—¡Maldita sea, ___! ¡Me costó un mundo arreglar las abolladuras del escudo!— Me grita Usopp, molesto por saber que su esfuerzo acaba de quedar en nada.

—¡Lo siento Usopp! ¡Después te lo paso para que lo arregles!— Dejo de prestar atención a su protesta para seguir concentrándome en mi enfrentamiento con Zoro.

A pesar de chocar nuestras espadas constantemente y mantenernos en silencio, conversamos. Él y yo transmitimos nuestros pensamientos y sentimientos a través de la lucha, sin dudas ni tapujos, somos como libros abiertos que sólo nosotros somos capaces de leer... Nadie más podría hacerlo, por más que lo intenten. Esta es nuestra conexión y nadie podrá romperla.

—(Definitivamente te entrenó muy bien Mihawk.)

—(Lo mismo digo de ti... Esos gigantes realmente te enseñaron bien a tomar la espada.)— Responde con una sonrisa.

—(Con ellos como maestros y tú como rival... No hay forma que me deje vencer.)— Empujo con mi escudo hacia adelante, intentando hacerle perder el equilibrio.

Rápidamente recupera la compostura, avanzando hacia mí con grandes zancadas y llevando sus manos hacia los lados, moviendo amenazadoramente las Katanas mientras que la de su boca se mantiene quieta por la fuerza ejercida con los dientes.

—¡Predecible!— Grito con una sonrisa de oreja a oreja, llevando mi espada hacia la derecha, justo a tiempo para bloquear una estocada.

—¡Caíste!— Grita entre dientes mientras usa su otra mano para atacar con la otra Katana. Bloqueo a duras penas con el escudo que se vuelve más y más pesado a medida que pasa el tiempo...

No voy a negarlo... No soy fuerte ni rápida como Zoro... Tengo poca resistencia, comparada con todos los Mugiwara... Pero mi determinación es tan fuerte como la de mi capitán... ¡Voy a volverme la mejor espadachín del mundo! Y para lograrlo, tengo que superar a todos... Incluyéndolo a él... Aunque no me guste la idea de pelear contra el hombre que amo.

—¡Vamos, ___! ¡No puedes haberte cansado tan pronto! ¡Mi novia no es una mujer débil!— Sonrío al oírle decir eso. Incluso estando cansada, seguiré peleando.

—Incluso si me parten los brazos, seguiré peleando.— Lo veo sonreír satisfecho, aún ejerciendo presión con sus brazos.

Veo que las venas de su cuello se tensan, avisando inequívocamente que va a atacar con la Katana de su boca. Esta es mi ventaja sobre él... Sé observar demasiado bien mi alrededor, hasta el punto de notar el más pequeño detalle como si brillase por sobre lo demás. Todos dicen "encontrar una aguja en un pajar" es difícil... Para mí no lo es. Ya pueden imaginar quién es quien tiene que buscar a Zoro cada vez que se pierde... Así de bien nos complementamos.

—¡Boca!—Grito, refiriéndome a la Katana que utilizará para atacar. Rápidamente salto hacia atrás, apartándome a duras penas del filo de su arma, la cual rasga el estómago de mi camisa... Unos milímetros más y me habría cortado el abdomen como si fuera papel. Oigo un grito de enojo de Sanji, reprochándole junto a Chopper a mi novio el casi haberme herido.

—¡Maldito marimo! ¡Si le haces un solo rasguño, juro que te enveneno el trago!— Una amenaza tonta, todos sabemos que él sería incapaz de envenenar comida... Ni siquiera quiso hacerlo con el pastel de bodas que hizo para Big Mom.

—¡Zoro! ¡Si dañas a ___, juro que no te curaré a la próxima herida!— Desde que Zoro comenzó a entrenarme, he sufrido muchas heridas a lo largo de este tiempo... Un precio pequeño que he de pagar a cambio de mi sueño.

Seguimos sin estar al mismo nivel, pero avanzo con rapidez. Él no es un "maestro" que se vaya con rodeos... Siempre va directo al grano, obligándome a sacar lo mejor de mí en momentos de desesperación. Nuestras batallas son reales, tanto como cuando nos enfrentamos a los marines. No hay mejor forma de garantizar mi seguridad... Enseñándome a luchar y valerme por mí misma.

—¡Cierren la boca!— Noto una abertura en su guardia al gritar aquellas palabras a ambos. Acaba de cometer un error fatal... Distraerse en plena batalla.

—¡Perdiste!— Veo que me mira sorprendido y rápidamente baja una de sus Katanas, golpeando ligeramente su filo con el de mi arma.

El golpe no es lo suficientemente fuerte como para detener mi ataque, sino desviarlo ligeramente hacia abajo. Intento detener el movimiento de mi espada para evitar cortar su pierna o romperle un hueso, pero sólo consigo disminuir su velocidad lo suficiente como para golpearlo con fuerza. Veo que pierde el equilibrio, cayendo sobre el pasto del Sunny con su rodilla apoyada sobre éste. Todos se acercan preocupados por lo sucedido.

—Mierda...—  Oigo que se queja, noto que sudor cae de su frente. Debe de estar doliéndole demasiado... Nunca lo había visto tan vulnerable.

—¡Zoro! ¡Lo siento! ¡¿Estás bien?!— Suelto mi espada, sin importarme si se abolla o si el metal se ralla con algo.

—¡Eso es lo que pasa cuando entrenan como locos!— Grita muy enojado Chopper mientras se acerca.

Nos quedamos en silencio durante una eternidad, preocupados por la herida que le hice. Noto una mirada de preocupación enfocándose en mis ojos por parte de mi amado. Jamás lo había visto así... Con el miedo brillando en sus ojos. Empiezo a sentir un enorme arrepentimiento y la culpa carcomiéndome por dentro.

—Bueno, no es tan grave como pensaba...— Oigo a Chopper suspirar de alivio, siendo acompañado por los demás sonriendo.— Sólo necesitas esto.— Veo que le entrega algo que no puedo distinguir, pues Zoro cierra el puño de inmediato.

—Oye, ___.— Lo miro, aún con la culpa latente en mi corazón.— No soy precisamente bueno en esto... Pero es mejor ahora que nunca...— Noto sus manos temblar ligeramente.

—¿Qué cosa?— Le pregunto, aún asustada y preocupada por sus heridas.

—Desde que te conocí... Sentí algo muy raro contigo... No sé como describirlo... Solo sé que me sentía cómodo y tranquilo cuando estabas a mi lado... Y desde ese entonces no me gusta estar lejos de ti ni un solo segundo... Así que en lugar de extrañarte cada vez que desaparezcas de mi vista... Quisiera que... Te convirtieras en mi esposa... Para estar siempre juntos...— Entre las lágrimas y la vista borrosa por éstas, noto que Zoro aparta la mirada con sus mejillas levemente sonrojadas.— Así que... Conviértete en mi esposa, ___.

—Oye, se supone que tienes que preguntarle, no decirle qué hacer.— Oigo la voz de Nami un tanto fastidiada.

—Bueno, Zoro no es de los que se expresan mucho.— Oigo una suave risa de Robin.

—¡Cállense!— Río entre lágrimas, totalmente feliz.

—¿Y? ¿Cuál es tu respuesta a la "proposición" de Zoro, ___-san?— Brook pregunta, provocando que la atención de todos vuelva hacia mí.

Incapaz de contestar, asiento entre lágrima sonriendo a más no poder y con pequeñas risas que salen desde lo más profundo de mi corazón. Nunca antes me había sentido tan feliz... Siento que una de mis manos es tomada por Zoro y deposita con cuidado un anillo en mi dedo anular, sellando nuestro compromiso. Oigo aplausos y felicitaciones por parte de los Mugiwara, además de un llanto entre amargo y de alegría por parte de Sanji.

—Estaremos juntos para siempre, ___.— Con una gran sonrisa por su parte, Zoro me besa.

—¡Esto merece una gran fiesta! ¡Sanji, comida!— Río entre lágrimas, sintiéndome agradecida... Jamás pensé que encontraría al hombre de mis sueños por haberme vuelto una pirata... La vida da vueltas muy extrañas a veces.

FIN

Lu: Eso no fueron vacaciones... Viajar y salir temprano... Una pesadilla.

Luke: Floja.

Lu: ¡No estoy acostumbrada a salir!

Luke: Pues acostúmbrate. Yo ya lo hice.

Lu: Sí, a ti no se te hizo difícil salir del armario, Lucki-chan.

Luke: Una más que me jodas con eso y te parto el pc, Lu.

Lu: ¿Lo partirás más de lo que te parten a ti?

Luke: ¡SE ACABÓ! ¡¿DÓNDE CRESTA QUEDÓ MI HACHA?!

Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTSKde žijí příběhy. Začni objevovat