La palabra mortal

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Hermione sin duda se había divertido como loca al lado de sus mejores amigos, noto que los esfuerzos de Casey por atraparlo eran inútiles ya que por alguna extraña razón el chico de ojos azules no le hacia mucho caso a sus juegos seductores. Madeleine simplemente quedaba fascinada con las aventuras que contaba Harry ya que deseaba escucharlas de alguien mas que no fuera de su propia amiga, el chico omitió los detalles de Voldemort pues considero prudente no alarmarlas si se hubieran dado cuenta de la cantidad de peligros que Hermione corría con el.

Estaba a punto de terminar la primer semana de vacaciones y por consiguiente Hermione tendría que preparar sus cosas para su primer viaje, deseaba llegar a Rumania y conocer a Charlie, el hermano mayor de Ron y primogénito de los Weasley.

Harry decidió que seria el momento apropiado para contarle sus sentimientos, mismos que llevaba reprimiendo desde aquella ocasión cuando hablo con ella cerca del lago, Así que decidió invitarla al parque de juegos que quedaba a dos cuadras de su casa para hacerle dicha confesión.

-Podrías creer que yo jugaba horas aquí?- Comentaba la castaña al tiempo que se subía a un juego parecido al de las tazas locas mismo que se impulsaba con las manos.

-No te imagino dando vueltas como loca- Respondía Harry al mismo tiempo que comenzaba a girar la taza para divertirse un rato, pensó que al girar la rueda seria mucho mas fácil confesar la verdad.

-Mis amigas y yo nos veníamos a divertir aquí, también debo confesarte que una vez hice que esta rueda girara por si sola sin tocarla- Indicaba Hermione quien recordaba que de niña al no controlar su magia su mente hacia todo el trabajo por ella.

-Parecido a lo de la serpiente en el zoológico cuando la libere de su encierro asustando a Gran D- El ojiazul comenzaba a reírse al recordar aquella anécdota.

-Harry, Ginny me mando una carta esta mañana, quise no enseñártela para que no pensaras que estoy intercediendo por ella o algo así , pero en realidad esta muy dolida por lo que paso, aun no se explica la razón por la que la dejaste de querer de la noche a la mañana- Hermione detenía poco a poco las vueltas de la taza para poder hablar en serio con su amigo quien en ese momento hizo lo mismo y agacho la mirada.

-Claro que la quiero Hermione, pero no la amo- Comentaba tristemente el muchacho al saber que había lastimado a Ginny.

-No será que estas confundido con muchas cosas Harry?, tal vez la presión de ser el elegido o simplemente no deseas que nada malo le pase, creo que eso tiene mucho que ver, tu siempre has dicho que esta es tu lucha, probablemente la quieras fuera por su seguridad- La castaña miraba a Harry para justificar el hecho de su ruptura con Ginny, queriendo con esto hacer recapacitar al chico y que reconsiderara su relacion con la pelirroja.

-No es eso Hermione, ¿Acaso piensas que no lo pensé?, por supuesto que lo hice, tampoco puedo explicar como paso esto o por que de repente no puedo dejar de pensar en... la otra chica- Indicaba Harry quien no estaba preparado para decir lo que sentía.

-Harry, sabes que no me gusta entrometerme donde no me llaman, pero eres mi amigo y te quiero mucho, así que quiero que me cuentes de quien se trata ahora mismo -Indicaba decidida la castaña quien no aceptaría una evasiva por respuesta.

Hermione creyó en ese momento conveniente ir a una banca que quedaba a unos metros de la taza de juegos para platicar mejor, así que le indico al ojiazul que la siguiera para que pudiera confesarle la verdad, éste la siguió sin chistar mientras sus manos estaban mas temblorosas que de costumbre ya que estaba a punto de revelar sus verdaderos sentimientos, por un lado no quería perder la amistad de Hermione y por otro debía confesar aquella verdad que lo estaba consumiendo.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora