"Vidas Normales"

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Por fin el auto deportivo se habia detenido afuera de la casa de Hermione, las chicas por su lado estaban ahora contentas puesto que degustarian de una deliciosa comida que los padres de su amiga habian preparado para ellos. Victor como siempre ya llevaba algunas botellas de vino para poder brindar por la llegada de su novia asi como tambien celebrar el compromiso que tenían, mismo que al parecer dejaba a la chica contrariada. Los padres de la castaña estaban ahora ansiosos por la llegada de los chicos ya que por alguna razon sabían que algo andaba mal en el mundo mágico, y aunque no sabían a ciencia cierta lo que pasaba, su instinto paternal siempre les mandaba una alerta.

Jane Granger tenía por fin la cena lista, había cocinado para esa ocación una ensalada de col con piña, y como plato fuerte un albondigon que llevaba en el horno algun rato. Cuando el padre de Hermione decidió salir a recibir tanto a su hija como a sus amigos notó la misma diferencia que todos los demas, el cabello de la chica era lacio totalmente, sus facciones eran mas finas aunque no dejaba de tener la misma cara de niña que la caracterizaba. Observó que muy atentamente Victor le abria la puerta del auto y le daba la mano para que pudiera salir, debía reconocer que aquel adonis era de lo mas atento, pues no había el mas minimo detalle que se le pasara, tocaron el timbe y los señores se apresuraban a la puerta.

-Mama, papá, los extrañé mucho- Hermione los abrazaba mientras que Victor esperaba como todo un caballero hasta que se desocuparan de aquel momento tan emotivo.

-Mi nutria pero que le paso a tu cabello, no digo que se te vea mal pero es que estas tan difente- Indicaba la mama de Hermione acariciando el pelo de su hija mientras la abrazaba.

-Creo que ya era momento de un cambio, espero no te enfades por eso mama- Hermione se metía a la casa indicandoles a sus amigas que hicieran lo mismo no sin antes de saludar a sus padres.

Victor estrechaba la mano de sus futuros suegros mientras ellos le devolvian una sonrisa de aprobación, pues ya antes habían conocido al joven y les había parecido de lo mas esplendido y buen mozo para su unica hija, incluso antes ya habían convivido puesto que el papa de Hermione invitaba continuamente al joven a su casa para poder hablar un poco de politica y sociales. Madeline y Casey ayudaban a la señora Granger con la mesa para poder poner los cubiertos y las guarniciones necesarias para la comida, Victor se quedo en la sala junto con el padre de Granger para poder hablar sobre el viaje y la situacion que estaba enfrentando Bulgaria con respecto a la bolsa de valores. Hermione por su parte decidió ir a desempacar, pues la cantidad de ropa que llevaba ya merecía descansar un poco de aquel baúl, subió las escaleras y se dirigió a su recamara para poder estar un momento sola, recordó en ese instante aquella chica que había visto en el anden, auqella visión que había tenido era algo alarmante, seguía insistiendo que en alguna parte había cruzado palabra o por lo menos ya la conocía.

¿Quien era esa chica?, ¿Donde la había visto?, ¿Porque se sentia extraña con su presencia?, eran algunas de las preguntas que se hacía constantemente mientras desdoblaba la ropa para poder meterla en los cajones. A decir verdad le molestaba un poco sentir demasiadas visiones en la cabeza, lo peor del caso era que aquellos rostros aveces se iban, era como si en el tiempo que estaba con amnesia, hubiera sido otra persona o habiera vivido otra vida. En ese momento alguien entraba a la recamara, Madeline llevaba puesto un delantal blanco que le había prestado la señora Granger para que le ayudase a poner las cosas.

-Hermione, dice tu mama que la comida casi esta lista, asi que vengo a ayudarte a desempacar- Madeline tomaba algunas blusas de su amiga para comenzar a ayudarle, mientras lo hacía observaba que su amiga estaba demasiado pensativa, como si en realidad no se diera cuenta de su presencia, por lo que dejó de doblar un poco para tomar del brazo a la castaña.

-Me vas a decir que es lo que te pasa Hermione?- Exigía un poco la pelirroja ya que como siempre, era la responsable de poner equilibrio emocional entre las tres, conocía demasiado a la castaña por lo que los secretos no estaban permitidos, pues era parte del pacto de las mejores amigas. Hermione la observó un poco y deseaba decirle lo que pasaba pero ni ella misma sabía lo que ocurría.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora