Si me amas... No se lo digas...

By TonyDuran7

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Que pasa cuando el verdadero amor es peligroso, dos mundos distintos, dos maneras de pensar diferentes se atr... More

El Perfume
Descarga tu ira en mí
Las desapariciones
La leona y la serpiente
Beso de Viuda Negra
Marcado
Un Clavo saca a otro clavo
Preocupación
Hermanas Gemelas
Desde antes de nacer
Curación de Miel
La sala de los Menesteres
Una leccion bien aprendida
El caballero sin armadura
Plan maestro
El precio alto de los celos
Gata Salvaje
Buckbeak aprende a perdonar
La reconciliacion
Cronos
El Corazón y la Razón
Una chica sin magia
Glam Club
Quiero ser tu héroe
Una navidad llena de luz
Si me amas... Debes odiarme
Regreso a la realidad
Mi Amado enemigo
La caída de Potter
Orgullo y Terquedad
La inseguridad
Un arma poderosa
Dispuesta a todo
El ministerio fuera de control
No debo decir mentiras
Los TIMO
Aprendí a mentir
Las dos extrañas
Un trato Señor Malfoy
Para obtener la gloria
Cruzar la línea
El tatuaje
Amor condenado
Amigas o Enemigas
Luchando por ti
Tácticas de guerra
Dumbledore, el mejor mago de todos los tiempos
Un año más
Vacaciones solitarias
Una visita inesperada
Bellas Marionetas
Rebecca Smith
La palabra mortal
Rumania
Platinada Tentación
Mi futuro contigo
Marionetts VS Voldemort
Paris Je T'aime
Nosotros creamos los sueños
Inocencia
Perdóname todo
Mexico, me has cautivado
Los Thestrals
Tikal
Sin noticias de ti
La confusión y tu ausencia
Obligar al alma
Mi Sangre
Ginevra Weasley
Suerte Líquida
Sin derecho al amor
VIP Hogwarts
Confrontando el Pasado
La cena de Slughorn
El impulso de Astoria
El beso de poder
Quidditch del terror
Alejate de mí
Secretos que matan
Recuerdos y Cerveza de Mantequilla
Si me amas... Encúbreme
Opugno
Legermancia
Contigo, aunque no a tu lado
No se lo digas a nadie
Evanesco
La revelación
La frágil amistad
Sobreprotegida
Viejos Camaradas
¡Maldito Anillo!
Escucha al corazón
El mortífago que vive para amarte
La deducción
La misión de Draco
Alfa y Omega
Pansy Parkinson, la mejor cómplice
La carta del titiritero
Genesis
La nueva Alianza
Maldito Potter
Te dejo en libertad
El tiempo me llama
A última Hora
La fiesta de Slytherin
Tacón, Brillo y Maquillaje
Lidiando con Serpientes
Murdock Hannover
La separación del trio de Oro
Rumores
Entrega Total
Cuatro Mundos, Cuatro chicas
Lucius, el calculador
Si fuera verdad
Eres nuestro Harry Potter
Tomar las riendas, la decisión crucial
Si tu saltas, yo salto
La mansión de rosas azules
La sangre mas pura
Ajenjo y Clorofila
El principe mestizo
Hermionith
Ojos Color Violeta
Seduccion, Peligrosa Poción
Muera el Rey, ¡Viva la Reina!
¡Sectucsempra!
Memorias de Merlin
El amor secreto de Sirius Black
Evolet
Nostradamus y el Necronomicon
Todos juntos en esto
Las diez Brujas
Contigo hasta la muerte
Buena suerte Draco Malfoy
Los últimos serán los primeros
El camino de espinas
Los siete demonios
Tu recuerdo, mi salvación.
El catrín negociante.
Rompiendo un juramento
Te ofrezco el paraíso.
Dame lo que mas deseo
Debo continuar.
Minos el Juez
Ojos verdes, piel bronceada.
Milagros en el sendero de la muerte.
De entre los muertos.
La cuenta pendiente.
La laguna azul.
La sangre que cura.
Ligeramente muerta
Adios a Hogwarts
El vacío
"Vidas Normales"
El regreso del trio de oro
¿Tu eres él?
Tan solo tu aroma
Reencuentro: La nueva misión
Una nueva amenaza
El efecto de la uva
Llevados por el deseo
Como una droga
Del odio al amor
Ayudame a recordar
Caminos Separados
Amigos por siempre
Obliviate
Los siete de la suerte
Comenzando la misión
"Heta" La nueva marca
Amor dividido
El departamento de misterios
Nicholas Flammel
La niña y la muñeca
Mi peor miedo
Fantasma
Amar es sufrir
Calisto
El principio del fin
El despertar de Hecate
El amor es la mejor magia
Epílogo: Si me amas... Divulgalo al mundo entero

Las dos reinas y la heredera de Gryffindor

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By TonyDuran7

El comedor del colegio Hogwarts, mismo que cada año era el lugar donde alumnos nuevos llegaban por primera vez al colegio estaba envuelto ahora en una batalla desiciva, mientras que en el patio principal se encontraban luchando los sirvientes de Lilith contra Draco y los demas muchachos, mismos que ahora lo harían con todo lo que les quedaba con tal de no fallarle a Hermione.

El escencario lucia bastante hermoso y tetrico a la vez, aquellas rosas azules que habían adornado el lugar ahora estaban marchitas debido a que usaron lo que les restaba de energia para hacer aparecer a Hermione a travez de aquella laguna azul con ayuda del broche del valle de los muertos. Las hojas marchitas estaban en el suelo adornando perfectamente el piso de piedra asi como tambien lo hacian las enredaderas secas en los muros. Ahora que estaban las brujas frente a frente era el momento de luchar, de saber quien era la mas fuerte pero sobre todo era el momento de que Lilith se enfrentara al destino del que venía huyendo desde miles de años.

-Ahora solo somos tu y yo Lilith- Se adelantaba un poco Hermione dando algunos pasos al frente para incorporarse.- Solo que hay algo que tienes que saber antes de nuestra esperada pelea -Finalizó.

-Pues dime querida, aunque de sobra se quien sera la ganadora-Se limitaba a decir la pelinegra que aun tenía el aspecto de Hermione a pesar de ya no poseer su cuerpo completamente. - No crea que me intimida el hecho que Luzbel se encuentre aqui.- Indicó.

Luzbel que esta observando a las dos brujas a punto de enfrentarse se levantó un poco de su asiento hecho de humo y comenzó a levitar al rededor de ellas, ya que su costumbre era siempre admirar el panorama antes de poder decidir los terminos y condiciones en cuanto a los humanos se refería, simplemente estaba admirando con detalle la belleza de las dos brujas, por un lado estaba Lilith a quien siempre había distinguido por tener aquel cabello de fuego, y ahora con el color obscuro se veía exquisitamente hermosa, sus ojos color violeta y sus labios rojos carnosos podían hacer estallar la masculinidad de cualquier hombre, su piel blanca y su atuendo de mujer fatal hacían perfecto juego con aquel calificativo. Por otro lado estaba Hermione, aquella mirada dulce y penetrante color miel, ese cabello castaño achocolatado que caía ahora lacio por sus pechos desnudos, su boca exquisita parecia un boton de rosa fresco era un arma mortal para que cualquier hombre matara por un beso de esos labios.

-Les pondre bien en claro las condiciones de esta pelea mis queridas hermosuras, no tienen que usar varitas, y segundo no deben utilizar ninguna maldicion asesina, eso es de muy mal gusto- El hombre apuesto de ojos verdes hacía una pausa. -Solo les esta permitido utilizar su propia magia, asi como tambien les diré que la que pierda tendrá que acompañarme al sendero de los muertos para toda una eternidad- Indicaba señalando a ambas chicas. -En el caso de Hermione estara como mi reina, y en el caso de Lilith pagara todo los favores que le he hecho al permitirle una larga vida.- Finalizaba el principe de las tinieblas.

-Por mi no hay ningun inconveniente- Aseguraba Hermione quien no dejaba de ver a los ojos a Lilith.

-Por mi tampoco, creo que esto sera divertido, hace mucho que no luchaba de esta manera y a decir verdad comienzo a emocionarme- Lilith daba unos cuantos pasos al frente para poder estar a una distancia relativa de la castaña. -Te verás muy bien en corona querida, ademas siempre dije que una descendiente mia algun dia sería reina- Se reía con evidente burla la pelinegra.

-Nadie dijo que yo fuera tu descendiente Lilith, solo tengo tu sangre, misma que me servirá para acabarte-Finalizaba Hermione.

-Bla, bla, bla, solo es lo que estoy escuchando, mejor ya date por vencida- Lilith comenzaba a lanzar rayos de fuego como primer ataque mismos que Hermione no pudo esquivar del todo pues al momento que aquellos comenzaban a llegar a ella uno le alcazó a rozar la pierna derecha dejando brotar un hilo de sangre. -Ja, ja , ja, creo que te tome desprevenida querida- Finalizaba la pelinegra realizando de nueva cuenta el ataque con mas intensidad, dejando ver unos ojos violeta mas encendidos que nunca pues era obvio que se estaba divirtiendo.

Hermione por su lado estaba ahora esquivando los rayos pues no veía la oportunidad de contrarrestarlos, debía confesar que no tener varita le daba mucha desventaja, siempre había estado acostumbrada a ella, desde que inició sus estudios jamás había prescindido de ella, pero debía tener la concentración necesaria para realizarla pues ya no le quedaba otra alternativa.

-Phobos Magna!- Hermione recitaba dejando escapar de sus manos bolas enormes de fuego, comprendiendo entonces que la varita no le era tan necesaria como había llegado a pensar, dejando sorprendida tanto a Lilith como a Luzbel quien estaba contemplando la pelea que se estaba llevando a cabo.

-Ves como no estoy tan perdida querida Lilith, utilizo fuego contra fuego- Hermione seguía realizando las bolas de fuego caminando de lado para asi mismo esquivar los rayos que provenían de las manos de la otra bruja. Ahora que estaban igualadas en cuanto a ataques Lilith sintió que no sería tan sencillo derrotar a su heredera de sangre y por mas velocidad que utilizara, todo aquello era como si la otra chica adivinara todos sus movimientos, haciendo con esto que una de las bolas de fuego golpeara con demasiada intensidad el pecho de la bruja.

-Ahh!.- Se quejaba Lilith mientras era lanzada a unos cuantos centimetros del mismo lugar. -Maldita perra, ahora veras de lo que esta hecha la primer bruja de todos los tiempos.- En ese momento el cuerpo de lilith comenzaba a llenarse de electricidad, como su varios truenos estuvieran a su alrededor dispuestos tanto a atacarla como a protegerla. -Vete por donde viniste maldita.-Lilith atacaba con poderosos relampagos mientras que hermione trataba de esquivarlos desapareciendo tan rápido como podía, pero era inutil debido a que un rayo la alcazó provocandole un gran dolor.

-Pues de donde vine es a donde vas a dirigirte querida ancianita- Hermione se levantaba con algo de dificultad.

-Yo no estaría tan segura querida- Lilith volvía a atacar con otro poderoso rayo pero esta vez hermione había realizado un escudo de viento mismo que levantaba los petalos de rosa marchitos que se encontraban en el piso. -Ahora verás de lo que tu propia sangre es capaz de hacer- Hermione corría un poco con ambas manos decidió convocar un encantamiento. -Aquarius Furica- Convocaba dos chorros fuertes de agua mismo que hacia en espiral haciendo que volara un poco, a decir verdad la castaña seveía hermosa controlando en esa forma aquel elemento mismo que lanzaba contra Lilith que al hacer contacto con la electricidad le provocó un shock enorme. En ese momento la pelinegra había sido derribada.

-Creo que no contabas con eso gran bruja de antaño- Hermione ponía en ese momento sus manos en la tierra misma que comenzaba a temblar y al hacer contacto con la pelinegra, ésta la levantaba como si se tratara de una gran masa, entonces al hacer ésto la castaña volvía a arrojar un chorro de agua y con la otra mano lanzaba un ataque de fuego. Ahora Lilith estaba atrapada en una montaña de roca solida, pues la combinacion de fuego y agua había logrado tal efecto, entonces la pelinegra comenzaba a reir.

-Ja,ja,ja, crees que puedes encerrarme en una simple roca, vaya que eres demasiado ingenua- Lilith comenzaba tambien a hacer temblar la tierra mientras convocaba un poderoso rayo para poder hacerla añicos, y algunos fragmentos que estaban siendo disparados por poco golpeaban a la castaña solo que ella alcanzó a desaparecer a otro sitio de aquel salon mientras que luzbel solo las convertía en polvo simple, pues estaba aun mas fascinado que antes.

-Me toca querida hija- Lilith convocaba unas ramas con espinas mismas que comenzaban a enredarse en el cuerpo de Hermione provocandole un gran dolor con el roce, y aunque ella tratara de safarse simplemente no tenía ninguna oportunidad de hacerlo pues al momento de que siquiera intentara pelear contra aquellas hortigas estas mismas la apretaban y asfixiaban mas intensamente. -Ahora verás lo que tu querido Draco sintió cuando hice esto mismo- Lilith levantaba ambas manos mientras las hortigas creaban unas extrañas flores de color violeta, mismas que se abrían y comenaban a absorber la sangre de la castaña. Ahora Hermione se encontraba debilitandose cada vez mas.

-Creo que será el fin, no soporto mas, esto es horrible- Hermione estaba susurrando para si misma mientras que Lilith estaba levitando ahora hacia ella, le encantaba ver sufrir a la chica y deseaba contemplar todo aquello un poco mas de cerca.

-Que lástima querida, si tan solo te hubieras quedado en este cuerpo hubieramos logrado muchas cosas estando juntas, pero decidiste traicionarme, creo que la que se ira al infierno serás tu- Liltih se reía contemplando su triunfo ante la castaña mientras que Luzbel no tenía expresión alguna, estaba asegurando ahora tener a Hermione para siempre, se imaginaba teniendo a la chica como su reina, entre tanto la castaña aun estaba sufriendo a causa de las hortigas.

Lilith seguía riendo al ver como las ramas estaban aprisionando y dejando sin fuerza a la castaña, mientras ella estaba con los ojos cerrados creyendo que ahora si seria el final de su existencia, ya no volvería a ver a sus padres, a sus amigos, a Draco. Su vida paso de nuevo por algunos minutos, desde que los había conocido a todos, ahora ya no podría si quiera poder crecer junto con ellos, todo estaba perdido a causa de que a cada minuto estaba perdiendo fuerza, estaba muriendo lentamente escuchando ligeramente el reír de aquella bruja.

-Perdonenme todos, no era mi intencion- Se decía a si misma Hermione mientras en ese momento sintió que una voz calida y reconfortante llegaba a ella, esa voz ya la conocía desde siempre, la había acompañado en los momentos mas dificiles y sobre todo la comprendía de manera que nadie jamás lo había hecho.

-No te rindas mi pequeña nutria, no todo esta perdido- Indicaba claramente la voz haciendo que la castaña entreabriera un poco sus ojos con dificultad, observando claramente la silueta de un hombre vestido de blanco, pero no iba solo, estaba al lado de otro que ya conocía a la perfección.

-Abuelo, que alegria volverte a ver, me alegra que seas tu, ya que como veras tendre que pasar la eternidad en el valle de los muertos, asi que no creo estar donde tu estas ahora, pero como quiera que sea, soy feliz ahora- Hermione hablaba con dificultad mientras el hombre vestido de blanco se acercaba un poco mas a donde se encontraba, acarició su mejilla y la beso en la frente.

-No es tu tiempo mi princesa, debes recordar que estas aqui por alguna razon, siempre has sido fuerte, decidida, valiente, y sobre todo has tenido siempre fe en ti misma, no te dejes vencer por esta adversidad, aunque las cosas parezcan dificiles no lo son- Respondía el hombre mientras hermione aspiraba aquel aroma que tanto le encantaba.

-Encino dulce, jamas olvidare ese aroma querido abuelo- Mencionaba la castaña mirando a los ojos color miel del padre de su madre, si algo habia heredado Hermione de él era precisamente sus ojos, pero sobre todo el gran corazon que tenían.

-Hermione, debes ser fuerte, recuerda que has pasado peores pruebas que esta, debes tener en mente quien eres, y sobre todo usar al máximo tus habilidades, porfavor no dejes que la lucha de tus amigos y la mia haya sido en vano, debes continuar- Hermione se sorprendió al escuchar la voz de Albus Dumbledore quien estaba dandole animos para seguir adelante.

-Profesor, pero yo...- Intentaba excusarse la castaña pero intuia que el hombre de barba larga y cana tenia un punto mejor.

-Tu eres Hermione Granger, heredera de la sangre magica de Lilith la primer bruja, sangre alfa de la linea directa de alguien que quiero presentarte, de hecho mi querida niña, no deseaba decirtelo hasta que fuera el momento, y creo que ahora es tiempo de que lo sepas.- Explicaba el profesor cuando en ese momento alguien mas aparecía en aquella escenografia de luz blanca, era un hombre alto con cabello castaño rojo y barba del mismo color, su traje era de la epoca medieval y portaba una espada singular misma que ya habia visto en algun sitio.

-Hermione Granger, por fin nos conocemos querida hija- El hombre hablaba con una voz aguardentosa y seductora, daba la impresión que fue un hombre de carácter desisivo y valiente en sus epocas doradas, mientras que en ese momento la castaña lograba reconocerlo, era el fundador de su propia casa, portaba su uniforme y seguia sus reglas en todo momento.

-Godric Gryffindor?- Preguntaba asombrada.

-En efecto mi querida niña, y no solo soy el fundador de tu casa, sino que eres mi tatara nieta, llevas mi sangre- Afirmaba el hombre de cabello castaño mirando a la chica.

-Pero, no entiendo, ¿Como es que eres mi tatara abuelo si mi madre no tiene magia?- Preguntaba Hermione mientras que el hombre se acercaba un poco mas a la altura donde estaba su abuelo, la miró intensamente y le aclaró esa duda.

-Tu madre es mi nieta, yo no pudo procrear a un hijo varon, por lo que mis hijas se casaron con algunos nobles de inglaterra- Hizo una pausa. -Tu mi niña, eres de la descendencia de mi hija Adamaris Gryffindor, misma de la cual viene tu madre, pero su linea de magia se quebro en la penultima generación debido a la mezcolanza, pero tu lograste ser el Alfa de mi familia, es por eso que tu puedes no solo poseer magia, sino tambien crearla- Mencionaba Godric mientras que el abuelo de Hermione se apresuraba a hablar.

-Tu padre mi querida princesa, es descendiente de la persona que bebio la sangre de Lilith, por lo que tu no solo tienes los poderes de ella, sino que aunque no lo tuvieras tienes el poder de crear magia mas poderosa, y eso es lo que Lilith quiere, tu poder- Finalizaba el abuelo de Hermione.

-Entonces si no tuviera la sangre de Lilith, estaría a su altura para luchar?,- Preguntaba la chica mirando a los tres hombres que estaban al frente.

-Por supuesto que estas a la altura, siempre lo has estado, te he observado y tienes tanto mi coraje como mi determinacion, te he heredado no solo la magia, sino la valentía y el corazon mas humano de una Gryffindor- Mencionaba Godric con todo orgullo haciendo sentir ahora a la castaña con mayor fuerza.

-No solo eres la heredera de la sangre de Lilith, sino que eres la heredera de Gryffindor- Aseguraba Dumbledore mientras que el abuelo de Hermione asentía con la cabeza.

-Y sobre todo eres la nieta que mas adoramos con todo el corazon, tu puedes, no te dejes vencer, ahora que sabes quien eres, usalo, defiende al mundo magico y sobre todo a todas aquellas personas que se han visto marginadas- Reafirmaba el hombre vestido de blanco haciendo que la castaña ahora los mirara con demasiada seguridad, si algo ahora tenia en mente era que deseaba ver a sus amigos y a la gente que mas amaba, por lo que debia pelear con todas sus fuerzas.

-Los quiero a los tres, abuelo Clark, tatarabuelo Godric, profesor Dumbledore, ustedes ahora seran mi escudo, pero sobre todo.... mi Draco- En ese momento volvió a sentir el dolor que le provocaban las hortigas que estaba enredadas en su cuerpo, pero esta vez las soportaba con todo lo que podía, recuperaba la nocion del tiempo para darse cuenta que Lilith aun seguia observandola y burlandose de ella, asi como la expresión seria de Luzbel desde su trono hecho de humo.

-Que pasa Hermione, creo que ya deberias rendirte ante mi poder, soy la ganadora pues lo he demostrado ya querida- Continuaba burlandose la pelinegra mientras que la castaña sonreía para si misma, recordando que ahora que sabía su origen podría combatir con quien estuviera frente a ella, no le importaba si salia mal herida, no sin antes atacar con todo lo que tenía.

-No me he rendido Lilith, debo agradecerte este momento por que por fin descubrí quien soy- Hermione hablaba con una tranquilidad que inquietaba a la bruja.

-No eres mas que una ingenua y una perdedora-

-Te equivocas, no solo tengo tu maldita sangre bruja de mierda, sino que soy la heredera de Gryffindor, uno de tus queridos alumnos- En ese momento Hermione tensó su cuerpo para poder ejercer la mayor fuerza posible y liberarse de las hortigas. Su cuerpo estaba iluminandose un poco haciendo que cada una de las enredaderas perdieran fuerza, las flores que estaban absorbiendo su energia comenzaban a marchitarse cada vez mas rápido hasta que llegó un punto donde el destello era lo suficientemente poderoso que dispersó bruscamente a los fragmentos de plantas que aprisionaban el cuerpo de la castaña. Tal impacto provocó que Lilith fuera derribada por la magnitud del brillo de luz haciendo que se preocupara un poco.

-Esto se pone cada vez mejor, creo que valdra la pena la espera- Mencionaba Luzbel para si mismo contemplando aquel destello.

Lilith en ese momento lanzaba bolas de fuego pero esta vez la castaña no los esquivaba, realizaba un campo de fuerza para poder detenerlos y asi poder caminar un poco más hacia ella. La mirada de Hermione era segura, valiente, de coraje, de ganas de vivir, por primera vez Lilith sintió que había subestimado a su heredera de sangre pues no estaba preparada para aquel descubrimiento, en el pasado solo sabía que aquel muchacho que había bebido su sangre la noche en que murió, crearía una descendencia teniendo como resultado el renacimiento de su sangre, mas ignoraba totalmente el hecho que ésta misma tuviera la sangre mágica de Godric Gryffindor uno de sus mas brillantes pupilos.

-Ya veras maldita perra- Lilith volvía a hacer crecer sus hortigas pero la castaña ahora podía controlarlas ya que cuando llegaron a ella realizó un movimiento rápido con las manos haciendo que éstas mismas se volvieran contra su creadora, golpeandola fuertemente en el cuerpo.

-Creo que me estoy tomando muy en serio el ser heredera de tu sangre no crees- Hermione ahora levantaba sus manos para invocar a las rocas, mismas que levitaban con gran facilidad. -Armaggedon gamma- Finalizaba el hechizo haciendo que las rocas se dirigieran hacia Lilith como si fueran grandes cometas.

-No lo permitiré- Lilith tambien realizaba el mismo hechizo pero a diferencia de que aquellas rocas eran oscuras, haciendo con esto que ambos encantamientos poderosos chocaran entre si realizando un terremoto.

Hermione utilizaba toda su concentración pensando ahora en los seres que mas amaba, deseaba ver a sus padres, a sus amigos, a sus compañeros del colegio, a Draco el gran amor de su vida y en ese instante el ataque se intensificó logrando así derribar fácilmente aquellas rocas negras que provenían de Lilith, haciendola que volara por los aires e impactarse con la pared donde solían estar los relojes de arena del conteo de puntos de las casas.

Lilith se incorporaba con bastante dificultad mientras que Hermione cesaba por fin aquel ataque, seguido a esto se acercó lentamente a ella y la observó un rato. Debía reconocer que ahora la bruja estaba perdida en cuanto a magia, observaba aquellos ojos de color violeta que estaban llenos de odio, de resentimiento, de ira, de soledad.

-No me mires con esos ojos, ya antes los había visto y lo odio- Lilth intentaba realizar el embrujo que había utilizado alguna vez en Hannover, mismo que consistía en lanzar un brazo invisible a las entrañas del enemigo para retorcerlo a su antojo, pero no contó con que Hermione detuvo aquella mano apretandola con gran fuerza.

-Ahhhhh!- Gritaba de dolor la bruja pelinegra pues su as bajo la manga era descubierto y saboteado por su contrincante. Hermione observaba la expresión de la bruja mismo que ahora no le causaba rencor, sino que era compasión por aquel ser tan solitario convertido en una perversa mujer.

-No tengo la menor idea de cuanto dolor te ha causado el mundo Lilith, y no entenderé lo que tuviste que pasar para poder sobrevivir contra aquellos que te utilizaron por tu belleza, creo que debe ser triste que nadie haya visto tu ser, pero en mi punto particular, ese no debió haber sido el camino a seguir- Mencionaba tranquilamente Hermione mientras que en ese momento Lilith la miraba contrariada.

-No te odio, ni te tengo lástima, solo es que si yo estuviera en tu lugar, no podría vivir sola, no podría estar sin el amor de mis padres, de mis amigos, de Draco, no seria ligeramente feliz rodeada de poder y carente de lo mas importante, como tu lo estas de lo que fuiste creada- Mencionaba Hermione mientras que la bruja pelinegra volvía su mirada a ella.

-A que te refieres con eso insolente- Replicaba Lilith.

-Estas carente de amor, el motor de nuestras vidas, tu creador moldeo tu cuerpo con todo el amor del mundo, pero tu no lo quisiste siquiera valorar, solo huiste sin hablar- Indicaba Hermione.

-No me vengas con esas tonterias, ahora no me digas que me perdonaras la vida, por que yo quiero pelear, tu piensas que el mundo esta rodeado de amor habiendo demasiado odio en el, hombres que matan y roban a los que lo necesitan, hombres hambrientos de poder que arrastran a la mujer a limites demasiado bajos, ¿eso es amor para ti?- Gritaba Lilith con todas sus fuerzas pero Hermione no se movía.

-El mundo puede tener de todo, incluso hay razones validas para que un hombre llegue a corromperse y tome caminos equivocados, pero siempre se te dara una oportunidad para cambiar lo que esta mal y poner lo que esta de tu parte para remediarlo- Hermione hizo una pausa. -Una madre al dar a luz, una chica con la ilusion del primer amor, una mujer trabajando horas extras para mantener a sus hijos y mandarlos a los mejores colegios, una excelente abogada defendiendo a otra mujer que fue ultrajada, y esa misma chica eligiendo dejar vivir a su pequeño que lleva en las entrañas, eso mi querida Lilith , eso es amor- Finalizba la castaña.

-Callateeeee!!- La bruja pelinegra estaba ahora llena de ira, las palabras que le había dicho la castaña habían resonado en su mente, pero como toda persona equivocada, el primer sintoma es la negación y por ese motivo e irracionalmente se abalanzó sobre ella haciendo aparecer un arma parecida a una espada.

-Espadatos- Hermione realizó un encantamiento Barbarem, mismo que habia aprendido en su quinto curso al colegio creando de sus manos una espada de color dorado, ahora estaba forcejeando mano a mano con la pelinegra misma que estaba atacando con todo lo que tenía, pues la ira como en todo ser humano saca lo mas insano de él mismo.

-Creo que conoces de todo un poco querida Hermione, pero no te servirá de nada- Lilith ahora cambiaba su espada por un látigo negro, tomando a la castaña del cuello, pero en ese instante la chica lo rompió con la misma espada.

-Ja , ja, no me hagas reir- Lilith ahora lanzaba un par de cuchillas entre cruzadas mismas que alcanzaron a hacer unos cortes en el abdomen y pernas de la castaña, y al hacerlo aquella arma en forma de cruz regresaba a las manos de la pelinegra . -Creo que esta no te la esperabas verdad querida, pues ahora veras que tan buena soy en las peleas con armas- Lilith volvía a lanzar las cuchillas mientras que la castaña se lanzaba a un lado para que no la siguiera cortando. En ese instante Hermione recordó aquella lección en el quinto curso acerca de los Barbarem.

"Un Barbarem no puede ser contrarrestado con cualquier hechizo o encantamiento, debe ser combatido con otro Barbarem que lo derribe".

Snape ahora estaba resonando en su cabeza haciendola comprender que ahora la bruja estaba perdida en la magia, pero no en lo que al barbarem respectaba. Así que la castaña debía pensar en algo para poder anular aquellas cuchillas ya que recordaba que aquel encantamiento de armas era lo mas parecido al juego de piedra, papel y tijeras.

-Catapultem!- Hermione hizo aparecer una cadena enorme misma que desembocaba en una gran roca dorada, la lanzó por los aires y exitosamente detuvo la dirección de aquellas cuchillas voladoras. Ahora Lilith hacia aparecer de nuevo la espada para dirigirse corriendo a dar un estoque a la castaña. pero ella a su vez aparecía un escudo dorado con el que se protegía.

-Moriras estupida- Afirmaba lilith.

-No lo creo- Hermione se safaba ahora de la espada y en ese momento el escudo se transformaba en otra diferente, era similar a la que lilith tenía en las manos solo que esta tenía grabado el nombre de "Godric Gryffindor".

-Abuelo, gracias- En ese instante blandió aquella espada y la puso al frente, esta misma se transformaba en un arco de plata hermoso, aparecieron entonces flechas doradas mismas que Luzbel reconoció al instnate.

-Eso es...- Luzbel estaba demasiado extrañado con la aparicion de aquel arco, mientras que en ese momento aparecían tres figuras, Albus Dumbledore, Clark Granger y el mismo Godric Griffindor.

-Eso es el arco del juicio, mismo que es portado por mi heredera, quien es la encargada de sentenciar a los magos tenebrosos que amenazen al mundo mágico, esta no es solo una espada cualquiera, sino que esta hecha con la espada de Miguel, uno de los arcangeles del todo poderoso, anteriormente yo tenía esa mision pero ahora es heredada por mi desendencia- Puntualizaba Godrici mientras que la castaña ahora comprendía lo que tenía que hacer.

-Perdoname Lilith, asi deben ser las cosas- Hermione lanzaba una de las flechas misma que le daba en el brazo a la bruja reteniendola como si fuera un lazo inquebrantable, lanzaba otra que le dió en una pierna y por último otra que le dió en el otro brazo, ahora que la tenía sometida cerró sus ojos.

-Juramen Absolutis- La castaña lanzaba la ultima flecha pero esta iba en dirección al aire haciendo con el portal se abriera creando una especie de agujero negro.

-Nooooooooooooo!!!- Lilith estaba ahora demasiado aterrada con el destino que le deparaba pues al ver el agujero intentó liberarse con todo lo que tenía pero era imposible. En ese momento el agujero dejó escapar un poderoso rayo luminoso que desembocaba en la bruja pelinegra, misma que se retorcía de la desesperación por querer liberarse, pero en ese momento la castaña se acercaba un poco.

-Solo limpiaras todo el odio de tu alma, no iras al infierno, tu creador no quiere eso, yo te perdono, te perdono de todo corazon lilith- Mecnionaba por ultimo Hermione mientras la pelinegra ahora estaba tranquila, ahora comprendía lo que la castaña trataba de decirle acerca de la otra oportunidad, iria a una dimensión donde sus crimenes fueran limpiados, donde volvería a recomenzar.

Luzbel ahora estaba demasiado furioso pues su premio se le estaba escapando de las manos por lo que rapidamente intentaba intervenir para que aquel rayo luminoso no se llevara a Lilith a otra parte que no sea al infierno.

-No, nadie me toma el pelo y menos unas simples mortales- luzbel intentaba romper aquel rayo pero era inutil, alguien mucho mas poderoso que el estaba interviniendo alguien a quien conocía perfectamente.

-Tu y yo sabemos que él ahora esta interviniendo, y no puedes hacer nada al respecto- Finalizaba Hermione.

Luzbel ahora estaba furioso pues todos sus planes se habían ido por el caño, una vez mas el creador le había demostrado que el ser humano podría tener acciones demasiado bajas y crueles, pero todos se merecían una segunda oportunidad, y contra eso no podía hacer nada, lo unico que le restaba al hombre de ojos verdes era retirarse, mismo que antes de hacerlo se dirigió a Hermione.

-Acepto mi derrota, por lo que he de reconocer que eres una gran guerrera, creo que definitivamente el sendero de los muertos no va contigo, ademas, creo que me daras mi recompensa tarde o temprano, ahora que sabes lo que eres, creeme yo te dire de que se tratara a su debido tiempo, se feliz mi hermosa niña- El principe de las tinieblas esbozaba una sonrisa y abandonó inmediatamente el salon.

Hermione en ese momento se sintió demasiado cansada, la espada de Gryffindor había desaparecido y se tiró al piso desmayada, pues toda aquella fuerza en la pelea le había quitado mucha energía, deseaba saber como estaban los demás pero no tenía la fuerza necesaria para eso, ppor lo que se tiró al piso feliz de haber no solo combatido contra Lilith y enviarla a otro lugar sino que ahora sabía que portaba la sangre de dos personas que tanto amaba, la de sus dos ancestros.


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