Platinada Tentación

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La chica Gryffindor salio de la casa de los Weasley esa misma tarde, a decir verdad se sentía algo incomoda por no tener siquiera la oportunidad de cambiarse de ropa pero conociendo lo escandaloso que era su novio decidió solo ir con lo que llevaba puesto, se había duchado ese dia así que no habría problema con su aseo personal. Utilizo el mismo traslador que habían utilizado para ir a la casa de Charlie por lo que había pensado solo tomar un taxi, solo deseaba que mas de algún chofer supiera hablar ingles ya que a pesar de ser buena con los idiomas aun no dominaba por completo la lengua de aquel país.

Llego al callejón en cinco minutos por lo que solo tenia que preguntar por el HOTEL Brasov Inn donde se había hospedado el rubio, camino hasta llegar a la avenida y espero un poco a que un taxi pasara, aquellos coches eran muy parecidos a los que veía en Inglaterra por lo que le costo un poco de trabajo identificar cuales estaban en servicio y cuales no.

Al paso de otros cinco minutos alzó la mano para que uno de los chóferes se detuviera, preguntándole si hablaba ingles, el conductor no supo que decir ya que desconocía el idioma en el que hablaba la castaña, aunque no les estaba permitido hacer magia fuera de Hogwarts considero que si utilizaba un hechizo de lenguaje no seria motivo para que la encerraran en Azkaban, podía argumentar que desconocía el idioma y que tenia prisa, así que hizo un ademán de sacar el celular para despistar al conductor cuando en realidad tocaba su varita y pronunciaba el conjuro "Conectium Babellus". En ese momento le pregunto al conductor por la dirección del HOTEL y el hombre regordete le indico que se encontraba a diez calles del lugar.

No caviar duda que la castaña podría arreglárselas sola en cualquier país, ya que contaba con todo lo necesario, aunque detestaba depender de la magia para todo debía admitir que eso le encantaba de ser bruja, otra cosa que había aprendido de su novio.

El taxi se detuvo y Hermione sacaba el importe para pagarle al conductor, observo claramente el HOTEL Brasov Inn que era uno de los lugares para hospedarse mas finos y caros de la región. Paso por la entrada misma que tenia una alfombra roja bastante cuidada y suave, se sintió ahora si incomoda ya que el lugar era demasiado lujoso y su vestimenta desentonaba totalmente con aquel sitio. Se dirigió a la recepción y respiro tranquila al leer un letrero que decía "english spoken".

-Buenos tardes señor, busco al joven Malfoy que se hospeda en este hotel- Indicaba educadamente la castaña viendo al hombre de corbata azul y camisa almidonada que ahí se encontraba.

-Bienvenida, usted debe ser Hermione Granger verdad?- Preguntaba cortes el hombre moreno de mediana edad que ahí se encontraba.

-Por supuesto- Indicaba la castaña.

-El señor Malfoy le dejo esto- El hombre moreno le daba un paquetito con envoltura verde y listón plateado. La castaña se quedo algo extrañada ya que no esperaba otro regalo mas del rubio.

-Muchas gracias señor- Respondía la castaña que no pudo esperar mas a abrir el paquete.

Hermione decidió tomar su tiempo para abrir el envoltorio verde ya que le quedaban diez minutos, se dirigió al sofá que se encontraba en el lobby y se dispuso a abrir el regalo. Lo desenvolvió cuidadosamente para no verse desesperada y en ese momento descubrió que era un anillo con una hermosa esmeralda, decidió ponérselo y lo admiro en su fino y delicado dedo anular. Aquella envoltura traía una nota que decía "pronuncia mi nombre, solo mi nombre", la chica decidió hacerlo y en ese momento desapareció del lobby.

La castaña apareció de repente en un lugar que supuso seria la habitación donde su novio se encontraba hospedado, observo que en el había una sala de color perla hueso que combinaba perfectamente con la mesa de centro con cubierta de mármol, al parecer se encontraba en una de las habitaciones mas lujosas y costosas de toda Rumania debido a los exquisitos adornos que ahí se encontraban, jarrones de jade y cristalería fina alemana, temió por un momento romper alguna de esas cosas ya que concluyó que no las terminaría de pagar si algo les pasaba por su culpa.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora