Si me amas... No se lo digas a nadie

No se lo digas a nadie

-Ahora por fin me vas a contar lo que sucede?, y no me salgas con esas tonterías de que todo a su tiempo- Ginny comentaba desesperada.

-Ginny…- Intentaba responder la castaña pero no podía, en aquel momento la pelirroja la miraba a los ojos desafiante.

-No te hagas la fuerte Hermione, te juro que intento ayudarte pero no lo permites- Ginny comenzaba a llorar de desesperación, haciendo que la castaña por fin decidiera confesar la verdad.

-Esta bien, te diré toda la verdad, aunque después de esto me odiaras y me llamarás traidora pero no me importa, ya no puedo más Ginny, simplemente no puedo soportar más todo esto- Hermione también comenzaba a soltar unas copiosas lágrimas, no le importaba arruinar su maquillaje, tomó un respiro y decidió contarle la verdad.

-Creo que es mejor decirle a McLaggen que nos espere en la entrada de la oficina de Slughorn, creo que tardaremos un rato- Sugería Hermione para que su amiga avisara al castaño que hiciera aquello mismo, así que inmediatamente Ginny bajo las escaleras y corrió a la entrada de la señora gorda donde Cormac se encontraba desesperado. Ginny le comentó que Hermione se había hecho un hechizo en el cabello que lo había arruinado y que ella la estaba auxiliando. El chico a regañadientes accedió a esperar a su novia donde se le había indicado e inmediatamente la pelirroja regresó a la habitación donde su amiga se encontraba. Abrió la puerta apresuradamente y creo una protección a prueba de sonidos.

-Ahora si Hermione soy toda oídos- Indicaba Ginny mientras veía que la castaña acariciaba el broche de Cronos, en ese momento Hermione le devolvió la mirada para comenzar la historia.

-Júrame que no opinaras, ni harás preguntas hasta que termine de contarte todo- Mencionaba la castaña para que no se viera interrumpida en cualquier momento por Ginny ya que no debía hacer esperar aún más a su novio. En ese momento Ginny asintió lista para escuchar todo.

-Todo comenzo el año pasado en Hogwarts, iba yo caminando por los vagones para hacer la revisión de los de segundo…- Hermione comenzaba a relatar la historia mientras Ginny solo escuchaba con atención, la castaña comentaba desde aquel momento en que el aroma a encino dulce la había atrapado, en ese momento al mencionar el nombre de Draco Malfoy la pelirroja solo abría más los ojos con evidente sorpresa pero la mirada de la castaña le indicaba que había hecho una promesa de no hacer preguntas.

Poco a poco la platica de la castaña comenzaba a tomar mayor confianza con lo que estaba contando, desde los roces que había tenido con Draco, la manera en la cual se comenzó a llevar bien con Pansy Parkinson, la confusión que había tenido respecto a McLaggen, la castaña se desenvolvía en aquella platica que parecía volvía a vivir aquellos momentos de felicidad al lado de Draco. La pelirroja escuchaba con mayor atención elaborándose un millón de preguntas al respecto, no dejaba de quedar sorprendida de tal confesión, no esperaba siquiera que su amiga y el petulante de Draco Malfoy escondieran ese secreto que comprendió estaba quemando a aquellos dos enamorados. Hermione soltaba de repente algunas lágrimas de nostalgia pero no paró, continuó relatando la historia como si Ginny Weasley fuera un diario intimo, no omitió ni un solo detalle de lo que había sucedido, incluso le comentó que Draco era ahora un Mortifago y que no se atrevía a delatarlo por su seguridad, pero que también se había jurado proteger a Harry de cualquier atentado en su contra.

Hermione finalizaba aquella platica con naturalidad haciendo con esto un silencio de tres minutos, Ginny aún no terminaba de dirigir toda la información que había recibido, pero ahora le quedaban claras muchísimas cosas, no se imaginaba a ella misma pasando por la misma situación que su amiga, ya que en su lugar ella exploraría.

-Hermione… como pudiste?- Ginny comentaba expectante.

-Traicionar a mis amigos enamorándome del enemigo?- Hermione le sonreía.