La cena de Slughorn

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La mayoría de los alumnos de Gryffindor se encontraban en la sala común cotilleando sobre las clases que daba el ahora profesor Krum, quien se encontraba asediado por reporteros así como de la venenosa Rita Skeeter tratando de sacar una nota lo bastante jugosa y amarillista para ser publicada en el diario "el profeta", a pesar de las medidas de seguridad que se habían tomado, los periodistas siempre se las ingeniaban para sacar permisos de ingreso al colegio por el ministerio de magia, se podría decir que la lasciva reportera rubia buscaba la forma de atrapar la noticia antes que nadie, haciendo con esto que muchas de sus clases se vieran interrumpidas por las famosas entrevistas.

Hermione sintió un poco de alivio al ver que Krum ahora tendría no solo que lidiar con alumnos sino también con la fama que solía cargar, así no tendría que volver a verlo o sentir nuevamente aquella actitud petulante y territorial del muchacho, en ese momento Harry llegaba para sentarse al otro extremo del sofá.

-Hola Hermione, ¿irás hoy a la cena que dara Slughorn?- Preguntaba el muchacho de la cicatriz.

-Si claro que iré y tu?- Preguntaba con naturalidad la castaña al ver a su amigo.

-Si, también iré, me sentiré mas tranquilo si tu estas ahí, ya que me enteré por Ron que Ginny estará invitada, formara parte del club de eminencias de Slughorn- Indicaba preocupado el chico de la cicatriz.

-Pues me alegro de que Ginny vaya a la cena, así te quitaras la absurda idea de lo nuestro Harry- Comentaba Hermione algo aliviada ya que no se vería con la tentación de querer besar a Harry de nuevo, cosa que no negaba que le gustaba, pero era su amigo y no lo amaba, aquellas ocasiones que lo había hecho era por frustración de no tener a Draco cerca.

-Vaya, entonces era cierto Hermione, regresaste con Krum- Harry se irritó un poco al llegar a aquella conclusión, ya que escucho en los pasillos que habían visto al nuevo profesor de vuelo con la castaña hablando muy cercanamente.

-De hecho Harry, terminé con el en ese momento, y para tu información no pienso verlo si a eso te refieres. Creo que no te esta quedando claro lo que debes hacer, en vez de acatar lo que Dumbledore te dice mejor te dedicas a querer controlar mi vida?, creo que he sido clara contigo desde hace tiempo- Recriminaba seriamente la castaña al chico de ojos azules por su comportamiento machista.

 

-Pues no tienes que recordarmelo Hermione, ya me quedo claro que tu solo puedes ser mi amiga, el hecho de que sea el maldito elegido no quiere decir que no tenga derecho a enamorarme- Se irritaba mas el chico.

En ese momento Hermione se levanto, pues no deseaba tocar mas el tema con su amigo, lo quería demasiado como para lastimarlo mas pero debía hacerlo entender por las buenas o por las malas.

-Enamorarte si, pero no de mi- Hermione por fin se retiró dejando al chico de la cicatriz frustrado, era obvio que su amistad con ella se veía en peligro.

El despacho del profesor Slughorn era uno de los mas grandes del colegio seguido por el de los jefes de las casas, pues esa era una condición que había puesto el docente al ser nuevamente admitido en Hogwarts por Dumbledore. Estaba adornado con distintivos de todas las casas pues sus alumnos selectos debían ver que no hacia distinción con ninguna de ellas, en el centro estaba una mesa redonda donde se podía apreciar un banquete preparado especialmente para ellos. Cabía mencionar que dicho profesor hacía esa distinción solo con los alumnos de los dos ultimos grados del colegio ya que de antemano sabría la profesión a la que estaban destinados. también se encontraba un reloj de arena peculiar en uno de los burós de la sala de estar.

Los estudiantes del club de las eminencias estaban llegando para disfrutar de una amena cena en compañía de algunos camaradas de otras casas. Hermione fue una de las primeras en llegar observando que se encontraban algunos conocidos entre ellos Flora y Hestia Carrow hermanas gemelas de la casa de Ravenclaw, así como también la desagradable presencia de Blaise Zabini. Antes de llegar a la puerta de la oficina del profesor un chico toco su hombro.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora