Te dejo en libertad

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Hermione terminaba de salir de clase de runas antiguas, de la que es bien sabido que solo alumnos demasiado estudiosos o come libros asistían, deseó compartir en ese momento su descubrimiento con sus amigos pero intuyó que se encontraban en Adivinación, por lo que en ese momento contaba con una hora libre para poder despejarse. En ese momento observó que Cormac estaba aproximándose y a decir verdad no lo había visto o salido con el desde que regresaron de vacaciones, por lo que la castaña decidió saludarlo.

-Cormac, no tienes clase de encantamientos a esta hora?- Preguntaba Hermione haciendo sobresaltar un poco al castaño quien por ir distraído no observó que ella estaba aproximándose e él.

-Hermione, hola que tal, pues si... tengo encantamientos pero en este momento me dirijo a otro salón- Cormac se encontraba ahora nervioso pues no esperó realmente que la castaña lo sorprendiera de aquella manera.

-Pues no deberías saltarte clases, y aunque ahora tengamos más horas libres pienso que debes aprovecharlas en otra actividad- Mencionaba Hermione quien alcanzó a notar que el chico estaba distraído.

-Lo se, oye por cierto, perdón por no haberte buscado pero es que...- El chico estaba demasiado ruborizado, tanto que no terminó la frase. En ese instante la castaña decidió que era el momento adecuado para volver a charlar, deseaba hacerlo desde hace tiempo pero por las investigaciones sobre la línea mágica y su relación con Draco le era prácticamente imposible hacerse un espacio.

-Cormac, creo que necesitamos hablar, y aprovechando que te saltaste una clase considero que ese el momento adecuado- Indicaba la castaña haciendo que el chico la mirara sorprendido, pues no se imaginó que también ella deseara la charla tanto como él.

-Si Hermione, está bien- En ese instante ambos chicos se dirigieron al gran puente, ya que se encontraba cerca de donde ellos estaban, caminaron sin decir palabra alguna ya que a ambos se les notaba el sentimiento de culpa, incluso Hermione sintió que nuevamente Cormac había caído en las garras de Astoria, pero desistió de esa idea al pensar en el falso compromiso con Draco.

Cuando llegaron al fin, la castaña se detuvo para ver el hermoso paisaje que ahí se encontraba, ambos llevaban sus bufandas para cubrirse algo del frío que estaba haciendo debido a que el colegio se encontraba cerca de montañas. Cormac se detuvo también para ver el horizonte intentando que de esa manera pudieran fluir las palabras pues la confesión que le haría a la castaña costaría mucho trabajo. Hermione respiró hondo y decidió ser la primera en hablar.

-Debemos terminar Cormac- Hermione soltó la bomba mientras que el chico la miraba extrañado, pues lo que esperaba en ese momento era un reclamo no un final contundente, pero se dio cuenta de que era lo mejor ya que no deseaba hacerse mas daño.

-Si Hermione, debemos terminar- La castaña no se sorprendió, a decir verdad encontró maravilloso el hecho de que Cormac comprendiera bien todo aquello, imaginó que se dio cuenta de que ella en realidad no lo amaba.

-Perdóname Cormac, se que me pediste otra oportunidad pero como ya te lo había dicho antes, creo que no ibas a ser feliz conmigo, eres un gran chico pero ...- Indicaba Hermione con enorme dificultad pero el chico Hufflepuff la interrumpió.

-No me amas Hermione, de eso me di cuenta este año- Hizo una ligera pausa el castaño.

-Yo creí que con el hecho de regresar contigo, pudieras amarme aunque sea solo un poco, pero me di cuenta de que tu corazón no me pertenece, por más que yo desee que seas feliz conmigo no quisiera atarte a algo que no quieres- Mencionaba resignado el castaño.

-Perdóname Cormac, fui una estúpida, actúe por impulso, eres un gran chico y de verdad te digo que me hubiera encantado amarte- Hermione terminaba de decir cuando en ese momento el castaño le dijo unas palabras que la sorprendieron.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora