-Draco que es lo que te sucede, por que me llamas así otra vez?, amor por favor que te pasa- Hermione le decia tranquila y dulcemente pero observaba aquellos ojos grises tan gélidos como un témpano dy hielo.

El rubio sentía ganas de abrazarla y suplicarle perdón por aquellas palabras tan horribles que uso contra ella, pero debía ser fuerte mas ahora con la misión que tenía que cumplir, amaba tanto a Hermione que decidió renunciar a ella para cumplir con su destino ya que de lo contrario la pondría en peligro cosa que no podía permitir.

así que utilizó como siempre su ego para humillarla, debía hacer que lo odiara que lo aborreciera por el resto de su vida.

-En realidad creíste que te amaba?- Rió con ganas el rubio haciendo que la castaña se quedara absorta, no creía en lo que estaba escuchando.

-Como puedes pensar que alguien como yo me fijaría en una impura y despreciable como tu?- Draco sonrió triunfantemente mientras daba algunas vueltas por el callejón rodeándola.

-Solo te hice creer que te quería para sacarte información sobre Potter, ¿desempeñe bien mi papel no crees?, debiste de ver tu cara cuando estabas en la enfermeria Granger, con mi cuento de "no te merezco"- rió un poco mas.

-Caíste Granger, pero descuida, aun te encuentro apetitosa así que demuestrame cuanto me amas zorrita asquerosa- Draco abrazo a la castaña por detrás haciendo que esta le soltara una bofetada tan fuerte que el rubio calló en el piso.

-Como pudiste hacerlo Draco?, desde cuando te convertiste en un patán otra vez?- Hermione no contuvo las lagrimas mientras todavía tenia empuñada la mano con la que había golpeado al platinado.

-Jamás me vas a volver a pegar asquerosa zorra en este momento te enseñare quien soy yo- Draco se levanto con furia y corrió hacia la castaña quien se comenzaba a asustar de verlo tan enojado, era como un animal rabioso que deseaba descargar su ira con lo primero que encontrara.

Draco tomo a la castaña y la acorralo hasta la pared donde la seguía observando, la castaña parecía una pequeña niña asustada apunto de llorar, eso hacía sentir al platinado peor que escoria, le lastimaba sobremanera lo que le estaba haciendo pero era inevitable, era claro que no la golpearía pero tenía que dejarle en claro que todo había terminado, tenia conocimiento de que la castaña no le creeria, no después de lo que habían vivido así que saco su broche de Cronos para que la castaña lo pudiera observar.

-Para que veas que en realidad jugué contigo asquerosa, te lo probaré- Draco en ese momento saco el broche dorado en forma de corazón que portaba.

La castaña observo estupefacta que el cristal estaba blanco, eso significaba que el rubio ya no sentía nada por ella, esa era la prueba contundente de que el rubio estaba hablando en serio, se puso en shock en ese momento, comenzó a pensar que todas las cosas que había vivido con el eran una horrible mentira, como si de repente hubiera despertado de un hermoso sueño que ahora se convertía en la peor de las pesadillas. Quedaba claro que la había utilizado, que solo jugo con ella, y maldecía la hora en la que decidió darle una oportunidad, maldijo también la hora en la que decidió patrullar los pasillos del vago de Hogwarts sola, de percibir ese aroma que la había enamorado, si tan solo se hubiera quedado en el vagón un momento mas nada de eso hubiera pasado y hubiera seguido ignorando al rubio de por vida, se hubiera enamorado de McLaggen y su vida no seria tan complicada como ese momento.

No quiso darle el gusto de verla llorar, de sufrir ya que sabía que disfrutaría con ese hecho así que decidió mostrar coraje y valentía sobrehumana para sobreponerse de aquel duro golpe.

-Me queda claro gracias Malfoy, ahora si me disculpas debo de ir a comprar lo que me hace falta- La castaña volvía adquirir ese tono despreocupado que el rubio había conocido.

Si me amas... No se lo digas a nadieWhere stories live. Discover now