Lidiando con Serpientes

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Por fin llegó al retrato que albergaba los aposentos de las serpientes, mirando que la puerta era custodiada por dos muchachitas que estaban encargadas solo de esperar a la castaña, ya que aunque solo iban en cuarto, Draco les había prometido que se podían quedar a la fiesta solo si accedían a ser ellas las que cuidaran que Hermione llegara sin problemas.

-Buenas noches, podrían decir a quien sea que ya estoy aquí por favor- Mencionaba Hermione observando el rostro de sorpresa de las dos jovencitas, pues ellas anteriormente la habían visto estudiando en la biblioteca pero no se imaginaron que iría sumamente guapa.

-Draco te estaba esperando- Fue lo único que una de ellas se atrevió a decir mientras la otra decía la contraseña para que pudiesen las tres pasar.

Hermione escuchó música proveniente de la sala común de los Slytherin señal de que el ambiente estaba comenzando, observó también que las decoraciones estaban hermosas ya que aunque eran alusivas a las serpientes no podía negar que eran de un gusto de lo mas exquisito y selecto, nada que ver con los globos y las serpentinas que se acostumbraban en Gryffindor cada que su equipo ganaba el campeonato de Quidditch. Al momento que se adentraron la castaña tragó saliva para disponerse a entrar, observando a los alumnos de aquella casa que estaban bailando y bebiendo. En ese momento, Hermione hizo su entrada mientras que las chicas que la acompañaban le indicaban a Pansy que ella ya se encontraba ahí, haciendo con esto que la morena acudiera lo mas pronto a su lado para hacer la presentación.

Pansy llevaba esa noche un vestido marrón no tan largo con unas sandalias de tacón alto que torneaban a la perfección sus pantorrillas, llevaba el cabello perfectamente peinado y recogido y su joyería era de oro blanco, aquellos pendientes que llevaba puestos eran en forma de gotas de agua del mismo material que su gargantilla. En ese instante la Slytherin sonrió de complicidad a la castaña mientras la acompañaba a la entrada de la sala común donde todos voltearon con demasiada sorpresa, aquella chica que acompañaba a Pansy era una versión totalmente nueva y hermosa de la Hermione Granger que estuvieron acostumbrados a ver. Todos, especialmente los chicos la miraban con asombro y una pizca de deseo, pues la chica estaba de lo mas atractiva.

Hermione llevaba el cabello completamente lacio y sedoso, las sombras que había aplicado Ginny hacían resaltar los ojos color miel de la chica, sus labios tenían un color rosa claro que daban matiz con la el rostro de la chica, usaba unos pendientes de oro en forma de rombo y lucía perfectamente el broche de Cronos pues lo necesitaría esa noche más que nunca. El vestido le dibujaba a la perfección las curvas que comenzaban en sus pechos y terminaban en sus caderas, y sus piernas eran torneadas y marcadas debido a los zapatos de tacón ligero que estaba usando.

-Chicos de la casa de Slytherin, Hermione Granger de la casa Gryffindor ha llegado, por favor muestren sus respetos- Pansy habló fuerte para que todos la escuchasen, en ese momento los chicos de la casa saludaron obligadamente a la chica, pero muchos otros se quedaron boquiabiertos con lo que estaban viendo.

-Hermione, por favor siéntete cómoda, si necesitas algo no dudes en pedirlo, pero te aconsejo no tocar el paté de hígado, es asqueroso- Pansy le regalaba una sonrisa y se dirigía a vigilar la música, ya que ella era la que había organizado todo el evento. En ese momento Crabbe y Goyle se dirigían para ver más de cerca a la castaña misma que deseaba desaparecer de su vista, pero era tarde, tenía que enfrentar a aquellos tipos.

-Granger, pero que guapa te ves hoy, quien diría que la cerebrito de Hogwarts se viera así de linda- Goyle indicaba mirando descaradamente los pechos de la castaña misma que se retiraba un poco.

-Gracias Goyle, me encantaría decir lo mismo créeme, ahora si me disculpas, debo saber la razón por la que se me invito a esta ... fiesta- Hermione intentaba retirarse pero el gorrión le apretaba el brazo para que no se retirara, cosa que comenzaba a irritar a la chica.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora