El tiempo me llama

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-Mi bella señora, aquí me tiene con nuevas noticias, espero sean de su agrado pues me he esforzado demasiado para obtener su indulgencia, que es como el elixir de la vida para este servidor suyo- Mencionaba Murdock en un tono febril mientras esperaba la opinión de la mujer tras la cortina, tras un breve silencio se complació al ser correspondido.

-Murdock, mi querido Murdock, ¿Por que tardaste tanto?- Preguntaba con una voz demasiado sensual y erótica aquella figura que se encontraba postrada en la cama.

-Me retrase mi bella señora, os pido disculpas por ello, el trabajo me absorbe demasiado, pero heme aquí para serviros como siempre- Respondía demasiado educado el hombre con la cabeza agachada, pues no deseaba hacer enojar a su señora, como el la llamaba.

-Debéis entender que hay prioridades mi querido Murdock, cosas mas importantes que tus ocupaciones terrenales, como sé que me traerás buenas noticias, te disculparé- Respondía la voz femenina y sensual detrás de la cortina de seda que comenzaba a ondear con las palabras que se escuchaban.

-Lo se mi hermosa señora, yo vivo para servirla y traigo excelentes noticias que se que os llenarán de júbilo, se trata de mi alianza con mi antiguo camarada, Lord Voldemort a quien usted ya conoce ha accedido a mis peticiones, que en realidad son vuestras- Respondía el hombre de la cicatriz en el pómulo esbozando una gran sonrisa ya que sabría de antemano que la figura detrás de la cortina se pondría de lo mas contenta con las nuevas.

-Espero no habéis revelado todavía mi existencia mi querido Murdock, pues aún no deben saber lo que se les tiene preparado, debo suponer que con vuestra alianza tendréis mejores cosechas, por lo pronto deseo escuchar solo una cosa- La voz hacía una pausa intrigando un poco a Murdock.

-Que es lo que vuestros hermosos y delicados oídos desean escuchar mi señora?- Preguntaba el hombre de la cicatriz en el cúmulo pues se imaginaba que era algo relacionado con las marionetts, también sonaba preocupado debido a lo terrible que sería si ella se enterase de la desaparición de Rubi, es decir, de Rebecca.

-habéis encontrado ya a la chica?- Inquiría aquella voz esperando una respuesta satisfactoria de su siervo, mientras que éste no encontraba las palabras para decir nada al respecto.

-He estado en su búsquelo mi señora, aún no logro atraerla, pero tengo un plan que no fallará, además me tomo el atrevimiento de comentarle que Voldemort me será de mucha utilidad, al parecer ellos tienen un plan para darnos a la chica en bandeja de plata- Mencionaba Murdock quien se notaba nervioso, pues era evidente que no había tenido éxito en la captura de Hermione Granger. En ese instante la voz no articulaba palabra alguna, cosa que era preocupante para aquel siervo de cabello cano, pues sabía de antemano que un silencio prolongado por parte de la mujer significaba una reprimenda o un serio disgusto.

-Mi querido Hannover, no creo tener que recordaros lo importante que es esa misión a nuestra causa o si?- Preguntaba la voz quien no perdía aquel toque sensual y llamativo en las palabras.

-No mi señora, y os pido disculpas nuevamente por el retraso, espero me de otra oportunidad y un poco más de tiempo, créame, no os fallaré esta vez- Murdock se disculpaba fervientemente con su señora mientras ésta tomaba otro silencio prolongado haciendo que a aquel hombre le sudaran las manos de la preocupación, en ese momento su señora tomo nuevamente la palabra.

-Tiempo mi querido Hannover?, precisamente el tiempo es el que me está llamando, tiempo es lo de lo que no dispongo, debéis entender que la joven debe ser vuestra prioridad- Indicaba la voz que mantenía su toque sensual, pero Hannover intuía que la mujer estaba realmente molesta por aquella falla.

-Suplico misericordia mi bella señora, os entregaré a la chica mas pronto de lo planeado, le ruego un poco más de paciencia, ya que seréis recompensada por su espera- Indicaba Murdock pidiendo otra oportunidad.

-Esta bien mi querido Hannover, os daré otra oportunidad, espero pronto resultados pero sobretodo, quiero recordaros que tenemos un acuerdo, yo os daré lo que tanto habéis anhelado todo este tiempo, mientras que vos solo tenéis que entregarme a la chica- Mencionaba con seguridad aquella voz sensual haciendo que el sirviente se pusiera contento con aquella oportunidad.

-Os prometo que así será mi bella señora, ya que este humilde sirviente no solo quiere aquel obsequio que con tanta benevolencia os otorgará, sino que también deseo ver su belleza y poder- Hannover adulaba demasiado a la figura, para que ella pudiera sentirse feliz por aquella meta que deseaba alcanzar.

-Ahora, poderos retirar mi querido Hannover, ya que el tiempo del que dispones empezáis a correr desde ahora, cada segundo cuenta, el fin de mi letargo está en vuestras manos- Finalizaba la figura haciendo que la cortina por fin se tranquilizara, eso significaba que aquella conversación llegaba a su fin, cosa que hacía respirar demasiado a Hannover, quien ahora debía movilizarse y escribir otra carta que enviaría a la castaña para que acudiese a la brevedad o en su defecto presionar a Lucius Malfoy para que llevara a cabo el plan que le había contado.

Murdock por fin salió de aquella cámara y cerró el pasadizo acomodando nuevamente los manuscritos en su lugar original, seguido a esto se dirigió a su escritorio y mando llamar a la ama de llaves para hacerle un encargo, entre tanto tomó dos pergaminos y se dispuso a escribir dos cartas para diferentes destinatarios. Al cabo de unos minutos el ama de llaves que tenía el aspecto de una tierna abuelita hizo acto de presencia.

-aquí estoy Señor Hannover- La señora hacía una reverencia para mostrar sus respetos, mientras que el hombre la miraba algo preocupado.

-Quiero que en este momento localices a como de lugar a Armand y a Donovan, los necesito aquí en una hora, y diles que no me salgan con excusas de lo contrario avísales lo que puede pasar, quiero a esos dos buenos para nada- Imperaba seriamente el hombre de la cicatriz en el pómulo.

-En seguida señor- El ama de llaves se dirigía a la sala para realizar las llamadas, rogando que le contestaran a la primera ya que había notado a su patrón demasiado molesto y no le apetecía que descargara su frustración con ella.

Si me amas... No se lo digas a nadieWhere stories live. Discover now