Capítulo 155

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Lanzarse a sus brazos o no.

"¿Por qué me miras así?". Saeng estaba avergonzado de su mirada. Hyun lo veía con amor y deseo en sus ojos. Y lo observaba muy fijamente. "Oh, sólo me parece que mi esposo es muy atractivo y muy sexy". Hyun tocó la punta de su nariz para mostrarle su afecto. En realidad él quería ser honesto y compartir todo lo que sabía con Saeng. Pero le preocupaba que eso causará problemas. Ni siquiera él lo sabía todo aún. "Hyun, tengo mucho trabajo que hacer", Saeng le dijo. Él no podía controlar sus sentimientos cuando estaba cerca de su encantador esposo y no sabía por qué. ¿Era porque lo amaba aún más ahora? ¿O porque estando con él se comportaba como un niño aturdido e inocente? "Está bien, vuelve al trabajo. Te dejaré solo. También tengo trabajo que hacer". Hyun había aceptado nunca interponerse entre él y su trabajo. Era un hombre de palabra, e hizo lo que había prometido. Cuando él se disponía a trabajar, no permitía que sus emociones interfirieran, así que asintió y se entregó al trabajo. Hyun se sentó en su escritorio y continuó mirándolo. El rostro de él era frío como el hielo. Su aislamiento era un muro que impedía que Hyun se acercará. '¿Por qué está tan frío conmigo ahora? ¿Sabrá quién me llamó? ¿O hay alguna otra razón?', Hyun pensó para sí mismo. Incluso sin levantar la vista, Saeng sabía que Hyun lo estaba mirando. Pero Saeng no tenía tiempo para él. Era un oficial, por lo que tenía que asumir la responsabilidad de su trabajo. Así que se sentaron en silencio, preocupados por la misma cosa. La noche había caído. Después de terminar el trabajo, Saeng dejó escapar un suspiro de alivio y movió la cabeza para calmar su dolorido cuello. Hyun se había quedado dormido en su silla. Él lo vio, tratando de determinar si estaba descansando o durmiendo. Luego pensó en traerle una manta. Hyun rompió el silencio, su voz profunda se abrió paso a través de la calma imperante. Eso hizo que él se sobresaltara. "¿Ya terminaste?". "Sí. He terminado". Saeng se pasó la mano por el pelo, avergonzado, y miró hacia otro lado. ¿Sería por esa llamada que él estaba siendo distante? Para Saeng, él seguía siendo el mismo hermoso y orgulloso chico parado bajo el sol de aquella cálida tarde. Él tenía 16 años, y desde entonces nunca conoció a nadie como él. Hyun notó que estaba distante con él. Ni siquiera el gran afecto que él le había mostrado podía cambiar la profunda desconfianza. Tenía que ser la misteriosa llamada telefónica. A Saeng se le partía el corazón cuando miraba la cara triste de Hyun. Si pudiera, se pondría en su lugar. Verlo infeliz lo lastimaba mucho. Él suspiró. Siempre había sido el pasivo en esa relación. Se dice que el que cae primero cae más profundo. Era verdad. Incluso un ceño fruncido hacía que le doliera el corazón. Él tenía que luchar contra esos sentimientos, por lo tanto, necesitaba resolver primero los otros problemas. Hyun acarició su mejilla con sus finos dedos blancos y acomodó un mechón de cabello detrás de una de sus orejas. Sus ojos luminosos viajaron lentamente sobre la cara de Saeng, para detenerse finalmente en sus carnosos labios. Saeng se sintió incómodo bajo la cálida mirada de Hyun. Tragó saliva, ruborizándose, y no sabía para dónde mirar. A él le divertía esa incómoda respuesta. Sonrió burlonamente, lo que hizo su rostro aún más hermoso.
Saeng estaba hechizado por el encantador hombre que tenía delante y su corazón se aceleró sin control. Pero él estaba indeciso: ¿debía lanzarse a sus brazos y dedicarse a echar a otros? ¿O debía simplemente huir mientras todavía estaba en razón? Finalmente, Saeng siguió sus sentimientos, besando al hombre que tanto amaba. En cuanto a él, la sonrisa encantadora en su rostro se congeló por la sorpresa de ver a su tranquilo esposo tomar la iniciativa. En ese momento, Saeng se deshizo de sus escrúpulos y de todos los temores de otros, de novios pasados. Él sólo quería disfrutar de ese momento envuelto en sus brazos, ese momento en que él sólo le pertenecía a él. Tal vez él le causaría pesares. Tal vez él huiría como lo había hecho antes. Pero toda esa tortura no importaba, porque ese momento valía la pena. Si tenía que ser appa soltero, que así fuera. Hyun nunca había sido un blando. Siempre obtenía todo lo que quería, ya se tratará de un chico o de un trato comercial. Él nunca perdía. Si bien había comenzado a preocuparse por él. Se sentía triste cuando Saeng lo ignoraba, se asustaba cuando él no decía nada, le era difícil de repirar, cuando él actuaba frío como el hielo.
Quizás Hyun no sabía lo que era el amor. No era un hombre emocional, y no quería enamorarse. Pero si él logrará quedarse con su corazón, sería todo para el.
No sabía por qué esa belleza normalmente distante lo besaba, pero él era un experto besador. Sabia convertir un beso en una aventura apasionada y sensual, en una forma de desterrar ese sensacion de pérdida que había sentido toda la noche.

Un verdadero Amor. 1a Parte.Where stories live. Discover now