rápido que pudo de la sala comun y bajo por la gran escalinata hasta llegar al vestibulo, por lo que corrio lo mas que pudo para reunirse con sus amigos. Por un lado veia a varios alumnos que tomaban los caminos para poder evacuarse, los mas pequeños era obligatorio que no se quedaran en el castillo, pues tomarian el pasadizo secreto que daba hasta Hogsmade para posteriormente llamar a los padres e indicarles que estarian bien y fuera de peligro.
Cuando Hermione estaba ahora cruzando el puente cubierto hasta la cabaña del semigigante notaba entonces que varios rayos provenian del bosque prohibido, eso era señal de que los mortifagos ya estaban advertidos y que en cualquier momento llegarian a Hogwarts dispuestos a todo. Despues de cruzar el circulo de piedra donde alguna vez la castaña le dio un puñetazo a Malfoy por lo sucedido con Buckbeack, se apresuró a bajar para por fin llegar donde estarian sus amigos. Al momento en el que llego al lugar pudo observar que Hagrid no se encontraba pues Fang casi galopó para saludar a la chica pues ya la conocía desde que era pequeña.
-Fang amigo, creo que hasta tu presientes que todo se pondrá horrible- Hermione le daba una caricia mientras caminaba hasta la pequeña choza donde el semigigante vivía. Cuando abrió la puerta se llevó la sorpresa de que solo Ron se encontraba en la casita.
-Dónde esta Harry?, ¿Por que no estas con el?- Replicaba la castaña al llegar hasta Ron quien estaba ahora con las manos cruzadas en señal de preocupación. Tardó un poco en hablar logrando desesperar un poco a la chica pues aquella expresión de susto del pelirrojo era señal de que las cosas no estaban nada bien.
-Contesta Ronald Weasley, ¿Donde rayos esta Harry?- Ordenaba la chica casi gritando hasta que el chico decidió hablar.
-Cuando tu te quedaste en Hosgmade, decidimos que era hora de encontrar la copa y la diadema, fuimos primero al baño de Myrtle para reabrir la camara, Harry fue quien lo hizo por que asi podriamos tener veneno de Basilisco para acabar con los Horrcrux en caso de que los encontraramos, si me lo preguntas, aquella bestia que te petrificó una vez ahora no es mas que huesos- Ron hacia una pausa mientras tanto la castaña se sentaba para escucharlo, pues era obvio que habian pasado muchas cosas cuando se encontraba en Hogsmade al separarse de ellos.
-Conseguimos el otro colmillo del basilisco y nos regresamos al castillo, ya no habia tiempo de utilizar tu... bueno... tu me entiendes- Ron hacia otra pausa pues casi tartamudeaba.
-Si, mi sangre, mi muy dichosa y codiciada sangre Ronald, continua- Hermione debia mostrarse energica para poder hacer que el chico revelara todo, esa era una forma de mostrar un poco de cordura ante el panico que estaba por desbordar el pelirrojo.
-Los de Hufflepuff nos ayudaron a encontrar la copa, mientras que los de Ravenclaw nos dieron la diadema sin ningun problema, Harry fue por la copa y yo por la diadema, asi que nos quedamos de ver en la sala comun de Gryffindor para entrar juntos, y cuando al fin los obtuvimos logramos destruir cada uno el Horrcrux, pero creo que hicimos que algo fuera mal, por que seguido a eso escuchamos en estruendo, una especie de grito o que se yo, mismo que provenía de la copa que Harry destruía. Al principio no entendiamos de que se trataba, pero al momento que entramos a la torre de nuestra casa pudimos entender que no era como la ocasión del guardapelo que tu destruiste, pues Voldemort se nos reveló en ese momento, y al pasar cinco minutos ya teniamos a varios mortifagos tratando de abrir la puerta de la señora Gorda, pero ella les prohibio la entrada, era para protegernos creo- Ron hacia otra pausa meintras la castaña estaba pensativa.
-Ya esta enterado de que buscamos sus Horrcrux, creo que fue por eso que los otros pusieron sobreaviso a los demas- Indicaba Hermione dejando ahora que el pelirrojo continuara con su relato.
-Pues despues Neville , los prefectos y profesores se congregaron, dejame decirte que quien nos vio fue McGonagall y nos escondió utilizando un embrujo muy habil para obtener lo que buscabamos, es como el hechizo evanesco, a diferencia que teniamos el poder de traspasar cuerpos- Ron recordaba que estaba bromeando con Harry fingiendo ser Sr Nicholas decapitado, se reía un poco.
-Pero haber, ¿Donde esta harry?, se supone que estaban juntos- Hermione todavia preguntaba por el chico de la cicatriz.
-Cuando veniamos para aca, nos dimos cuenta de algo que dijiste, cuando nos mostraste las runas, vimos que las otras dos palabras eran "serpiente" y "Gryffindor", por lo que Harry me dijo que el otro Horrcrux era Naggini- Indicaba Ron al referirse al pedazo de papel donde habian leido esas palabras en la casa de Bill y Fleur.
-Y yo que pensaba decirselo, pero pues siento un gran alivio que por el mismo lo haya logrado- Mencionaba la castaña.
-Escuchamos entonces a uno de los mortifagos, mencionaba que precisamente esa serpiente visitaba con regularidad a Snape para darle noticias, o simplemente servirle para dar recados a Voldemort y asi mantenerse informado de lo que pasaba en el colegio sin necesidad de que él mismo viniera. Fue entonces que Harry me dijo que teniamos que ir al despacho de Snape, pero curiosamente en su antigua oficina por asi decirlo Harry escuchó que Naggini venía, por lo que entramos y efectivamente ahi estaba. Creo que pudo sentir nuestra presencia por lo que se inquietaba demasiado, fue entonces que Harry no lo dudó mas y sacó el colmillo de basilisco para acabar con aquella serpiente. Me dijo que tenia que hacerlo solo ya que debiamos esperar a que regresaras, por eso es que ahora estoy aqui, de verdad les dije a los demas que te mintieran acerca de que Harry estaa con migo- Finalizaba Ron algo avergonzado pues tuvo que hacer todo eso demasiado rapido para no perder tiempo.
-Pero que incensato eres por no decirte mas horrible Ron, ¿Que no te das cuenta que ahora dejaste a Harry a merced de Snape?, probablemente Naggini puso sobre aviso a Voldemort para decirle que ahi se encontraba- Hermione estaba ahora mas preocupada que nunca, mientras que el pelirrojo estaba ahora sintiendose poca cosa.
-Me lo ordeno Harry!, no tenia otra opcion, yo queria quedarme con el, pero ya lo conoces, cuando decide ser igual de terco que tu, te supera por mucho Hermione, solo me dijo que te esperara aqui, me dijo que era algo que tenia que hacer solo- Ron estaba ahora pálido del susto y de la preocupación, por lo que la castaña bajo su tono de voz y se dirigía hacia el para abrazarlo, pues pudo entender toda la presion que sintió el chico en alcabo solo unos minutos.
-Perdoname Ron, es solo que todo esto..., eres muy valiente lo sabes?, te prometo que pronto volveras con tu familia y con Lavender- Hermione abrazaba al chico con mucha paciencia meintras que el estaba a punto de llorar por que se sentia culpable de dejar a Harry solo.
-Tenemos que ir con el, debe necesitarnos ahora- Puntualizaba Ron mientras la castaña asentia de que estaba deacuerdo.
Ambos chicos corrieron lo mas que pudieron hacia el puente cubierto para llegar hacia donde estaba la antigua oficina de Snape, Ron estaba demasiado agitado pero Hermione continuaba dandole fuerzas para que continuara, cuando por fin pasaron por el puente se llevaron otra sorpresa, pues ahi estaban manifestados los tres semidioses, estaban parados haciendo un gran triangulo que contenía fragmentos de algo que la castaña al verlos se sorprendía, pues se trataban de pedazos de la piedra Filosofal que Calisto habia tenido.
-Palvok, Thaderis, Telonius- Hermione los reconoció al instante mientras estos solo la miraban. Ron se quedaba casi petrificado al verlos pues su aspecto era de lo mas horrible.
-Mi señora escogió este sitio para ser su nuevo aposento, asi que demonos prisa- Indicaba Thaderis con una gran sonrisa en el rostro mientras que los otros dos solo reian de satisfacción.
-Ministri Hecate manifestati, qui la tua sangre revivaldi sempre...- Los tres semidioses hablaban en un latin demasiado antiguo mientras curiosamente la castaña los estaba entendiendo.
-Estan despertando a Hecate, eso no lo puedo permitir!,..Meteora!!!!- Hermione sin utilizar varita comenzaba a crear bolas de luz para dispersar a los semidioses, pero todo era demasiado tarde puesto que al momento en el que se juntaban ellos tenian la forma de un triangulo mismo que estaba sirviendo de campo de energia para hacer que la diosa de la magia negra se manifestara.
-Es inutil estupida humana, ahora no hay nada que puedan hacer contra mi señora, tus esfuerzos son inutiles- Thaderis reia seguida por los otros dos quienes estaban disfrutando la forma en la cual su señora ahora seria despertada, aquel triangulo luminoso comenzaba a llenarse de humo mismo que se dispersaba por casi todo el colegio creando una nubosidad pesada parecida a la niebla.
En ese instante los profesores se dirigian al patio del gran reloj para obervar lo que estaba sucediendo pues pensaron que Voldemort ahi se encontraba o varios de los mortifagos creando terror. Cuando en ese momento vieron a aquellos seres demasiado extraños se llenaron de sorpresa y pánico pues nunca antes los habian visto directamente. McGonagall recordaba que alguna vez habia escuchado sobre ellos, pero pensaba que eran creaciones de Voldemort o algun tipo de raza que se habia aliado con el. Simplemente estaba equivocada.
-Quienes... son ustedes...- Preguntaba la profesora McGonagall al mismo tiempo que observaba que los semidioses continuaban hablando en una lengua diferente. Thaderis fue quien volteo y les indicaba con al mirada que debian marcharse, mientras que por otro lado se observaban cortinas de humo que sobrevolaban el castillo de Hogwarts, y en ese momento todos se dieron cuenta de que los mortifagos tambien estaban intentando entrar al castillo. Hermione en ese momento no tuvo mas remedio que enfrentarse a lo que tanto habia temido, pero era de vital importancia evacuar a todos de aquel lugar ya que si no los acababa la misma Hecate, Voldemort lo haría en cualquier momento.
-Profesora McGonagall- Hermione hablaba haciendo que la mujer volteara sorprendida pues ahora estaba alegre de que ella estuviera con vida.
-Hermione, que alegria, debes venir rápido, no se lo que esta pasando aqui pero debemos permanecer juntos me entiendes- La profesora se preocupaba por el estado de todos los alumnos del colegio incluidos ellos, pero la chica solo le sonreía indicandole que no iria.
-Profesora, por favor, cuiden bien a todos en Hogwarts, yo tengo que encargarme de esto que tengo pendiente, no se preocupe, Dumbledore lo sabia, ustedes deben cuidar el castillo y pelear contra los mortifagos, yo en cambio estare aqui en espera del momento justo- Hermione estaba decidida mientras que el pelirrojo que estaba a su lado se sorprendia por aquellas palabras.
-No pensaras quedarte sola en este lugar verdad?, yo me quedare contigo, no permitire que te hagan daño- Ron estaba decidido a quedarse con ella, pero Hermione solo le sonreía.
-Debes buscar a Harry, te necesita mas que yo, creeme que ahora mas que nunca te necesita cuando descubra el ultimo Horrcrux, no lo dejes solo porfavor- Indicaba la castaña en tono tranquilizador mientras tambien los demas estaban observando que la chica estaba esperando a que algo sucediera en aquel lugar, y eso tenia que ver con aquel triangulo luminoso que se estaba llenando de humareda negra.
-Pero Hermione...- Ron trataba de hablar pero la chica se lo impedia.
-Tu magia no sirve contra ellos Ron, debemos ahora separarnos, ustedes protegan el castillo, yo tendre que enfrentarme a este destino, de lo contrario Hecate reinara en los dos mundos y no puedo permitirlo- Finalizaba la castaña mientras que la profesora McGonagall quien tambien la estaba mirando junto con los demas profesores y aurores estaban contrariados.
-Hermione no puedo permitir que hagas esto- Indiaba la profesora mientras que en ese momento la chica observaba a Ron.
-Vete ahora, estare bien- Al cabo de cinco minutos Ronald se habia ido corriendo para tomar un pasillo e ir al encuentro de Harry, y al momento de que la chica esaba ahora sin nadie mas que con todos en frente decidio probarle a su profesora la razon por la que era necesario que ella se quedara.
-Meteora Maxima!!- Hermione volvia a crear las esferas de luz al rededor de su cuerpo sin utilizar la varita magica, aquellas luminosas estaban rodeandola sobremanera a gran velocidad mientras que arrojaba algunas al aire. En ese instante McGonagall comprendio que hacía mucho tiempo, el profesor Dumbledore le habló sobre aquella situación.
-Tu eres...- McGonagall se sorprendia mientras que la castaña asentía.
-La sangre alfa- Finalizaba Hermione.
-La Heredera de Gryffindor, la unica capaz de crear magia demasiado poderosa- McGonagall sonrió entonces de satisfacción, pues en alguna ocasión, habia escuchado sobre los sangres alfa de la magia, hasta el momento solo conocía que Merlin poseía esa sangre, al menos lo que ella tenia entendido, puesto que en realidad Lilith la primer bruja era la que portaba esa cualidad antes que ahora Hermione Granger. En ese momento comprendio que no debia interferir, por lo que solo le sonrió a la chica al mismo tiempo que les indicaba a todos los demas aurores y profesores que debian tomar sus puestos para comenzar los contraataques de los mortifagos.
-Te dare mil puntos Hermione si regresas con vida- Indicaba con esperanza la profesora McGonagall.
-Pues antes de que defiendan el castillo deberia irlos poniendo en el reloj de Gryffindor- Hermione tambien sonreia sacandole algo de gracioso a la situación, pero sabia de antemano que la profesora entendia lo que tenia que hacer.
Los profesores volvieron al castillo con algo de duda pues dejar sola a una alumna con enemigos mortales no estaba en su naturaleza, aun a sabiendas de que se trataba de la sangre alfa. En cambio la castaña estaba observando que ahora el cielo se tornaba demasiado oscuro y tenebroso, los semidioses terminaron de decir el mantra mientras en ese momento hubo un temblor que sacudió un poco al castillo, las paredes comenzaban a moverse y el gran reloj repicaba unas campanadas debido a lo que estaba comenzando. Hermione decidió esperar al momento justo hasta que por fin observó que el patio del reloj comenzaba a cuartearse debido al temblor, era demasiado curioso ya que solo ese sitio era el que estaba siendo colapsado, en cambio el resto del castillo seguia intacto. Se escuchaban entonces voces y gritos que provenían del interior del castillo, seguramente eran alumnos que estaban buscando la forma de ponerse a salvo. Por otro lado se podían distinguir voces burlonas convocando maldiciones, eso era señal de que tambien los mortifagos continuaban atacando.
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Cuando por fin todos habian vuelto al castillo, Hermione continuaba observando que algo del suelo donde aquel triangulo estaba creado, salía una figura de forma ascendente. Podía observar las llamas proviniendo de aquel sitio, mientras tanto los semidioses estaban extasiados con la llegada de su señora, Hermione seguia contemplando la situacion pues por el momento no podia hacer nada, se comenzaba a preguntar entonces sobre el paradero de Calisto, pues tenia entendido que ella participaria tambien en el despertar de su señora Hectae. Cuando por fin aquella cortina de humo desaparecio observo que una mujer o por lo menos lo mas parecido a una abria los ojos color plata, una figura tetrica por lo que podia apreciar.
Aquella mujer tenia la piel algo oscura, vestia una tunica de color negro de un material que no era la mitad de fino como el de los semidioses, era lo mas parecido a capas de Mortifago. Obervabva que tenia un grabado de pentagrama, asi como tambien una media luna invertida, aquella mujer tenia el cabello oscuro y ondulado, y en su cabeza llevaba una corona bastante peculiar, pues estaba hecha de piedra misma que tenia grabados de rostros, uno feliz, otro triste y otro malévolo.
-Ya era hora de que me sacaran de la penumbra inutiles- La voz de la diosa era aguardentoza, lo mas parecida a una voz masculina por la gravés.
-Mi señora Hecate, espero nos disculpe por el retraso, pero necesitabamos la piedra filosofal para mostrarle el camino a seguir- Thaderis hacia una reverencia dando aquella explicacion y al mismo tiempo Palvok y Telonius seguian su ejemplo. Hecate observaba con sus ojos plateados a todos los extremos del lugar donde se encontraba, entonces se dio cuenta que estaba en Hogwarts un sitio dedicado a la enseñanza de la magia, eso fue lo que alguna vez le habia contado Voldemort.
-No hay tiempo que perder, creo que debemos saldar la cuenta antes de mejorar este mundo, ¿Donde esta Calisto?- Ordenaba Hecate mientras que los semidioses se miraron unos a otros en señal de que desconocian el paradero de la chica. Palvok en ese momento no tuvo mas remedio que improvisar.
-Creo que esta recolectando las almas marcadas mi señora, me dijo que habia dejado algunas, no tardara en venir, y seguramente se pondra feliz de verla con su magnificencia- Palvok mentia esperando que la diosa se tragara el cuento, pues despues de aquella respuesta se habia hecho un silencio prolongado, hasta en el momento que la diosa hablo todos sintieron escalofrios.
-Pues espero no se tarde, ustedes saben que si quieren seguir conservando su inmortalidad deben entregarme cierta cantidad de almas- Hecate caminaba un poco ignorando que la castaña ahi se encontraba pues su mirada estaba puesta en los cielos, las montañas, las cosas que no vio cuando estaba encerrada.
-Por fin podre vengarme de todos aquellos que me encerraron, pobres infelices que se creyeron mas inteligentes que un dios, ahora las cosas comenzaran a ponerse en orden- Indicaba la diosa contemplando los paisajes y recordando tambien la forma en la que los dioses del olimpo la habian encerrado alguna vez.
-No se preocupe mi señora, ademas Voldemort nos indico pagara su cuota el dia de hoy, pues sacrificara a sus seguidores, el desea mas que nadie ser un semidios como nosotros- Telonius señalaba las luces y ataques que estaban sucediendo en el castillo.
-Pues mas le vale a ese Riddle no pasarse de listo conmigo, pues asi como pude darle la oportunidad de ascender como ustedes, puedo dejarlo mortal y lanzarlo al fuego si me apetece- Indicaba la bruja, mientras que en ese momento por fin se percato de que una chica de cabello lacio y castaño se encontraba mirandola con muchisima ira, como si la odira.
-Pero que tenemos aqui, una criatura que dejaron con vida, creo que debo de supervisar su trabajo a cada instante, ¿Alguien me quiere decir que hace esta niña aqui?- Imperaba la diosa pero los demas que la habian despertado no sabian que contestar, pues no deseaban decirle que esa chica probablemente era la que acabaria con ella, ese error costaba las diez vidas que cada uno tenia.
-Viendo como naces maldita bruja, esperando el momento necesario solamente- Indicaba Hermione segura de si misma guardando la varita, pues no la necesitaria apartir de ese momento. Hecate sintio una gran hostilidad y desafio por parte de aquella chiquilla, nadie la habia retado como ella lo habia hecho, y a decir verdad eso lo encontraba fascinante.
-Pues debes ser una niña que no tiene el mas minimo instinto de conservacion por lo que veo, ¿Acaso no te das cuenta de quien soy?- Preguntaba la bruja acercandose un poco a la castaña mientras los semidioses miraban extasiados que por fin la atencion de la diosa estaba puesta en alguien mas que no fueran ellas. Hermione no le despego la mirada ni de broma, tenia que grabarse sus facciones, debia conocer a fondo a lo que se iba a enfrentar y para eso debia encararlo lo mas que podia.
-Se quien eres Hecate, la bruja de la magia negra, hechada del olimpo por desear usurpar el lugar de Zeus a quien de verdad yo no culparia por ese hecho. Tambien eres la causante de la inmortalidad de estos asquerosos que tienes atras de ti, creo que te conozco mejor de lo que tu misma- Desafiaba Hermione con una ligera sonrisa, pues desaba mostrarse tranquila, aqunque por dentro estaba aterrorizada.
-Vaya, vaya, ahora resulta que soy mas famosa que el mismo Merlin, aunque eso no es lo importante ahora pequeña, me refiero a que es una pena que tan joven y bella te veas obligada a morir, de verdad es un desperdicio- Hecate en ese momento lanzaba de sus manos dos bolas de humo negras, pero en ese instante la castaña juntaba ambas manos y contrarrestaba aquel hechizo poderoso. Este hecho hizo que la diosa se asombrara por primera vez.
-Que forma de hacerlo, que reflejos, algo me dice que tu no eres una simple bruja, pues si solo fueras una, los hechizos creados con varita serian inutiles contra esas dos maldiciones que te mande- La diosa observaba con curiosidad que la castaña seguia reteniendo las bolas de humo negro.
-En eso tienes razon Hecate, y no solo te puedo bloquear, tambien puedo atacar con tu propio veneno- Hermione le regresaba aquellas esferas de humo dandole con exito en el pecho. La diosa aunque no habia sufrido daño alguno por aquel ataque no dejaba de sorprenderse por el poder escondido de aquella chica.
-¿Quien eres entonces?, solo recuerdo a alguien como tu hace siglos, pero no puede ser que seas exactamente igual- Hecate le preguntaba tocandose el pecho con una mano mientras que los semidioses se ponian al frente para proteger a su señora, pues esa era su misión.
-Te sorprenderias, pero eso no es lo importante como tu dices, es una verdadera pena que una diosa recien nacida y exiliada del olimpo tenga que verse en la obligacion de volver al agujero por donde vino ¿No es injusta la vida querida Hecate?- Hermione comenzaba a sonar un poco como Pansy Parkinson, pues si algo habia aprendido de la Slytherin era la forma de poder ser sarcastica y sacar partido de cualquier situacion.
-Como te atreves a responderme de esa manera, maldita mocosa, yo soy la gran diosa Hecate, la creadora de la magia tenebrosa, soy demasiado poderosa asi que ninguna chiquilla con poderes raros va a venir a intentar siquiera retarme- Hecate lanzaba en ese momento de su capa varios cuerpos, mismos que tambien tenian capas. Hermione se dio cuenta de una cosa, aquellas figuras eran nada mas y nada menos que dementores.
-Asi que tu creaste a los dementores... Expecto Patronum- La castaña realizaba de su mano un encantamiento mismo del cual salian varios hurones, todos ellos corrian hacia los dementores haciendo que se alejaran lo mas que podian. Hecate comprendio en ese momento que aquella chica no era ni un gramo de bruja, era algo mucho mas poderoso que eso, y eso a decir verdad le inquietaba, pues sabia que nadie podia crear una gran cantidad de "patronus".
-Ahora veras maldita chiquilla- Hecate ponia sus manos en el suelo haciendo que brotaran de el mas dementores, mismos que en ese instante se lanzaron sobre la castaña dispuestos a quitarle toda el alma.
-Expecto...- Hermione no pudo conjurar el hechizo debido a que aquellos dementores eran mucho mas rapidos a los que ya conocia. Cuatro de ellos lanzaron latigos para atar el cuerpo de la castaña uno de cada extremo. Al hacer esto los seres horribles comenzaron a absorber su alma a travez de los latigos que aprisionaban a la castaña.
-Ahh!- Hermione estaba completamente atada sin poder moverse si quiera.
-ja ja, esos no son dementores comunes, ellos conservan las almas de quienes alguna vez fueron en vida querida niña, asi que no los podras ahuyentar por mas patronus que puedas convocar- Hecate continuaba riendo a carcajadas seguida por los semidioses que solo estaban contemplando aquella acción. Hermione estaba debilitandose cada vez mas y mas, sabia que no debia perder, sabia que no era el sitio para morir, no ahora, se aferraba a la vida lo mas que podía, pues si ella era la esperanza del mundo magico debia retribuirles a sus amigos todos sus esfuerzos. Al cabo de dos minutos la chica observaba algo peculiar en las capas de aquellos dementores, pues era la misma marca en forma de letra "H".
-Tengo que hacerlo...- Hermione con una mano alcanzó su varita, la tomo y conjuro un hechizo para poder apartar a quellos dementores.
-Sectumpsempra!- La castaña ahora se estaba creando cortes en su propio cuerpo mismos que se agrandaban demasiado rapido, este hecho hizo que los Dementores se alejaran siendo convertidos en polvo pues el contacto con esa sangre era su talon de aquiles. Hermione continuaba sangrando mientras que con la otra mano hacia un conjuro para sanar, aunque habia perdido gran cantidad de sangre y se estaba debilitando, no se rendia. Hecate observo aquella acción y abrio mucho mas aquellos ojos plateados.
-Tu... tu sangre- Indicaba Hecate.
-Si.. mi,.. sangre...Ahora recuerda donde viste algo parecido maldita diosa de mierda- Hermione estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por permanecer en pie. Hecate en ese instante comprendio que solo alguien podia hacer magia atravez de la misma sangre, pues en el pasado habia conocido a alguien que tambien lo hizo.
-Lilith- Puntualizaba Hecate.
-Felicidades, diez puntos para Hecate aunque no tengas casa- Mencionaba Hermione riendo un poco doliendole el pecho por el hechizo de cortes. Hecate en ese momento se daba cuenta del verdadero poder de aquella chica.
-La sangre alfa, tu eres una, creo que ha sido una verdadera sorpresa, aunque dejame decirte que no te comparas ni un poco con tu antecesora, creo que por eso te dare el regalo que no a cualquiera suelo darle.- Indicaba Hecate caminando hacia uno de los lados.
-A si?, y se puede saber cual es ese jodido regalo?- Hermione preguntaba con ira en los ojos.
-Una muerte instantanea y no dolorosa, te lo mereces por ser diferente a los demas- Comentaba la burja estirando su mano derecha apuntandola con su dedo indice mismo del cual estaba saliendo un punto de luz rojo.
-Me pregunto hasta cuando dejaras esa actitud de diosa que no te corresponde- Hermione estaba poniendose de pie preparada para lo que fuera.
Hecate estaba a punto de lanzar aquel ataque cuando en ese momento alguien aparecio de entre el puente cubierto. Hermione se distrajo un poco y pudo observar que una niña que tenia una muñeca en los brazos llegaba lentamente hacia donde estaba su señora. La diosa por lo cual dejo de apuntar a la castaña observando que la pequeñe niña se dirigia hacia ella, por curioso que parezco, a ella no la miraba como a los otros tres.
-Mi diosa Hecate, bienvenida, sabia que estos idiotas por lo menos harian algo bien despues de todo- La niña observaba tranquilamente a los semidioses mismos que estaban reventando de ira por aquellas palabras.
-Pues tu no se donde rayos estabas Calisto, creo que la inutil es otra- Mencionaba Palvok haciendo que la diosa se enfureciera sobre manera.
-Silencio idiota... continua mi niña, espero que me tengas excelentes noticias- Indicaba la bruja sonriendole a Calisto. La niña solo se limitaba a acariciar su muñeca, mientras que Hermione estaba esprando a que algo pasara.
-En efecto mi señora, sus almas estan ahora en camino- Indicaba la niña mientras que Hecate sonreia mas y mas de satisfaccion. Hermione no podia creer que apesar de haberle mostrado su pasado, ella continuara siendo mala y mezquina.
-Muy bien quierida, ahora quiero que te hagas a un lado para que presencies la forma en la que acabo con esta sangre alfa- Indicaba la bruja poniendo de nuevo su dedo indice al frente pero en aquel instante la niña de la muñeca le tocaba la manos a su señora, era la unica que podia hacer eso, o mejor dicho la unica que tenia ese privilegio.
-Que pasa Calisto, por que me interrumpes?- Hecate no regañaba a la niña sino que estaba sorprendida solamente, este hecho hizo que tanto Thaderis y los demas que estaban al frente se llenaran de rabia, pues abian que Calisto era la consentida de la señora.
-Si ella es la sangre alfa mi señora, creo que debemos hacerlo mas interesante para ella, creo que no se ha dado cuenta de a quien se enfrenta, me refiero a ella, solo vea su mirada, esta confiada en que podra vencerla, asi que ¿Que le parece si la traemos de vuelta a la realidad?- Cuando Calisto indico aquellas palabras, la bruja estaba de lo mas sorprendida, pues no se le habia ocurrido algo divertido que hacer con aquella niña que habia llegado a desafiarla. Entre tanto Hermione observaba contrariada a Calisto pues no comprendia a donde queria llegar.
-Explicate mi niña- Mencionaba Hecate.
-Me refiero a que si ella pretende llegar a usted, debera pasar por todos nosotros para hacerlo, asi no solo se debilitara con cada batalla sino que ademas comprendera que el titulo sangre alfa no es suficiente contra una diosa- Calisto miraba trinufante a la castaña mientras ella seguia sin entender lo que ocurria. En ese instante la diosa Hecate decidió poner en practica su plan, asi tanto estaria al pendiente de las almas que le llegarian, como de acabar con aquella chica que en realidad la veia como una amenaza.
-Esta bien Calisto, hagan lo que tengan que hacer, pero quiero que la ultima a la que se enfrente seas tu, ya que me has demostrado ser la mas fuerte de todos- Hecate en ese momento se convertia en humo y la castaña observaba que la entrada de la torre del reloj comenzaba a cambiar, pues ahora ya no se parecia al castillo que estaba acostumbrada a ver, sino que las paredes eran totalmente negras. Los semidioses entre risas desaparecian excepto Calisto quien solo desaparecia demasiado seria.
Cuando pasaba por aquel castillo pudo entrar por la gran puerta que se encontraba abierta, habia demasiada neblina por lo que podía apreciar, sin embargo solo alcanzaba a distinguir algunos escalones que se encontraban mientras ella estaba pasando. En ese momento conjuro un lumus para poder por lo menos ver algo. Al momento en el que estaba dispuesta a entrar sintio que alguien estaba llegando a aquel sitio, y cuando Hermione volteo se dio cuenta de que las Marionetts habian llegado en su ayuda, ese hecho hizo que la castaña sintiera un gran alivio.
-Perdon Hermione, pero esos malnacidos escondieron muy bien los Horrcruxes, los encontramos y pudimos destruirlos- Indicaba Agata algo agitada.
-Creo que ya despertó Hecate no es cierto?- Preguntaba Rebecca al observar ahora el aspecto del castillo asi como tambien el suelo colapsado donde la diosa de la magia negra habia salido. Hermione solo asentia con la cabeza y las demas se miraban unas a otras, pues ahora estaba llegando el momento de la verdad.
-Debemos darnos prisa, Hecate no puede estar muy lejos, les tengo que decir que nos enfrentaremos con Thaderis, Palvok, Telonius y la misma Calisto. No hay tiempo que perder, de lo contrario no tardara en absorber a las almas que ella misma marcó- Indicaba Hermione mientras las otras chicas estaban ahora asintiendo en señal de que estaban deacuerdo. Sin tardar un segundo mas todas corrian por aquellas escaleras haciendo tambien un lumus, pues si solo lo hacian a tientas seguramente seria tarde para ellas.
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Continuaban pasando por aquellas escaleras para tratar de llegar a Hecate, todas estaban igual de perdidas pues sentian que estaban avanzando sin rumbo alguno por aquel camino de escaleras. Hermione se dio cuenta de que esa era otra dimension diferente a la del castillo Hogwarts, pues los gritos de los magos estaban dejandose de escuchar asi como tambien los contraembrujos que seguramente estaban lanzando los profesores para defender al castillo. Caminaron un rato mas y en ese momento se encontraron con una puerta en forma de mandril, por lo que no tenian otra alternativa y optaron por entrar. La castaña supuso que ahi debia encontrarse uno de los semidioses, ya que al entrar el ambiente cambiaba radicalmente, pues la escenografia era de rocas, lo mas parecido a Africa, observaban mandriles que estaban en cada una de las piedras. Asi mismo tambien se encontraba Telonius en la piedra mas alta, sus facciones de animal eran cada vez mas horribles y aquel hedor a muerte se dejaba notar.
-Ya era hora de que llegaras Sangre alfa, y por lo que veo has traido a tus amiguitas para comenzar la fiesta, esto se pondra interesante- Telonius hacia una pausa mientras de un brinco bajaba aquella piedra, camino lentamente hacia otra puerta para mostrarla.
-Si logran derrotarme, podran pasar con el siguiente semidios, aunque de verdad dudo mucho que si quiera puedan hacerme un rasguño- Telonius se reia con ganas mientras que las marionetts y la misma Hermione se ponian en guardia.
-Creo que seras mas facil de lo que tu mismo te consideras, la ultima vez casi logre derrotarte- Tara comenzaba a correr hacia el semidios mandril lo mas rapido que podía, casi volaba mientras que con una mano intentaba realizar un hechizo.
-Ahi va la primera estupida de la lista- Telonius miraba a los mandriles mismos que en ese instante salian disparados para atacar a Tara todos juntos. La marionett sintio que varios colmillos, garras y brazos la rodeaban causandole un gran dolor. La chica de piel oscura intentaba quitarselos de encima pero era imposible todos estaban ahora rodeandola mientras la mordian provocandole heridas severas.
-No lo permitire- Claire lanzaba choques electricos hacia los mandriles pero solo logro apartar a unos cuantos, y en lugar de que los que habian sido apartados se alejaran o atacaran a las otras chicas, se concentraron solo en Tara, quien estaba continuando con aquellas mordidas y rasguños infernales.
-Eres un bastardo ahora veras- Claire tambien volaba y realizaba el ataque electico desde los cielos creando una especie de lluvia, y por fin lograba apartar a otro mas. Tara aprovechaba ese momento para poder realizar lo demas y apartar a los mandriles que restaban. Telonius ni siquiera se movia.
-Deben adelantarse y llegar a Hecate, no hay tiempo que perder yo me ocupare de este maldito- Indicaba Tara mientras que Claire continuaba realizando ataques para ahuyentar a los mandriles.
-No les sera tan facil.- Telonius lanzaba unos rayos contra las otras chicas pero Tara se lo impedia, pues realizo un contra hechizo para protegerlas.
-Yo soy tu oponente estupido- Tara estaba agitada, pero era obvio que no le quitaria los ojos de encima al semidios, mismo que ahora le resultaba dificil proteger la puerta e impedir que pasaran.
Las demas marionetts observaban el estado en el que Tara se encontraba, pues su piel oscura estaba manchada de sangre debido a las mordidas que los mandriles le habian causado. Todas dudaban si debian continuar, pero debian hacerlo para no perder mas tiempo, Hermione tenia la esperanza de que Tara se reuniera con las demas, pues ahora se encontraba sola contra aquel semidios, Claire habia eliminado con exito a los mandriles, por lo que sentia que ahora con dificultad la chica de cabello oscuro podría arreglarselas.
-Quiero que nos alcances Tara, es una orden, despues de esto es necesaria tu presencia- Hermione ordenaba desesperada mientras que las chicas la tomaban para volar con ella y dirigirse a la puerta que tenian que cruzar.
-Te lo prometo Hermione, solo dejame divertirme un poco con este mandril- Tara le daba una sonrisa a la castaña mientras que en ese momento Telonius intentaba realizar un hechizo hacia las demas, pero al hacer esto Tara se puso frente a ellas para protegerlas, saliendo algo lastimada.
-Rebecca, llevate a Hermione por favor- Tara lanazaba otro contra hechizo al mandril provocandole tambien un daño severo. Rebecca la miraba decidida y sin mas ni mas tomo a hermione de un brazo mientras Agata lo hacia del otro, ahora cruzaban con exito la puerta que al mismo tiempo desaparecia al volverse a cerrar. Hermione deseaba regresar a ayudar a Tara pero las demas no la dejaron.
-Debemos de continuar Hermione, de lo contrario el sacrificio de Tara sera inutil- Mencionaba Claire indicandole que debian seguir por las escaleras, pues Telonius no era el unico semidios que se encontraria en aquel sitio. Hermione dificilmente acepto seguir pero sabia que tenia que hacerlo.
Corrian lo mas que podian ahora las cuatro marionetts y la castaña incluida, Hermione seguia pensando en la suerte de Tara al luchar sola contra aquel semidios, en cambio las demas se concentraban en seguir corriendo hasta encontrar la siguiente puerta que seguramente no debia estar muy lejos de aquel lugar. Continuaron corriendo por algunos momentos cuando de pronto se encontraron con otra puerta, misma que tenia la forma de una gran tijera abierta. Hermione y las demas decidieron abrirla ya que ahi se encontraria otro de los semidioses restantes, y cuando por fin lo hicieron, pudieron observar que aquel sitio tenia una escenografia en forma de fabrica, misma que se notaban cadenas y objetos torturadores que se utilizaban en la santa inquisicion hacía muchos años. En ese momento alguien las estaba observando desde uno de los extremos del lugar.
-Creo que Telonius sigue siendo un animal no pensante, que desepcion para mi señora Hecate- Palvock salia de su sitio con algunas cuchillas enterradas en su cuerpo, todas observaban que aquel hombre debia estar loco para tener esa clase de cosas sin sentir el mas minimo dolor.
-Increible verdad?, el dolor es solo un estado mental que puede disfrutarse si deja de sentirse, eso lo aprendi cuando era humano- Les explicaba Palvock dando algunos pasos hacia ellas mientras todas se ponían en guardia. En ese instante todas estaban buscando la siguiente puerta que debian curzar pero observaban que no se encontraba ninguna como la de la primera ocasion, este hecho comenzaba a preocuparlas.
-Pues no te preocupes, nosotras nos encargaremos de que sientas de nuevo aquella emocion que creiste olvidada Palvock- Melissa se adelantaba para lanzarle un hechizo de varios latigos, pero al momento de que estos golpeaban al semidios, se daba cuenta de que no le provocaban el mas minimo dolor, a decir verdad disfrutaba sentirlos.
-No me hagas reir estupida chiquilla, ¿Acaso no me escuchaste?- Puntualizaba palvock mientras lanzaba dos chuchillas hacia las chicas. Rebecca y las demas esquivaban el ataque junto con Hermione. -Creo que me subestiman, yo soy uno de los mas poderosos semidioses al servicio de la señora Hecate, fui el primero que reclutó.- Cuando Palvock comentaba aquel hecho, Hermione recordaba entonces que habia una cualidad del dolor en si que no era solo corporal, estaba ligado tambien con los sentimientos y las emociones, por lo que decidio intentar algo.
-Que horrible se ha de sentir que Hecate prefiera estar con Calisto antes que contigo verdad?, debe ser espantoso que siendo tu el primer semidios tome la preferencia por la nueva. No te preocupes, eso suele pasar, y tarde o temprano te desechara como trapo viejo- Hermione se levantaba de donde estaba mientras que el semidios estaba observandola con odio.
-Mi señora Hecate sabe que soy el mas poderoso- Puntualizaba Palvock para hacer valer su nombre ante aquellas enemigas.
-Pues yo escuche algo diferente cuando estaba peleando con tu señora, es decir, cuando Calisto llego con ella, fue como si su propia hija hubiese llegado, ya ves que incluso este plan de persecusion fue ideado por aquella niña, y tu pues, ni siquiera menciono tu nombre- Hermione estaba ganando terreno pues aquel semidios estaba ahora llenandose de ira.
-Callate estupida sangre alfa- Palvok intentaba lanzar la mayoria de cuchillas que podia contra la castaña pero ella convoco un campo de fuerza, y al momento que los objetos punzocortantes llegaron, con un leve movimiento se los regreso a Palvock haciendo que se le encajaran en las piernas y brazos creandole por primera vez el peor dde los dolores.
-Como te atreves... ahh...- Mencionaba quejandose el hombre con piel palida.
-Sencillo Palvock, tu mismo dijiste que el dolor se disfruta cuando dejas de sentirlo, eso quiere decir que apartas tu mente de tu cuerpo para poder hacerlo, ahora bien, el dolor no solo se siente en el exterior, ya que tu orgullo esta siendo lastimado, y no precisamente por esas cuchillas- Indicaba Hermione mientras que las otras marionetts estaban asombradas con aquel descubrimiento, no habian pensado en eso.
En ese instante Claire observaba que una puerta estaba escondida entre unas cadenas que contenian garfios, esa debia ser la siguiente salida hacia otro semidios, por lo que les indico que ahi se encontraban. Palvock seguia sometido por sus propias cuchillas por lo que no pudo impedirles que pasaran, pero al momento que llegaban a a quella puerta con la cortina de cadenas observaron que las mismas estaban moviendose. Melissa intentó abrirla pero en ese instante una de las cadenas se le encajó en la pierna causandole un dolor de lo mas horrible y espantoso. Las demas intentaron ayudarla pero fue inutil pues la cadena se habia incrustado mas de lo debido. En ese momento observaron que la puerta comenzaba abrirse con dificultad, pero todavia era imposible pasar a travez de ella. Por lo que Claire intentaba abrirla tambien pero sin pensar otra de las cadenas se le incrustaba a ella, todas estaban obervando como las chicas estaban siendo torturadas por aquellas cadenas mientras veian que Palvock se estaba ahora riendo.
-Esa puerta no se abre tan facil, para que puedan pasar necesitan ofrecer una gran cantidad de sangre, de lo contrario permanecera cerrada- Se reia el hombre de piel palida mientras que las demas ahora si estaban de lo mas preocupadas. Ya que observaban como Melissa y Claire estaban sintiendo el mas horrible de los dolores a causa de las cadenas.
-No las dejaremos aqui- Hermione intentaba ayudarlas pero Rebecca se lo impedia con lagrimas en los ojos.
-Acaso no ves lo que estan sufriendo?- Preguntaba Hermione preocupada y señalando a las chicas. En ese momento Melissa decidio hablar aunque con mucha dificultad.
-Nosotras... les.... abriremos... ustedes deben... continuar...- Mencionaba Melissa que para poder abrir mas la puerta ofrecia un brazo mismo que ahora tambien estaba siendo atado por otra de las cadenas. Melissa estaba sufriendo horrores ahora con dos cadenas incrustadas en su cuerpo.
-Prometan...que... eliminaran a.... Hecate...- Claire hacia lo mismo poniendo su otra pierna que tambien comenzaba a tener una cadena incrustada.
-Noo, chicas no hagan eso, debemos intentar abrirla- Indicaba Hermione desesperada pero Agata la interrumpio empuñando una mano en señal de impotencia.
-No hay otra forma, debemos seguir Hermione, ¿Acaso olvidaste tu mision?- Replicaba severamente la chica de cabello negro violeta.
Observaron entonces que por cada parte del cuerpo que tanto Melissa y Claire ofrecían, la puerta se estaba abriendo mas y mas pues las cadenas estaban siendo ocupadas con las marionetts. Rebecca tomó a Hermione del brazo para continuar, asi que salio junto con Agata sin mirar a sus compañeras, aunque sentia horrible verlas sufrir de esa manera pues poco a poco aquellas marionetts encadenadas estaban perdiendo mas y mas fuerza.
-Nosotras acabaremos con Palvock una vez que ....la ....puerta este cerrada, vayan..tras Hecate- Mencionaba por ultimo Claire con una sonrisa inocente en el rostro, soportaba el dolor lo mas que podia para indicarles a las demas que se encontraria bien y que se encargaria de eso.
Hermione y las demas cruzaron la segunda puerta misma que se cerro al instante despues, ahora las demas no se detenian a mirar atras, pues seria mas dificil continuar solas, sabian perfectamente que faltaban dos semidiosas que eliminar asi como tambien la misma diosa de la magia negra. Caminaron y caminaron por largo tiempo sintiendose canasadas pero aquellas tres chicas tenian una misión que cumplir o de lo contrario el sacrificio de las otras seria en vano, tenian que luchar por llegar a la diosa e impedir lo que tenia planeado con las almas.
Se encontraban corriendo cuando en ese momento por fin encontraron la tercer puerta que seguramente daba a la siguiente semidiosa. Aquella puerta tenia reptiles de piedra, dos enormes lagartos como pilares y muchisimas arañas incrustadas en ella. Hermione recordaba que solo Thaderis tenia la cualidad de convocar reptiles de esa magnitud por lo que debian ahora entrar para averiguarlo.
Agata decidió abrir la puerta y al hacerlo encontaron varias arañas caminando y serpientes arrastrandose por todo el lugar. Hermione recordó la fobia que tenia su amigo Ron por lo que no pudo evitar lo descabellado que seria si él se encontraba allí. Cuando caminaban tratando de saltarse las arañas que se econtraban alguien las observaba al otro extremo del lugar. Thaderis estaba cubierta de serpientes y de langostas, mismas que caminaban por todas las partes de su cuerpo, esto era realmente grotesco de ver.
-Que les parecen mis preciosos bebes?, divinos verdad- Thaderis se reia a carcajadaas haciendo que todo el lugar se iluminara mostrando asi todas las alimañas que se encontraban. Hermione no les tenia fobia pero debia reconocer que seria complicado librarse de aquellas cosas en caso de que las atacaran.
-Que curioso Thaderis, el unico reptil venenoso que veo eres tu, estas son solo criaturas de la naturaleza misma, pero tu, dejas mucho que desear- Agata retaba a la semidiosa mientras que ella solo sonreia de satisfaccion.
-Pues veras lo que estas criaturas de la naturaleza pueden hacerte- Thaderis apuntaba hacia ellas mientras que un enjambre de langostas volaban hacia ellas por lo que tanto Rebecca como Hermione se pusieron en guardia creando un campo de guerza haciendo que no lograran penetrarlo.
-Tontas, es inutil evitar mis hermosos bebes- Cuando Thaderis se reia las langostas lograban disolver el campo de fuerza haciendo que todas se incrustaran en el cuerpo de las chicas. Hermione se quitaba a los insectos de manera desesperada de la misma manera que lo hacian Rebecca y Agata, pero cada que lograban quitarse a una, otras diez se les estaban pegando.
-Mis hermosas niñas estan quitandoles poco a poco las energias, cuando menos lo piensen estaran muertas, creo que mi señora se alegrara que por fin me haya deshecho de los estorbos- Thaderis estaba ahora mas confiada que nunca de que cada vez mas estaba teniendo un exito, se llevaba la mano al menton contemplando como los insectos estaban atacando cada vez mas a las tres chicas que con dificultad trataban de librarse de ellos.
Agata no tuvo mas remedio que continuar peleando, asi que dejo de forcejear contra los insectos que tenia en el cuerpo y se dirigió a Thaderis con todo lo que tenia. La chica de cabello negro violeta conjuraba un encantamiento de hielo para congelar a los bichos mientras que por otro lado lanzaba cuchillas heladas hacia la semidiosa de piel verdoza. Thaderis no se esperaba esa reaccion por lo que fue severamente atacada por una de las cuchillas haciendo que los insectos perdieran un poco de fuerza. Pero los que Agata tenia en el cuerpo no se despegaban.
-Nooo, Agataa,,, no lo permitire- Rebecca se lanzaba hacia la chica lanzando un encantamiento de fuego de su mano, pero esa reaccion provocó que la chica de cabello negro violeta saliera lastimada, pues ahora aquellas langostas estaban totalmente pegadas a ella.
-Agata, no, no..., tu no puedes morir- Rebecca estaba tratando de proteger a la chica que amaba, pero era totalmente inutil mientras que por otro lado Hermione se puso demasiado furiosa con la semidiosa por lo que al instante le lanzaba al cuello una especie de latigo que salia de su mano. Fue en ese momento que Thaderis estaba ahora atrapada.
-Maldita vivora, dime donde esta la puerta si no quieres morir en este momento- Hermione apretaba cada vez mas aquel latigo de color azul mientras que Rebecca trataba de ayudar lo mas que podia a la chica de cabello negro violeta.
-No te lo dire estupida sangre alfa, jamas lo revelare, ademas tu querida amiga poco a poco esta muriendo, esa suerte les ocurrira a ustedes en ese lugar- Thaderis electrificaba el latigo haciendo que Hermione saliera disparada hacia otro lugar. Pero en ese momento Agata apartaba con brusquedad a Rebecca corriendo hacia la semidiosa de piel verde. De su mano creo una especie de cuchilla y atravezo a una de las langostas que tenia en la mano, este hecho hizo que Thaderis se descontrolara un poco pues al momento de que la langosta fue atravezada la puerta fue revelada. En ese momento todos los insectos se dirigian a agata.
-Que has hecho maldita!- Thaderis estaba horririzada en ese momento al ver que su plan habia fallado.
-Ya no eres inmortal bruja podrida, ahora sere yo quien acabara con tigo, las dos moriremos en este lugar ya que se cual es tu debilidad- Agata tomaba del cuello a la semidiosa Thaderis haciendo con esto que le congelara parte de las piernas.
-Agata,, no utilices ese poder, si lo haces...- Rebecca estaba ahora tratando de ayudar a la otra marionett pero ella se lo impedia.
-Becky, amor mio, protege a Hermione, necesita llegar a Hecate y sobre todo recuperar sus recuerdos, no te preocupes por mi..- Agata tenia ahora dos serpientes enroscadas en sus piernas mordiendola provocando un gran dolor en ella, por otro lado estaba utilizando todas sus fuerzas en acabar con Thaderis, misma que estaba siendo congelada poco a poco.
-Sera inutil estupida, mis serpientes acabaran mas rapido contigo de lo que te imaginas- Thaderis decia con dificultad pues sentia que todo su ser estaba bajo cero. Rebecca empuñó una mano y con la otra tomaba a Hermione de la muñeca para correr con ella, tenia lagrimas en los ojos y abria la puerta con brusquedad para no ver la escena en la que la chica que amaba estaba siendo torturada tratando de darles ventaja.
Cuando la puerta se cerró por fin y desapareció Hermione se sentia ahora mas culpable que nunca de todo lo que estaba pasando, comprendía que ella debia llegar sola con Hecate, y que si las marionetts no hubieran aparecido, probablemente seguirian con vida o fuera de peligro. Dificilmente miraba a Rebecca puesto que se sentia la causante de todo aquello, deseaba seguir sola, no queria ver sufrir a nadie mas, simplemente aquella era su lucha, no la de ellas.
-Debemos seguir corriendo Hermione, ahora Hecate debe estar mas cerca de lo que imaginamos, pero no se, tal vez nos encontremos a Calisto, y si lo hacemos, quiero ser yo quien la enfrente, tu tendras que seguir sola ¿entendido?- Rebecca no se atrevia a mirar a Hermione misma que comprendia el dolor por el que estaa pasando, pues continuaba corriendo por las escaleras en espera de la siguiente puerta que debia pertenecerle a Calisto.
-Debes ayudar a Agata yo sigo sola desde aqui, no quiero que...- Hermione puntualizaba mientras en ese momento Rebecca se detenia.
-Agata cumple con su deber como las demas, juramos protegerte, asi que debemos continuar, no vuelvas a decir tonterias Hermione- Rebecca le indicaba que debian seguir mientras que la castaña decidia no hablar, pues era evidente que no la haria cambiar de parecer.
Continuaron corriendo y corriendo hasta que por fin encontraron otra puerta, pero esa era totalmente diferente a las que habian visto anteriormente, pues en lugar de sapos cuchillas y mandriles, estaba llena de muñecas pegadas a ella. Hermione supo entonces que habian llegado hacia Calisto, cosa que le preocupaba pues tenia entendido que era la mas fuerte de los semidioses. Rebecca por su parte decidió abrir la puerta sin mas ni mas ya que comprendia que no habia mas tiempo que perder que el que ya habian perdido.
Al entrar se pudieron dar cuenta de que la habitacion estaba perfectamente arreglada, habia muñecos por todos lados. En ese momento Rebecca lanzaba rayos de fuego hacia ellos pero observaba que no se movian, eran simples accesorios. Hermione entonces observaba que la niña de la muñeca hacia acto de presencia con su tipica mirada despreocupada, al parecer nada de lo que habia visto de su pasado la habia hecho cambiar ni si quiera un poco. La niña caminaba hacia ellas con expresion demasiado pasiva, pero en ese momento Rebecca se ponía delante de Hermione para ser ella quien la enfrentara.
-Dinos donde esta la maldita puerta de salida- Indicaba Rebecca observando que la niña no se movia.
-Calisto, dinos por que sigues peleando contra nosotras, ¿Acaso lo que viste en la piedra no te hizo odiar a Hecate?- Mencionaba Hermione pues no deseaba pelear contra aquella niña por mas peligrosa que esta fuera, en cabio Calisto no le dirigia siquiera la mirada pues se concentraba demasiado en su muñeca.
-Contesta maldita mocosa!- Se desesperaba Rebecca al no recibir respuesta.
Calisto se sentaba en una sillita que estaba a unos metros de ella, misma donde podía mecerse como si estuviera arrullando a su muñeca. Comenzaba a canturrear una cancion de cuna sin prestarles atencion a las chicas que tenia enfrente mismas que estaban indecisas si continuar o pelear con ella. Hermione decidió adelantarse un poco hasta la semidiosa, pero cuando se aproximo mas de lo debido la muñeca le lanzo unos rayos azules que provenian de sus ojos. Rebecca al instante supo que lo que deseaba era pelear por lo que no lo dudó un instante y lanzo varias bolas de fuego de su mano, pero no tuvieron exito debido a que ahora salian un par de manos negras de la muñeca mismos que tomaban de la cintura a la chica de cabello rosa y la estrellaban contra uno de los muros.
-Por que... Calisto... tu no.... eres mala- Mencionaba con dificultad Hermione mientras trataba de levantarse del piso de alfombra del lugar.
-Se creen lo suficientemente fuertes para derrotar a Hecate?, si ni siquiera son rivales para mi, lo unico que me producen es lástima, unas niñas estupidas tratando de ser heroínas, Hecate es una diosa, y ustedes no dejaran de ser mortales- Calisto no se reia como lo hacian los demas, su expresion era de seriedad, era de severidad, todo aquello era mejor interpretado como un regaño, como cuando un maestro reprende al alumno por hacer mal la tarea.
-Soy la sangre Alfa y lo sabes, soy la unica que puede acabar con ella, pero para eso necesitamos pasar Calisto, no seas tonta, no entiendo cual es tu maldito tiempo, tu sabes que es lo que menos tenemos en este momento- Hermione decia mientras que Calisto estaba riendo en ese momento a carcajadas como una niña inocente, se volteó hacia Hermione y la fulminó con la mirada.
-Te haces llamar sangre alfa cuando todas tus amigas han muerto a causa de unos inutiles como Thaderis, Palvok y Telonius?, tu deber era cuidarlas, pero no hiciste nada, te quisiste concentrar en Hecate solamente, no eres mas que una estupida con suerte de ser especial, pero no te preocupes, yo misma te matare, asi no te hare sufrir demasiado como Hecate lo haría- Calisto lanzaba de nuevo los rayos azules pero la castaña hacia otro campo de fuerza para esquivarlos costandole mucho trabajo, pues aquellos mismos eran demasiado rapidos y poderosos, solo se podia apreciar a la muñeca con aquellos ojos de azul luminoso. Calisto solo la acariciaba apaciblemente.
-No te confies tanto Calisto, creo que no deberias subestimar a Hermione, tu has visto lo que es capaz de hacer- Rebeca se volvia a incorporar regresando de nueva cuenta a la batalla.
-Asi que no te has muerto he?, creo que debería acabar con tigo de una maldita vez- Calisto hacia aparecer muchisimas manos de porcelana al cuerpo de la chica de cabello rosa y al aprisionarla le provocaban un dolor horrible, aquellas manos estaban apretando lo mas que podian haciendo que casi se asfixiara Rebecca.
-Grave error estupida... he visto su forma de atacar y es exactamente la misma...- Rebecca comenzaba a realizar un conjuro de fuego haciendo que aquellas manos se quemaran, pero tambien al mismo tiempo ella estaba siendo dañada, pues el fuego aunque podía soportarlo la debilitaba cada vez mas rapido.
-Rebecca, no lo hagas!, te quemaras si sigues con eso- Hermione le lanzaba varios hechizos de agua para poder hacer cesar el fuego, pero las llamas se estaban intensificando cada vez mas y mas.
La marionett seguía encendida, pero eso no le impedia luchar, por lo que al momento de sentirse un poco liberada voló hasta donde estaba Calisto quien seguia acariciando la muñeca en medio de aquellas llamaradas que tambien llegaban hasta ella. Se acercó demasiado pero la niña le lanzó otro de los brazos para apartarla, en ese instante Rebecca dejo de tener fuego en su propio cuerpo. Hermione intento acercarse pero la chica no la dejo.
-No te perdonare el hacer despertar a Hecate, si tan solo no hubiera pasado, tal vez Agata y las demas....- Rebecca se volvía a incorporar y volaba hasta calisto esquivando ahora si lo mas que podía las manos y brazos que llegaban hacia ella, su coraje era demasiado como para dejarse volver a golpear. En el momento que esquivo todos los obstaculos le dio un golpe severo en la cara a Calisto misma que salio volando de la sillita donde se encontraba. Calisto sin soltar la muñeca se acercó con velocidad a ella y le susurro al oido.
-Ves que si lo puedes hacer?- Calisto en seguida de eso lanzó a la chica varios metros lejos de ella. Hermione no se pudo contener mas y salio en la ayuda de Rebecca.
-Basta ya Calisto!- Indicaba Hermione.
-Tienes razon Hermione, acabemos de una vez con esto- Calisto tenia los ojos encendidos de color azul, mientras que en ese momento Rececca se levantaba de donde se encontraba, con toda la dificultad del mundo sabia que tenia que continuar, asi que volvió a acomodarse la varita que tenia en la muñeca, miro con severidad a la castaña y decidió entonces continuar con todo lo que tenia que hacer, pues ahora tenia algo por seguro, habia descifrado un enigma sobre aquella semidiosa.
-Hermione, cuando yo tenga a Calisto necesito que corras a la siguiente puerta y la abras, creeme, se abrira, no quiero que mires atras- Indicaba Rebecca mientras la castaña la observaba asustada.
-Que estas pensando en hacer Rebecca?, no haras como las demas verdad?, ademas recuerda que Calisto me dijo que acabara con ella, creo que deberias descansar- Indicaba Hermione preocupada, pero la chica de cabellos rosa solo la miraba con inocencia.
-Tu debes llegar a Hecate, ¿Acaso no sabes que Calisto solo nos esta probando?, recuerda que su deseo es otro, asi que yo lo haré realidad, fue por eso que los hicimos nuevamente mortales, aunque semidioses podemos acabarlos, debes seguir mi señora sangre alfa- Sin mas ni mas Rebecca saltó hacia Calisto quien en ese momento lanzaba de nueva cuenta aquellos poderosos rayos a la chica. Hermione no lo dudo mas y opto por acatar sus ordenes, puesto que se estaba tambien sacrificando por ella.
-Calisto, es hora de que pagues por todo lo que has hecho!!... Fogos maximaa!!!- Rebecca estaba dirigiendose lo mas rapido que podia hacia calisto invocando varios rayos de fuego mientras que con la otra mano tenia una daga que contenía su propia sangre, al parecer habia descubierto el ultimo Horrcrux de la semidiosa ya que en ese instante no dudaria en destruirlo.
-No sera tan facil- Aquellas manos de la muñeca de Calisto ahora se convertían en dos grandes lanzas. Y en el momento en que Rebecca llego hasta la niña se hizo un gran silencio, pues Hermione ahora contemplaba horrorizada el panorama. Hermione deseaba gritar de la impotencia que sentia, todas las marionetts que la protegian estaban ahora muertas, sus amigos probablemente estaban peleando contra Voldemort y a estas alturas Harry Potter ya tenia por bien sentado que era el ultimo Horrcrux que quedabam mismo que tambien debia ser destruido. Pensaba que Draco probablemente pudiera estar tambien en la guerra combatiendo con los demas o luchando por proteger a sus padres y amigos quienes estaban marcados.
-Noooo... Rebecca.... Calisto... noooo- Hermione deseaba regresar pero en ese momento se abria la puerta de salida, era ya el momento de partir, asi que con suma dificultad decidió entonces correr para cruzarla haciendo entonces que la puerta se cerrara con facilidad. Mientras en la alcoba de Calisto habia una escena impactante, Calisto tenia una sonrisa de felicidad en el rostro, era la primera vez que experimentaba esa emocion, en cambio Rebecca estaba tambien feliz. La muñeca de Calisto había sido atravezada por la daga ensangrentada al mismo tiempo que Rebecca fue gravemente herida en el pecho por una de las lanzas oscuras. En ese instante la habitacion se llenó de luz.
Dos figuras se acercaban a ella en ese momento, figuras que ya conocia del pasado, le causo una gran felicidad el saber que volvería a verlos. Calisto ya no tenia a aquella muñeca y su piel volvía a ser rosadita y fresca, sus cabellos ya no eran blancos sino ribios, sonreia al ver que sus padres llegaban por ella.
-Madre, Padre, los extrañe mucho!- Calisto fue corriendo hacia ellos mismos que la recibieron con demasiada ternura, sus padres tambien habian esperado mucho tiempo aquel momento de reencontrarse con su pequeña.
-Adelle, mi preciosa niña, perdona todo lo que te hemos hecho, pero... no queriamos que murieras, por eso siempre estuvimos junto a ti- El padre de la chica estaba abrazandola con ternura mientras que su madre le acariciaba la mejilla.
-Estuvimos por siglos enteros en esa muñeca protegiendote, esperando el dia en el cual volvieras a ser la misma Adelle que sonreía todo el tiempo- Mencionaba la reina. Calisto mientras tanto los miraba con tanta devoción y agradecimiento, ahora su deseo estaba cumplido, se reunía con sus padres, aquellas personas que tambien se sacrificaron para poder mantenerla con vida.
-Yo no recordaba nada mama, solo tenia a la muñeca, y cuando me di cuenta que eran ustedes, la vi de forma especial, estoy feliz y todo gracias a ella- Mencionaba la niña abrazando de nueva cuenta a sus padres.
-Bienvenida a casa mi princesa- Indicaba con ternura el padre de la niña.
En ese instante los tres desaparecian entre toda aquella luz, ahora Calisto estaba con las personas que mas queria, ese era su deseo despues de todo, y aunque no conocia el amor cuando era semidiosa, le agradecía a Hermione por revelarle su pasado, ya que si esto no hubiera sido hecho definitivamente sus padres seguirian encerrados en aquella muñeca que tanto acariciaba con tanta devocion.