Si me amas... No se lo digas a nadie

La reconciliacion

-Creo que tu debes entrar, nosotras no somos buenas en encantamientos como tu- Una de las chicas hufflepuf le comentaba a la castaña.

-Esta bien, por favor vayan a la torre de Gryffindor y busquen a Ron para que me ayude con esto- Les imperaba la ojimiel a sus compañeras.

Hermione no dudo en abrir la puerta, que por alguna razon no estaba cerrada completamente, lo raro fue que no escucho a ningun niño gritar o alguna otra vocecita, solo los naipes que hacian explosiones. Estaran aturdidos? , penso. Con mayor fuerza ahora abrio la puerta y entro con su varita en ristre.

Al adentrarse un poco mas al salon de encantamientos observo que no habia ningun niño jugando con cartas, mas sin embargo se seguian escuchando las explosiones. Al estar casi a la mitad del salon, se cerro la puerta.

-Solo asi podemos hablar Hermione- Cormac McLaggen salio con una caja de naipes explosivos.

-De modo que eras tu el que estabas haciendo tremenda halaraca?- La castaña fulmino al Hufflepuff bajando su varita.

-Lo hice para poder hablar contigo, ya que tu no querias saber de mi estos dias- McLaggen se aproximaba a la castaña.

-Crei que habia sido clara la ultima vez que hablamos Cormac- Hermione miro al castaño quien no se daba por vencido hasta arreglar las cosas.

-Hermosa, fui un estupido, perdoname no sabes lo dificil que han sido estos dias para mi, tenia miedo de perderte, los celos me cegaron- McLaggen agacho la mirada, esperando una disculpa, esperando una nueva oportunidad con la castaña.

Hermione no sabia que hacer, Cormac era demasiado lindo con ella, muy atento y se preocupaba siempre por su bienestar, la hacia sentir protegida ya que no habia sentido eso despues de Krum, pero por otro lado estaba Draco, comenzaba a enamorarse del rubio, todas las cosas que antes le desagradaban ahora las adoraba, el orgullo, la arrogancia y el ego del rubio eran cosas que ahora le atraian. Pero debia ser realista, jamas estaria con Malfoy por mas que lo deseara, un mundo los separaba comenzando por la sangre y seguido por la lealtad a sus amigos.

-No pasa nada entre Malfoy y yo, quiero que eso te quede muy en claro- Hermione le replicaba evitando mirar a Cormac a los ojos.

-Lo se mi princesa Gryffindor, y si me das otra oportunidad te prometo que no volvere a dudar de ti- Los ojos de McLaggen comenzaron a llenarse de lagrimas deseando mas que nada esa oportunidad de la castaña.

-Pues prometo pensarlo, por cierto, ¿A que hora pasaras por mi para ir al baile?, no quiero que mi novio sea impuntual- Comento Hermione sonriendole picaramente al castaño.

Cormac levanto la mirada y corrio para abrazar a la castaña, le dio varias vueltas haciendo que se estrujara un poco.

-Gracias mi princesa, prometo no fallarte, me acabas de hacer el hombre mas feliz del mundo- Cormac continuo llorando de felicidad, mientras Hermione le secaba las lagrimas con sus manos.

-Esta bien gusanito ahora ve a clases, sabes que no me gusta te atrases- Hermione le dio un beso en los labios y McLaggen asintio como un niño pequeño que acababa de ser perdonado.