Con la peculiar advertencia de: si parpadeas, el monstruo te va a comer.

Al oído de Nolan de repente llegó un sonido extraño que por el susto no pudo reconocer. Lo hizo arquear las cejas.

Sus alarmas se encendieron, avisando peligro.

—¿Qué es eso? —preguntó, girando sobre sus pies en busca del origen dentro de la blancura—. ¿Lo oyeron?

—Es su respiración, también la oigo —aclaró Vyd de inmediato. También estaba buscando el punto exacto de dónde provenía—. Está alrededor de nosotros...

¿Respiración?

Sí. Nolan volvió a escuchar el sonido. Y se le erizaron todos los vellos al reconocerlo, como cuando en las películas el psicópata llama por teléfono y solo se dedica a inhalar y exhalar.

Una respiración pesada, lenta, como si proviniera de una boca nauseabunda.

En ese momento, la imagen mental que Nolan tuvo de ese enemigo invisible, fue la peor de todas. Se imaginó una mezcla de todos los monstruos horribles de la historia.

—Yo no oigo nada —dijo el soldado. Su control del rifle era asombroso, pero su tono de voz algo angustiado—. ¿A qué se refieren?

—Nolan y el número diez tal vez lo oyen mejor por sus habilidades —dijo Gesher. Giraba sobre sus pies con una lentitud calculadora.

Nolan volvió a escuchar esa respiración en su oído junto a la escalofriante sensación de un frío de muerte.

Giró en un sobresalto, pero no había nada más que niebla a sus espaldas.

Se le empezaron a acelerar los latidos, ya más nervioso. Su pulso pareció más difícil de controlar a pesar de que trataba de mantener la pistola lista para disparar.

—Nolan, escúchame, tú entrarás a la mansión —le ordenó Vyd, ya entrando en modo batalla y poniendo la estrategia en orden.

—¡¿Qué?! ¡No, o vamos los dos o no va ninguno! —replicó Nolan, mirándolo como si estuviera loco. Pero al parecer a Vyd no le importaba mucho el riesgo en el que se encontraba. Eso, o lo ocultaba muy bien.

—No puedo permitir que esa cosa llegue hasta Ax —Negó con la cabeza, decidido a quedarse allí y defender—. Debo mantenerlo distraído el mayor tiempo posible. Así que ve y sácalo de aquí por la parte de adelante hasta que lleguen al avión.

—¡Que no pienso dejarte, Vyd, así que no iré a ningún lado! —refutó Nolan.

—¡¿Y vas a dejar a Mack?! —refutó Vyd a la vez.

—Allá adentro también debe de estar pasado algo —dijo Gesher. Se sentía como si una cámara estuviera pasando alrededor de cada uno—. No sabemos si es más seguro o más peligroso.

—¡Tú ya cállate! —Nolan no pudo evitar gritarle a Gesher, molesto solo por oír su voz después de haberle arruinado todo.

Gesher frunció el ceño, enojado por la osadía, y de seguro iba a decir algo, pero Nolan lo ignoró, bajó un momento el arma y a pesar del peligro se apresuró a poner una mano en el hombro de Vyd para voltearlo hacia él.

Eso tomó a Vyd por sorpresa, porque rompió su postura de defensa.

—Escucha, no me apartaré de tu lado —le aclaró Nolan, tan decidido que pareció dispuesto a luchar contra cualquier objeción—. Tal vez estás enfadado y no me crees, pero nada de lo que dije allá abajo fue mentira. Así que si hay que ir a la mansión iremos juntos, y si hay que quedarnos aquí defenderemos juntos. —En lo que agregó lo siguiente con una profunda sinceridad, miró a Vyd directo a los ojos—: Pero juro que haré lo que sea para mantenerte con vida, que salgamos de aquí y que luego me dejes demostrarte que todo lo que siento por ti es real. Sobre todo, que solo me importas tú. ¿Entiendes? Haré. Lo. Que. Sea.

S T R A N G E © [Parte 1 y Parte 2]Where stories live. Discover now