Si me amas... No se lo digas a nadie

Murdock Hannover

Hermione llegaba por fin a la sala común de los Gryffindor un poco más alegre de lo normal, tanto que trastabillaba un poco al tratar de subir las escaleras a su dormitorio debido a lo que había bebido esa noche, subía con extremo cuidado para no ser vista por ningún compañero de su casa. Antes de dirigirse a su cama se dispuso a quitarse el vestido que Draco con ayuda de Pansy le habían regalado, fue extraño para ella estar aquella noche en la fiesta exclusiva de los Slytherin pero debía aceptar que había descargado mucha adrenalina al sentirse algo observada.

　

A la mañana siguiente la Hermione aún no despertaba debido a lo sucedido la noche anterior, muchas de sus compañeras la observaban de forma extraña ya que no era normal ese tipo de comportamiento en su compañera. Ginny intentó convencerla de que fuera a desayunar pero la castaña seguía dormida, por lo que bajo sola a acompañar a sus amigos al gran comedor para disponerse a ir a Hogsmade.

Al filo de las doce del día la castaña se levantó con dificultad aún recordando lo que había pasado en la fiesta de las serpientes, no se había puesto ebria pero tenía un ligero dolor de cabeza ya que en su vida había probado antes una gota de alcohol. Se dirigió rápidamente al baño para tomar una ducha y posteriormente tomó de su baúl unos jeans deslavados y una blusa negra para disponerse a acudir en la biblioteca, en el momento en el que se vistió totalmente notó que en su buró se encontraba otra carta que la castaña estaba esperando con ansia, así que la tomó sin mas ni mas y comenzó a leerla.

"Querida Hermione Granger

Me agrada que por fin te hayas decidido a contestar mi carta, con respecto a tu amiga ella se encuentra bien, pero debo confesarte que no soy de los que les gusta esperar, tengo el tiempo limitado, por lo que tu pronta respuesta me es muy importante.

Respecto a tus amigos y familia no te preocupes, si cooperas con nosotros no sufrirán ningún daño, creo que debemos negociar tus condiciones puesto que si tanto te importa la vida de tu amiga responderás a la brevedad

El titiritero"

Hermione intuyó que el hombre había mordido el anzuelo puesto que su plan era darle largas a la situación, era demasiado habilidosa con las palabras y podía asegurar que si aquel titiritero la quería tendría que mostrar paciencia, ya que no se atrevería a hacerle daño a su amiga puesto que la necesitaba por la sangre. En ese instante decidió ir a la biblioteca a indagar más sobre aquel hombre, consideraba que en la hemeroteca del colegio conseguiría mas información por lo que no lo dudó y acudió en ese momento, aunque tenía un ligero dolor de cabeza por la desvelada no se daba por vencida, afortunadamente era fin de semana por lo que aprovecharía al máximo aquel tiempo.

La chica Gryffindor continuaba caminando con un pedazo de pergamino por si necesitaba en su defecto hacer las anotaciones correspondientes, pero mientras recorría el pasillo supo que los alumnos que se encontraban de casualidad la miraban con cierto desprecio, lo que no le importó y siguió su camino. Cuando llegó por fin a su santuario de libros, se dirigió a la hemeroteca que quedaba en un saloncito más pequeño, sólo tenía que hacer un hechizo convocador indicando el nombre que buscaba o el año en que la noticia fue publicada.

-Murdock Hannover, datos generales y hechos relacionados- Mencionaba la castaña apuntando su varita a un baúl que tenía en frente, mismo que albergaba los ejemplares. Seguido a esto, la tapa se abrió y dejó salir tres periódicos algo viejos mismos que la castaña tomó para comenzar a leerlos.

Se dirigió con ellos a las bancas que ahí se encontraban, pues necesitaba leerlos detenidamente para poder sacar la mayor información del titiritero que tanto la andaba buscando. Abrió el primer ejemplar que relataba lo sucedido en el colegio hace cincuenta años atrás.