Amigas o Enemigas

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Voldemort se encontraba dando vueltas en sus aposentos junto a su serpiente Naggini, estaba desesperado por tener noticias sobre la creación de la varita poderosa, no podía creer que todos sus seguidores habían fallado en encontrar si quiera a alguien que superara a Ollivander, por primera vez en mucho tiempo se encontraba flaqueando, al escuchar la profecía de la propia boca de Kestrell Trelowney pudo intuir que Harry Potter podría tener ventaja, ya que al ser el elegido podría contar con algún poder sobrenatural que desconocía.

-Nos mando llamar mi lord- Contesto uno de los mortifagos haciendo una reverencia, mientras que el otro solo hacía lo mismo.

-Que noticias me tienen sobre los creadores de varitas en el mundo- Preguntaba irritado Tom Riddle.

-Solo sabemos que hay cuatro creadores famosos en el mundo mágico mi lord, Pavel Tulum de África , Takahashi Hirosaki de Japón, Carlos Rodríguez de Latinoamérica y por ultimo Ollivander de Europa, ahora dos de los nuestros se encuentran en America tras la pista de Carlos mientras que otros se encuentran en África- Indicaba el otro Mortifago.

-Pues espero noticias pronto, por que de lo contrario tendré que prescindir de algunos de ustedes, y ya conocen como lo hago- Indicaba amenazante el señor oscuro.

-Si mi lord- Contestaron al unísono

Inmediatamente aquellos dos mortifagos decidieron desaparecer para posteriormente continuar tras la pista de Takahashi Hirosaki quien radicaba en un lugar apartado de Osaka. Debían cumplir con su misión, por que de lo contrario no vivirían para contarlo, aun no sabían por donde empezar primero por lo que decidieron cortar camino através de unas montañas ya que deacuerdo a la información que habían recibido , aquel mago creador de varitas vivía en una comarca pequeña a 60 Km. de la entrada de la ciudad.

Caminaron un rato para no ser vistos por muggles ya que aun no era tiempo de que se hicieran notar lo que incomodo demasiado a aquellos dos encapuchados. Iban caminando cuando de repente encontraron dos jovencitas vestidas de colegialas, aquel uniforme era llamativo por así decirlo, una de las chicas era de tez clara y cabello negro violeta sus ojos eran azules como zafiros mientras la otra tenía el cabello rizado rubio y ojos color marrón, ambas con boinas rojas, suéter pegado al cuerpo rojo y la falda escocesa del mismo color.

-Mira nada mas, dos nenitas perdidas- Indicaba el mas grande de los mortifagos quien se podía intuir que le apetecía ver a aquellas jovencitas en minifaldas por la cara de lujuria que tenía.

-Pues deberíamos ayudarlas a encontrar su casa- El otro Mortifago veía de arriba a abajo a una de las chicas.

Los dos mortifagos rieron un poco mientras que las dos chicas solo los miraban fijamente, no articulaban ninguna emoción ya que se encontraban estáticas observando a los encapuchados.

-Que les pasa preciosas, no quieren divertirse con unos hombres de verdad- Indicaba el mortifago grande aproximándose a las dos chicas.

En ese momento las uniformadas tomaron sus varitas trasparente y las apuntaron contra los encapuchados, aun no hacían ningún movimiento por alguna razón.

-Vaya, no sabia que tuvieran su carácter, parecen ser de las nuestras- Indicaron los mortifagos sacando sus varitas de la misma manera.

-Creo que no saben en donde se meten linduras- Amenazaba el otro encapuchado.

-Torturar, torturar, torturar...-Indicaban las jovencitas mientras atacaban a sus oponentes con rayos rosados haciendo que los mortifagos se aturdieron un poco.

-Esto les costara la vida malditas mocosas, ¡crucio!- lanzaron el hechizo torturador intentando atacar a las jovencitas, pero estas rápidamente los esquivaron anticipando aquel movimiento haciendo unas extrañas marometas.

-Torturar, matar, todo es inútil- Indicaban al mismo tiempo las chicas uniformadas dando rápidamente en el blanco y atacando a uno de los mortifagos. En cuestión de segundos la chica del cabello negro violeta desapareció para atrapar al otro mortifago mientras que la de cabello rizado lanzaba dos pudiera lanzarle otros dos rayos rosados apuntando directamente al pecho.

Las chicas seguían torturando demasiado a los encapuchados, por mas que estos tratasen de tomar ventaja, aquellas uniformadas tenían los movimientos mas sincronizados eso sin contar con la agilidad con la que se desplazaban y desaparecían para atacar. Las chicas se reían como locas dándose un festín con aquellos mortifagos confiados.

-Ya basta, nos rendimos, no nos maten- Contestaba demasiado adolorido del cuerpo el mortifago mas alto.

-Acaso ustedes pertenecen a la orden del Fénix?- Indicaba el encapuchado quien aun seguía convaleciente por la paliza que había recibido a manos de esas dos jovencitas.

-Voldemort no es nada, magos y brujas no son nada- Indicaban las dos chicas mientras lanzaban otro rayo de luz rosa y se seguían riendo como desquiciadas.

Aquellos encapuchados estaban siendo torturados en serio, por alguna extraña razón no los mataron, pero continuaron así hasta que uno de ellos tomo a su camarada de la muñeca para desaparecer a otro lugar ya que solo así podrían salvarse de una muerte segura en manos de las uniformadas.

-"No los sigan mis niñas, ya habrá tiempo, ahora regresen que las necesitare"- Indicaba una voz que al parecer era quien controlaba aquellas uniformadas, ambas no lo dudaron un instante, se tomaron de las manos y desaparecieron de aquel lugar.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora