Sin derecho al amor

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Draco se encontraba de regreso en la sala común de Slytherin, había olvidado por completo algunas prácticas que tendría con las serpientes en el campo de Quidditch, muchos lo entendían ya que debía concentrarse en la misión que tenía con el señor tenebroso. Estaba serio, preocupado, y desesperado por que todo lo que tenía pensado saliera a la perfeccion, no debía fallar en el intento de lo contrario las consecuencias serian severas.

Se encontraba mas demacrado de lo normal, se veía ojeroso debido a las noches sin dormir que había pasado, sus manos estaban sudorosas y sus nervios se encontraban destrozados.

-Draco, todavía estas aquí?, deberías ir al campo de Quidditch te necesitan para entrenar- Indicaba Pansy a quien le partía el alma ver a su amigo en ese estado tan deplorable.

-No me siento bien, diles que me disculpen, además Blaise se puede hacer cargo-Respondía secamente el rubio a aquella petición de su amiga.

-Blaise no puede hacer nada sin tu ayuda, ya conoces lo blandengue que es con los nuevos miembros del equipo, no se nada de Quidditch, pero necesitamos a los mejores para ganar- Pansy fingia despreocupación pero era inevitable ya que sabia de sobra lo que le pasaba a su amigo.

-Necesito concentrarme en… la misión, así que no hay problema con un simple entrenamiento- Indicaba aun nervioso el chico platinado.

-Ah si, lo olvidaba- Comentaba secamente Pansy haciendo una pequeña pausa y veía mas nervioso y preocupado al rubio, en ese momento se desespero y levantó la voz.

-Maldita sea Draco, no es posible que solo eso sea importante para ti!- Se exasperaba la morena quien definitivamente no estaba deacuerdo con aquel encargo del mago tenebroso.

-Pues ahora lo es Pansy, de lo contrario sabes lo que el podría hacer!- Respondió irritadamente Malfoy quien en ese momento sintió que la oportunidad de desahogarse se presentaba.

-También esta tu maldita vida Draco Malfoy, ¿Dónde rayos quedaron tus metas?, ¿Dónde quedo mi mejor amigo?- Replicaba la morena poniéndose al frente de su amigo.

-Enterrado Pansy, ahí esta tu mejor amigo, enterrado en un maldito destino de oscuridad y servicio a Voldemort- Indicaba tristemente el muchacho a quien se le comenzaban a llenar sus ojos grises de lágrimas.

Pansy intentó tranquilizarlo, pero sabía que estaba demasiado perturbado como para recibir un consuelo en ese momento, si algo sabía de su amigo era que detestaba enormemente la compasión era demasiado orgulloso y terco para admitir que necesitaba ayuda, consuelo, una mano amiga que lo comprendiera. Fue en ese instante que la morena decidió tocar un tema delicado, el talón de Aquiles de Draco.

-Y estar al servicio de Voldemort te hace humillar y pisotear a la mujer que amas?-Pansy le recordaba a su amigo lo único bueno que tenía en la vida.

-Nunca pensé que llamaras de esa manera a Hermione, ella no es ninguna muerta de hambre- Pansy defendía a la castaña que aunque no fuera su amiga del alma, había convivido con ella lo suficiente como para valorarla.

-Era la unica forma de que se alejara de mi, ella tiene que odiarme, aborrecerme y no querer saber nada de mi que no entiendes?- Draco miraba con tristeza a su amiga para que ella comprendiera las cosas.

-Entonces no la amas como dices Draco, pensé que eras mas hombre pero veo que ni siguieras puedes sostener y defender lo que sientes- Pansy comenzó a llorar tambien ya que le dolía sobremanera por lo que estaba pasando su amigo.

Draco de repente miro a la morena extrañado, se levanto lentamente de la cama y se acercó mas a su amiga.

-Que no la amo Pansy?, acaso el ponerla a salvo es no amarla?, crees que es por mi gusto que la dejé?, piensas que ya no significa nada para mi?- Draco miraba extrañado a la morena.

-No Draco, eso no es amar, eso es ser sumamente egoísta y solo pensar en ti, ¿acaso no me decías lo difícil que sería confesarle tu destino a Granger?, pues bien, ella lo sabe, ella sabe que tu destino es salvar a tu madre y convertirte en mortifago, Hermione lo hubiera entendido- Enfrentaba seriamente Pansy a su amigo para demostrar que él era el equivocado.

-Pues te tengo noticias Pansy, la amo demasiado que decidí alejarme de ella para que se encontrara a salvo de mi propio padre, que quien tu sabes la detesta y no dudaría en matarla- Draco hizo una pausa para tranquilizarse un poco.

-El sabe lo que siento por ella, me mando seguir con un elfo de la mansión a Paris donde nos descubrió, además debo decirte que yo adelante la iniciacion para tranquilizarlo y evitar que siquiera la tocara ¿Me entiendes?- Finalizaba Draco dejando a Pansy contrariada.

-Pero Draco, deberías decirle a Hermione lo que esta pasando, ella te entendería, lucharian juntos por lo que tienen, no debes perder al amor de tu vida por esto- Indicaba Pansy para encontrar una solución e intentar que el chico reconsiderara la posibilidad de arreglar las cosas con Hermione.

-No puedo hacer eso, mi padre me obligo a realizar un juramento inquebrantable para que no le revelara a Hermione la verdad, si lo hago, el lo sabrá y no dudara en matarla sin yo poder hacer nada para evitarlo, tu conoces a mi padre- Draco se sentó bruscamente en la cama con sus manos en la cabeza debido a la frustración que sentía.

-Crees acaso que no me parte el alma tratarla así?, me duele cada vez que lo tengo que hacer, incluso me vi forzado a… hacerla sentir mas mal- Draco recordó con dolor la ocasión donde la encontró en la tienda de BURGIN Y BURKES intentando que ella lo tomara por un patán.

-Draco yo no sabia…- Se quedaba extrañada la morena.

-No sabias nada, era obvio, no te lo conté pero ahora ya lo sabes, aunque me duela debo dejarla, Mortifagos como yo no tenemos derecho al amor- Draco bruscamente descubría su mano dejando ver su marca tatuada en el brazo izquierdo, misma que se movía en su mismo lugar.

Pansy abrazó a su amigo ya que tenía razon, incluso ella debió alejarse de Neville para que nadie se diera cuenta y lo asesinara, ambos chicos estaban condenados por el mismo destino, ahora no tenían mas remedio que caminar por aquel valle de espinas tenían que recorrer, su ahora único consuelo es que estarían juntos, sufriendo por la misma situación, si algo que la marca tenebrosa no les había quitado era su amistad.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora