La misión de Draco

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Dumbledore le había especificado a la castaña que diera ordenes estrictas a los padres de no dejar salir a su hija hasta que las cosas estuvieran calmadas, ya que si las marionetts o el titiritero la buscaban no dudarían en asesinar a la chica si descubriesen que estaba viva, el mago longevo por su parte acudió a la casa de la familia de la chica para convocar un encantamiento protector y así la jovencita no fuera rastreada por sus antiguas compañeras. Harry, Ron y Ginny se enteraron de lo ocurrido debido a que Hermione se los había contado, mismos que se sorprendieron con la noticia de que su amiga pudiera producir magia de esa manera, observaban el libro que decía claramente "Alfa y Omega" sin poder comprender lo que aquel manuscrito encerraba.

-Entonces la varita te obedeció?- Preguntaba seriamente Ron mientras la castaña se disponía a guardar el libro en el baúl para leerlo más tarde.

-Absolutamente Ron, conjuré un hechizo sin error delante de Dumbledore- Comentaba la castaña mientras se sentaba frente a sus amigos para contarles mejor.

-Pero que acaso no puede pasar lo mismo con cualquier mago?, me refiero a que si nosotros llegáramos a tocar la varita, ¿no debería responder igual?- Preguntaba Harry mientras se acercaba un poco más con sus amigos para escucharlos.

-No Harry, por difícil que parezca el profesor Dumbledore intentó realizar magia con esa varita pero no le respondió, en cambio conmigo lo hizo al instante y eso que nuestro director es el mago mas grande de todos los tiempos- Comentaba Hermione mirándolos a los tres que aún tenían la cara de sorpresa por lo que estaban escuchando.

-Entonces dices también que Rebecca tiene gran parte de tu sangre, yo creo que probablemente aquel titiritero te este buscando para reclutar más Marionetts no crees, aunque a decir verdad no se cuantas sean en total- Mencionaba Ginny tratando de encontrar una respuesta a todo aquel enigma de las uniformadas mientras que Hermione respiraba hondo.

-También pensé eso Ginny pero si necesitara mi sangre para crear mas Marionetts eso significaría que secuestraría a más chicas para poder introducirles magia, y aún no se ha encontrado ninguna desaparecida- Respondía Hermione quien tambien intentó encontrar la respuesta por ese lado.

-Creo que tienes razón Hermione, por lo pronto considero que debes mantenerte alejada de esas locas, es peligroso que estés sola, y tampoco quiero llegar a imaginar lo que haría Voldemort si se enterara de lo que nos acabas de contar- Mencionaba Harry pensando en lo que haría el mago tenebroso si descubriese todo aquello sobre su amiga.

-No te preocupes Harry, estaré bien, debo ir a investigar más sobre este libro, por algo Dumbledore me lo dio- Comentaba Hermione antes de abandonar la recámara donde los chicos se encontraban, en una parte por que deseaba llegar a su conclusión sola y por el otro debía contarle a Draco lo sucedido, aunque pensó que si le llegaba a mencionar algo sería peligroso pero se había prometido no tener secretos con él, ya que deseaba que le comentara la misión a la que el chico estaba obligado a cumplir.

Cuando llegó por fin a su recámara se dispuso a desaparecer de ahí para acudir con Draco, se aseguró de llevar bocadillos y unos trozos de carne para alimentar a Buckbeak quien de seguro se encontraría hambriento. Se puso un suéter para posteriormente llevarse el libro consigo, aprovecharía al máximo el tiempo con su novio ya que Harry les había contado que tendría que ir a Privet Drive para llegar a unos términos con sus tíos con respecto a su último año con ellos. La castaña tomó su mano derecha y despareció.

Al reaparecer en la cabaña decidió tomar primero los trozos de carne para alimentar a Buckbeak mismo que la estaba esperando con ansia, aunque Draco se ocupaba de su cuidado reconoció que era bastante distraído con la alimentación del Hipogrifo. En aquel instante el platinado se acercó y abrazó por detrás a la castaña misma que le correspondía con una caricia.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora