Si me amas... No se lo digas a nadie

Comenzando la misión

Todos se encontraban ahora en la madriguera despues de haber sostenido una batalla contra los encapuchados que intentaban perseguirlos, Harry había contado que Hedwig había perdido la vida tratando de protegerlo, de la misma manera Tonks estaba bastante triste debido a que Ojoloco Moody estaba en estado de Shock, y aunque no murio en ese ataque había recibido un serio impacto que lo habia dejado en coma, por otro lado la señor Weasley estaba aterrada debido a que Goeorge regreso sin una de sus orejas, y aunque el gemelo se encontraba en actitud serena definitivamente su madre no lo estaba.

De repente alguien mas tocaba la puerta pues todavia faltaba Kingsley y Hermione en llagar a aquel lugar, por lo que apresuradamente Tonks abrio la puerta para encontrarse con la sorpresa de que el mago venía solo en actitud demasiado derrotista pues tenía malas noticias para contarles. Los demás se llevaron una mano a la boca en señal de lo asombrados que estaban, pues ahora era de lo mas acertado que la castaña había muerto a manos de los mortifagos.

-Pero por que no hiciste nada por ella Kingsley?- Replicaba una muy enfadada Ginny mientras que el mago solo observaba el piso en señal de impotencia.

-Se soltó de mi espalda tratando de atacar a los mortifagos, no pude hacer nada- Kingsley trataba de excusarse pero en ese momento Harry y Ron corrieron hacia el para hacerle un interrogatorio, pues estaban demasiado enojados por lo que había pasado.

-Dime cual era el postre favorito de Dumbledore?,- Harry estaba con lagrimas en los ojos al igual que Ron quien apuntaba a la par con su varita a Kingsley para ver si no se trataba de un mortifago transformado en aquel mago.

-Pastel de limon- Puntualizaba debilmente el mago.

Ron y Harry bajaron sus varitas mientras que por otro lado se estaban lamentando demasiado la perdida de la castaña, para ellos significaba todo, era como una hermana que los cuidaba, la persona que equilibraba siembre las cosas cuando se salian de control y ahora que no la tenian se sentian peor que si fueran huerfanos pues era evidente que la chica les proporcionaba un poco de cordura y seriedad a los chicos.

Paso un momento mientras todos estaban demasiado serios debido a lo que había pasado, la señora Weasley continuaba haciendo curaciones a su hijo George mientras que los demas estaban lamentando la perdida de Hermione y el estado tan deplorable de Ojoloco Moody quien estaba ahora en estado vegetativo debido al ataque que había recibido. En ese momento escucharon unos aleteos, alguien estaba aterrizando en aquel lugar y de seguro se trataba de un Thestral, por lo que inmediatamente Harry salio despavorido para averiguar de quien se trataba, Ron también lo acompaño para asegurarse de que fueran buenas noticias, ya que si eran mortifagos por lo menos estaria con el para hacerles frente. En ese instante ambos chicos sonrieron de alegria pues en ese lugar se encontraba Buckbeak cargando en su lomo a una desmayada Hermione.

-Hermione hermana , estas bien!- Harry y Ron corrieron hacia ella no sin antes hacer la reverencia correspondiente al hipogrifo mismo que sin dudarlo acepto que se acercaran pues aunque fuera solo un animal tenia el sentido de la urgencia, no habia protocolos cuando la vida de alguien estaba en juego.

-Estas viva, estas viva, que alegria- Mencionaba Ron mientras Harry la cargaba para llevarla adentro. Buckbeack se espero hasta que la salud de la chica estuviera completamente restablecida.

Los chicos llegaron con la castaña en sus brazos y todos rápidamente les abrieron paso para poner a la chica en una cama para posteriormente reanimarla. Asi lo hicieron cuidadosamente quitandole los tenis que tenía, la señora Weasley llevó compresas de agua fria ya que supuso que si la chica despertara necesitaria regular su temperatura corporal. Ginny le trajo mas almohadas para que descansara un poco y se sintiera mas cómoda y asi poder hacer que Hermione despertara mas pronto. Al cabo de una hora los tres chicos se quedaron junto a ella para que pudiera despertar, cuando en ese momento la castaña estaba delirando.