A la mañana siguiente Hermione se levantó mas cansada de lo normal, sintió que no había dormido bien puesto que sus parpados estaban más pesados que nunca, se levantó a tientas para disponerse a sacar su uniforme, notó entonces que algo no andaba bien, ya que prácticamente no recordaba ninguna acción realizada despues de salir del despacho de Dumbledore. Observaba que las demás chicas aún se encontraban dormidas, probablemente ellas tendrían una hora más de sueño que ella, cosa que detestaba.
Se dirigió depronto al tocador notando algo que la hizo que abriera sus ojos cada vez más en señal de terror, en aquel instante soltó un grito desesperado puesto que por fin se había visto en el espejo. Las chicas inmediatamente se levantaron para ver la razón de aquel grito sorprendiendose ellas aún más por el aspecto tan diferente de la ahora ex-castaña.
-Herm.. Hermione, tu cabello, ¿Te lo teñiste ayer?- Preguntaba Ginny observando que su amiga se encontraba ahora más temblorosa de lo normal.
-No... no recuerdo nada Ginny, no se como hice esto, ¿Que rayos está ocurriendome?- Se preguntaba a si misma desesperada tocando su cabello que ahora se encontraba negro y lacio, cosa que no se le veía nada mal pero para estar acostumbrada a sus rizos castaños, aquel era para ella un cambio demasiado drástico y brusco.
-No me digas que no recuerdas nada, tampoco el hecho de que me empujaste?- Ginny preguntaba también extrañada de aquella confesión, ya que a decir verdad notó muchos cambios en la chica que había presenciado el día anterior.
-Que hice que cosa?- Hermione miraba furtivamente a su amiga mientras que ésta volvía a observar que sus ojos volvían a ser de color miel.
-Tus ojos Hermione, tus ojos- Indicaba seriamente la pelirroja.
-Pero que hay con mis ojos Ginny dimelo- Preguntaba con ansia la ahora pelioscura.
-Tus ojos eran de color violeta, y ahora son de tu color natural- En ese instante que la pelirroja le recordaba algo relacionado con el cambio, el dolor de cabeza de Hermione volvía a hacerse presente, en ese instante todas las demás se asustaron arrinconandose lo más que podían.
-Hermione que te ocurre?- Ginny estaba desesperada y preocupada por su amiga tomandola de los hombros para que no cayera, y al cabo de unos minutos la ahora pelinegra dejó mostrar sus ojos color violeta que contrastados con el cabello de la chica la hacían lucir hermosamente exótica.
-Hazte a un lado niña, no quiero lastimaros, ustedes sois mujeres- Lilith comenzó a hablar dejando a las demás chicas petrificadas del susto, en ese instante se separó de las manos de la pelirroja y se dispuso a salir realizando un encantamiento que la hizo vestirse rápidamente.
Todas en el dormitorio de las chicas Gryffindor se quedaron pasmadas y asustadas con el cambio tan radical de la chica, se miraban unas a otras contrariadas, pues no les apetecía la idea de compartir cuarto con Hermione después de lo que habían presenciado, Ginny en cambio cayó a la cuenta de que la que estaba hacía unos minutos frente a ella no se trataba de su amiga, era alguien más en su cuerpo, cosa que tenía que descubrir a como diera lugar.
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Harry se encontraba de vuelta por fin esa mañana, no había pasado esa noche en su dormitorio ya que se había trasladado temprano de Grimmund Place acompañado de un sinumero de aurores para su protección. Al llegar al colegio se dió cuenta que las cosas se habían puesto un poco más estrictas, pues al entrar por el porton principal observó la hilera de carpas con letreros alusivos a Hogsmade, por lo que supuso que las salidas a ese lugar estaban totalmente restringidas.
Se encontraba caminando apresurado a ver al profesor Dumbledore para decirle lo que había presenciado en la mansión de las rosas azules ya que era crucial que el director interviniera en tan malévolo plan en contra de la castaña, se dirigió al jardin principal donde a escasos metros se encontraba la oficina en forma de caracol cuando en aquel instante se encontró con alguien que lo dejó boquiabierto.
-Hermione?, pero... ¿Que te has hecho?- El chico de ojos azules preguntaba furtivamente observando a su amiga que tenía ahora el cabello negro intenso, pero lo que le llamaba más la atención eran esos ojos color violeta.
-Hola Harry Potter, es lindo tenerte aquí de vuelta- Lilith, quien en ese momento tomaba las acciones de Hermione se dirigía al chico con un tono seductor, haciendo que el chico se quedara algo helado con aquel cambio, pues aquel aroma que despedía lo hacía perder poco a poco el control.
-Hermione... creí que... no te... creí que ellos te tenían- Harry sintió que la chica se aproximaba a el lentamente, aquel cabello tan lacio y esos ojos tan peculiares hacían lucir a su amiga extremadamente hermosa y exótica. Ella se acercó lo suficiente para abrazar con ternura al chico, mismo que dió un pequeño sobresalto cerrando a su vez los ojos para seguir disfrutando aquel aroma.
-Pobrecito mío, pobre de mi Harry Potter, debiste estar muy preocupado por mí- Lilith abrazaba al chico de la cicatriz seduciendolo, tocaba con ambas manos su nuca y acariciaba su cabello oscuro haciendo que el chico de la cicatriz se volviera loco con aquel toque.
-Todo terminó Harry, Hannover no me buscará más y las marionetts son historia, pude vencerlas- Lilith se separó un poco del cuerpo de Harry mismo que la miraba con demasiada intensidad, había algo en ella que tal vez no era normal pero no podía negar que todo aquello le fascinaba.
-En serio?, me preocupé mucho Hermione, y más verte con ese idiota de Malfoy, perdoname... no quise que estuvieras con él- Harry decía entrecortadamente acariciando el cabello negro de la chica, en ese momento la pelinegra se acercó demasiado abrazando de nuevo al chico.
-Sentiste celos Harry?, dime la verdad- Lilith hizo una pausa, mientras que se acercaba al oido del chico.
-Me quieres para ti solo?-La pelinegra se encontraba susurrandole a Harry mientras que éste se sorprendía un poco, se separó un poco de la chica para volverla a observar y en ese momento el chico se aproximó a sus labios cerrando sus ojos.
-Si Hermione, te quiero para mi solo, me volví loco de celos al saberte en brazos de McLaggen y de Krum- En ese instante el chico de la cicatriz besó con instensidad a la pelinegra mientras ella con los ojos tambien cerrados le correspondío aquel beso que duro unos segundos. Seguido a eso Lilith encontró la oportunidad perfecta para llevar el primer paso de su plan a cabo, se retiró un poco de los labios del chico y continuó susurrando.
-Puedo ser tuya Harry, solo tuya- Lilith le indicaba al chico mismo que ya no estaba respondiendo de si mismo de tan excitado y enherbado de aquel aroma que se encontraba.
-Quiero que seas mia Hermione- El chico de la cicatriz le indicaba a la chica quien se encontraba bajo los efectos de aquel aroma a filtro de amor que rondaba el aire. En ese instante que Lilith consideró que su victima se encontraba preparada, se retiró un poco del chico sin dejar de mirarlo a los ojos de manera seductora, se arremangó la blusa y con una de sus uñas realizó un corte trasversal en su vena para dejar salir un hilo de sangre haciendo que Harry se extrañara un poco con aquella acción.
-Que has hecho Hermione, como puedes lastimarte asi?- Harry se preocupó por un instante pero Lilith lo volvía a mirar con aquellos ojos color violeta que comenzaban a brillar más de lo normal haciendo que el chico se detuviera.
-Bebe algo de mi sangre Harry Potter, y seré tuya para siempre, de lo contrario será alguien más quien lo haga- Indicaba Lilith quien continuaba sangrando de tal manera que algunas gotas escarlata comenzaban a caer al piso. Harry se llenó de celos al pensar que ahora su chica podría ser de otro, así que sin pensarlo se acercó y sutilmente comenzó a lamer aquel hilo de sangre haciendo que la chica le acariciara la mejilla.
Harry continuó lamiendo la sangre de Lilith hasta que llegó a la herida y sin quererlo se prendió de ella como si emanara un delicioso elixirl mientras que la pelinegra comenzaba a reir de gusto, de regocijo, pues el era su primer victima. Ahora Harry Potter le pertenecía por llevar su sangre, haría de el lo que se le antojara y éste respondería sin queja alguna pues su vida ahora estaba en manos de la primer bruja de todos los tiempos.
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La mansión de los Riddle estaba en ese momento era la cede de la reunion de los mortífagos, el escenario lúgubre combinado con los ornamentos costosos y tétricos contrarrestaban de manera espelusnante con todos los invitados que se encontraban en la mesa departiendo y planeando lo que sería el próximo ataque. Todos estaban ansiosos por saber noticias sobre Harry Potter, pues como ellos ya habían sabido, las marionetts habían cumplido con su parte y atrapado al chico, lo que ellos ignoraban era todo lo relacionado con el rescate, pues no era prudente decirle al señor tenebroso el fracaso del plan.
Voldemort estaba algo sonriente y triunfante pues faltaba ya poco para tener noticias nuevas de su viejo amigo Murdock Hannover quien estaba a punto de hacer acto de presencia para poder indicar la fecha en la que discutirían sobre lo relacionado al intercambio Potter-Granger. Bellatrix se encontraba tocando y rizando un poco su cabello en señal de impaciencia mientras otros se dedicaban a beber un poco más de vino, pero solo uno de ellos estaba serio. En ese instante Tom Riddle decidió comenzar a hablar, dirigió una malévola sonrisa al hombre platinado que ahí se encontraba.
-Y bien Lucius, espero que tu plan de traer a la sangre sucia haya dado resultado, esta vez no toleraré falla alguna- Indicaba con absoulta seriedad el mago tenebroso mientras el hombre platinado no borraba la sonrisa de su rostro, pues era claro que aquel plan que estaba fraguando tendría éxito.
-En efecto mi lord, la sangre sucia mordió el anzuelo, ahora solo falta pedirle a Draco que la traiga a usted para que la intercambie con Potter, como le dije antes, mi hijo es muy popular con las mujeres, por lo que no le costó ningun trabajo conquistar a esa muchacha- Respondía el hombre platinado haciendo que los demás clavaran sus miradas en él, mientras que otro de los mortifagos se apresuraba a refutar a aquel hecho.
-Son puras mentiras Lucius, como todo lo que tu planeas, cuantas veces el señor tenebroso no te confió misiones mismas que hechaste a perder, ¿Por que ahora debemos de creerte?- Discutía Bulldog mismo que había solicitado la misión con Hermione al mismo tiempo que el hombre platinado, y no le parecía justo que solo él se llevara todo el crédito.
-Creo que no entendiste bien el plan de Hannover, verás, él nos encargo que trajeramos sana y salva a la sangre sucia, pues era de vital importancia que así se encontrara, sin ningun rasguño o alguna marca de algún enfrentamiento, y como podrás darte cuenta ella no es de las chicas que se ofrecen voluntariamente a acompañarnos, hubiera sido complicado que precisamente tú te ofrecieras conociendo tu naturaleza tan... poco amigable mi querido Bulldog- Argumentaba acertadamente el hombre platinado haciendo que el mago tenebroso asintiera con la cabeza observando al mortífago que se había quejado, en ese instante Lucius se volvió a su Lord.
-Tengo que decirle que la chica no ha sufrido daño alguno, es bien sabido que se atraen mas moscas con miel que con hiel, por lo que ella estará voluntariamente en sus manos para dicho intercambio- Mencionaba el hombre platinado haciendo que los demás miraran al señor tenebroso para ver sus expresiones.
-Y que pruebas me das de tu plan mi querido Lucius, por que en cierta parte, mejor dicho estoy totalmente deacuerdo con lo que nuestro camarada Bulldog acaba de mencionar, tu has tenido infinidad de oportunidades y has fallado, así que lamento decirte que necesito ver hechos para darte el crédito- Puntualizaba el mago tenebroso haciendo que el mortífago que se había quejado sonriera de total satisfacción. Lucius por su parte no estaba preparado para presentar algún avance del plan ya que sus manos por primera vez estaban sudorosas.
Voldemort tenía claro que su sirviente no le tendría alguna noticia, por lo que no le dió importancia a aquel comentario y se dirigió de nuevo a sus demás encapuchados, mismos que estaban siguiendo con la mirada cualquier movimiento corporal que hacía su líder. En el momento exacto que el mago tenebroso se disponía a hablar para tratar los detalles del próximo ataque la puerta del salón se abrió dejando a todos bastante sorprendidos y boquiabiertos, incluso el mismo Lucius se quedó absorto con lo que estaba observando, una chica de cabello negro lacio y ojos color violeta hacía acto de presencia ante aquellos mortifagos y acompañada nada mas y nada menos que de Harry Potter, el nemesis del señor tenebroso.
-Buenas noches señores, puedo formar parte de su fiesta?- Lilith preguntaba observando uno a uno los encapuchados que ahí se encontraban, deteniendose un poco más en Lucius a quien identificó rápidamente como el padre de Draco.
Todos en cambio estaban sorprendidos de la manera en la que la chica había cambiado su aspecto, la cara era la misma pero ahora estaba adornada con una larga cabellera negra y aquellos ojos eran de un violeta intenso. Otros simplemente miraban a Harry quien se encontraba siguiendo como perro faldero a la chica, en ese instante Voldemort quien estaba igual de sorprendido que todos ellos se decidió a hablar.
-Señorita Granger, no es cierto?, que agradable sorpresa, precisamente estabamos hablando de usted y de su amigo Potter- Mencionaba con cortesia el mago tenebroso sonriendo de forma maquiavelica demostrando lo regocijado que estaba con aquella visita, pues eso había significado matar dos pajaros de un solo tiro.
-Me halaga mucho que se hable de mi, y debo decir que la captura de Hermione Granger no hubiera sido posible sin la intervensión del hijo de uno de tus sirvientes- La pelinegra volteó hacia Lucius quien en ese momento dejaba un poco su expresión de sorpresa para transformarla en una de alivio ya que aquella confesión significaba la famosa prueba que su Lord necesitaba para darle el crédito. En ese instante todos se voltearon a ver unos a otros tratando de entender aquel comentario de la chica, pues al parecer estaba indicando que ella no era precisamente Hermione granger.
-Que quiere decir con eso de "la captura de Hermione Granger", ¿Acaso usted está usurpando su personalidad y su aspecto?, por que de ser así le advierto que no gusto para nada las bromas de mal gusto, digamos que no me ponen contento- Amenazaba Tom Riddle mientras que los demás mortífagos se levantaban en señal de estar preparados para hacer hablar a aquella chica.
-Este cuerpo que ves mi querido Tom, es el de Hermione Granger, esta sangre que corre por mis venas, es mi sangre, pero también es la de ella- Puntualizaba Lilith mirando a todos los encapuchados mientras los rodeaba para apreciarlos mejor sin apartarse de su acompañante Harry quien estaba demasiado hipnotizado para darse cuenta en el lugar donde se encontraba. Voldemort deseaba que le contestase varias de sus preguntas por lo que decidió iniciar con la primera.
-Quiere usted decir que usted tomó el cuerpo y la sangre sucia de esta chica?, creo que esto es suficiente- Amenazba severamente el mago tenebroso pero Lilith no se amedrentaba en lo más minimo, a decir verdad le gustaba hacer exasperar a su interlocutor.
-Hermione Granger no es ninguna sangre sucia mi estimado Tom, de hecho ella es la que me esta dando vida en este momento, en pocas palabras, es una sangre Alfa y tiene mi linea directa, por lo que la hace mucho más valiosa que tu- Mencionaba la pelinegra haciendo reventar los animos de Bellatrix misma que se lanzó sobre ella para apuntarla con su varita.
-Mucho cuidado con lo que dices del gran Lord Voldemort asquerosa sangre sucia, por que no importa cuanto deseen aquellas malditas uniformadas atraparte, realizaré un encantamiento para que quedes como nueva después de la paliza que estaré por darte- Amenazaba Bellatrix quien tenía la punta de su varita presionando la mejilla de la pelinegra haciendo que todos a su alrededor se rieran un poco. Lilith solo se limitó a sonreir un poco y tomó de la mano a Harry quien no dejaba de mirarla.
-Quiero ver que lo intentes bruja de quinta- Retaba seriamente la pelinegra a la mortífaga misma que soltó un bufido en señal de que no dudaría en hacerlo.
-Te lo advertí asquerosa... ¡Crucio!- La mortífaga lanzaba un rayo contra el pecho de la chica misma que solo hizo que retrocediera un poco, pues por más potencia que ponía en aquel maleficio éste no le hacía ningun rasguño. Bellatrix dejó de tratar de torturar a la chica sorprendiendose un poco de ver a la pelinegra intacta, pues el ataque que había recibido era directo.
-Como... como es posible...¡Cruciooooo!- De nueva cuenta Bellatrix lanzaba la maldición con todas sus fuerzas pues no era de las mujeres que fácilmente se dieran por vencidas, pero se llevó una gran desepción al ver que la chica estaba ahora riendo como una loca logrando que los demás encapuchados retrocedieran un poco pues eso era señal de que algo no andaba bien, incluso el mismo Voldemort que estaba observando toda la escena abrió un poco más sus espectrales ojos para darse cuenta de que por mas que la chica recibiera ataques, estos no le harían nada. Lilith en ese momento regresó una seria mirada a Bellatrix y se acercó un poco más a ella.
-Ahora te enseñaré un verdadero ataque torturador bruja de quinta...¡Infernus Sicodelus!- Lilith sin usar ninguna varita extendió su brazo derecho apuntando con el dedo índice mismo que sin rayo alguno logró penetrar en las entrañas de la mortífaga.
Bellatrix comenzó a retorcerse, muchos de sus costillas comenzaban a sonar cual mondadientes rompiendose, sus manos se engarrotaban y se retorcían al tiempo de que recibía aquel ataque, sus ojos estaban desorbitados y sus piernas estaban ahora apunto de romperse. En ese instante el mago tenebroso por primera vez se llenó de temor, pues esa era una magia que desconocía, más por el hecho de que la chica no estaba utilizando ninguna varita.
-Basta ya!- Mencionó rápidamente Voldemort mientras que Lilith cesaba aquel ataque dejando a Bellatrix con el aspecto de un puré de patatas recien hecho, aunque todavía continuaba con vida, aquel ataque resultó totalmente devastador en su cuerpo, por lo que comenzaba a chillar como una loca por que no solo algunos de sus huesos estaban rotos, sino por ser humillada ante una sangre sucia.
-Deben comprender que sus maldiciones y hechizos no sirven de nada en contra mía, y para serles clara, yo misma los inventé- Indicaba Lilith con una sonrisa de triunfo mientras que de pronto comenzaba a levitar para acercarse más a Voldemort. Los demás mortifagos decidieron no tentar el carácter de aquella chica incluyendo a Lucius quien seguía absorto por aquel cambio, en ese instante la pelinegra comenzó a voltear a ver a los seguidores de Voldemort para aclararles a lo que se refería.
-Creanme que si Hermione Granger hubiera tenido conocimiento de sus capacidades en la magia ya habría desbancado en pocos minutos a su líder- Puntualizaba Lilith, mientras que los demás continuaban sin moverse de la sorpresa.
De pronto Hannover estaba cruzando la puerta donde se encontraban los mortífagos para indicarle a su camarada que el plan estaba consumado y que en un par de días contarían con Potter para entregarlo, pero cuando logró traspasar la puerta se encontró con la sorpresa de que la señora que tanto adoraba se encontraba a unos cuantos metros de él, por lo que rápidamente acudió para presentar sus respetos. Hannover se acercó lo suficiente a la pelinegra para hacer una magna reverencia, haciendo que ésta se mostrara complacida con su sirviente.
-Mi señora, si me permite preguntar, ¿Que hace usted aquí?- Comentaba febrilmente el hombre de cabello cano mientras que Voldemort se sorprendía al comprobar que su viejo camarada reconocía a aquella chica.
-Por que le haces reverencia a esta niña, ¿Quien es ella en realidad?- Preguntaba ansiosa y desesperadamente el mago tenebroso pues ahora su cabeza estaba llena de cuestionamientos sobre la naturaleza de la pelinegra. Hannover sin embargo observó a su sirvienta para solicitar permiso de aclarar aquella duda, misma que asentía con la cabeza en señal de aprobación.
-Mi querido Tom, ella es Hermione Granger, al menos es solo su cuerpo y su sangre, puesto que a quien tu tienes en realidad en frente es nada más y nada menos que a mi señora Lilith, la primer bruja de todos los tiempos y que gracias a ella ahora todos tenemos magia, incluido tu y todos aqui presentes- Hannover respondía con naturalidad mientras los seguidores del mago tenebroso estaban inquietos y sorprendidos por aquel comentario, ahora se encontraban más confundidos que nunca incluyendo al mismo Voldemort.
-Que quiere usted decir con la primer bruja de todos los tiempos, teníamos la idea de que ése era Merlín- Puntualizaba Lucius haciendo que el hombre cano se volteara contra él intentando lanzarle un ataque con su nueva varita, cosa que sorprendió aún más a los ahí presentes, pues todos recordaban que Hannover era un squibb. Lilith le tocó la mano a su sirviente para que desistiera de atacar al hombre platinado pues parte del trato de transferencia era llegar a un acuerdo, y eso la misma pelinegra lo sabía.
-Merlín fué el primer mago reconocido, pero yo fui quien le otorgó sus talentos como hechicero, de mí aprendió todo lo relacionado a la magia y a sus ventajas, pero ahora he venido a reclamar mi lugar como su reina absoluta- Puntualizaba Lilith quien se subia a la mesa para caminar sobre ella.
-Ahora comprendo todo- Indicaba otro de los mortífagos que ahí se encontraban.
-A que te refieres con eso Greyback?- Preguntaba Voldemort para tener una idea de todo lo que estaba pasando, mientras que Lilith dejaba que el mortífago contestara aquella duda.
-No fué Merlin que comenzó la linea de magia, fue Lilith quien lo hizo, la primer esposa de Adan, quien fué desterrada del paraíso y enviada al mar rojo donde se apoderó de varias comarcas. Murió a manos de un clérigo pero su sangre la vertió en una copa para que alguien más la bebiera, no importando si era mago o muggle. La leyenda decía que si aquella sangre se propagaba en la desendencia y alcanzaba a conectar con un mago, ella resucitaría para cobrar venganza- Mencionaba el hombre lobo que al parecer por su condicion sabía mas de leyendas y mitos urbanos más que la mayoria de los magos, pues al carecer de una creencia propia ellos solo escuchaban y comparaban los hechos. En ese momento Lucius comenzó a recordar que alguna vez había escuchado hablar de la misma leyenda con alguien, pero le restaba importancia al catalogarlo como un hecho irrelevante y carente de fundamentos.
-La sangre Alfa, Hermione Granger posee no solo la más pura sangre mágica de todos los tiempos, sino que reinició la cadena de Lilith, incluso les voy a confesar que mis Magic Marionetts tienen parte de su sangre, lo que hace que ellas posean magia- Hannover hizo una pausa.
-Lilith tiene el poder de crear magia y otorgarla, Hermione Granger también posee esa cualidad que muchos ya quisieran- El hombre de cabello cano se encontraba dirigiendo una mirada de satisfacción a Voldemort mismo que encontraba todo aquello fascinante y a la vez perjudicial con el plan original, ya que ahora se daba cuenta de lo mucho que llegó a subestimar esas leyendas.
-Entonces a quien tenemos ahora es a Lilith o me equivoco- Preguntaba el mago tenebroso haciendo que los demás miraran a la chica extasiados, pues nunca se imaginaron conocer o tener siquiera enfrente a la primer bruja de la historia.
-En efecto mi querido Tom, ella es Lilith, y ahora creo que viene a reclamar lo que le pretenece, no te ofendas querido amigo- Indicaba hannover mientras que la pelinegra se dirigía al frente de los encapuchados, caminó hacia ellos y enfrentó al señor tenebroso.
-Puedo entregarte a Potter mi querido Tom, ahora el me sirve y lo seguira haciendo, pero todo tiene un precio- Mencionaba Lilith mientras que el mago tenebroso sonreía de satisfacción.
-Cual es el precio mi querida señora, cualquiera que sea sera un placer pagarlo- Mencionaba Voldemort con una pronunciada reverencia. En ese momento Lilith se acercaba demasiado para poder susurrarle al oido.
-Quiero ser la reina y señora del mundo mágico, deseo que todos me adoren como su creadora y sobretodo me tengan respeto- Finalizaba Lilith mientras que Voldemort se contrariaba un poco.
-Puedo darte la inmortalidad que tanto deseas si prometes servirme, no necesitaras de este chico puesto que ahora está bajo mis ordenes, quiero que todos sus hijos varones sean mis caballeros, que combinado con mis queridas niñas haremos un ejercito invencible.- En ese momento que Lilith declaraba todo su plan, el mago tenebroso no tenía más remedio que aceptar, pues era obvio que no tenía lo necesario a enfrentar a una bruja tan poderosa como lo era ella.
Voldemort asintió haciendo que los demás mortifagos se extrañaran de la desición de su líder, ahora todos se verían en la necesidad de ofrecer a sus hijos varones a Lilith para que ella pudiera desposarlos. El reinado o jefatura del mago tenebroso Tom Marvolo Riddle conocido como Lord Voldemort estaba terminando, dando inicio el de Lilith, la primer bruja del tiempo.