—Ella... —Ax volvió a pensar y a considerar la oración—. Tiene mucha rabia.

—Okey, la chica está muy enojada —conecté—. ¿Por qué?

—No lo sé. —Ax alzó los hombros—. Eso... no lo sé.

—¿Puede ser porque la usaste para venir a verme cuando estaba con Dan? Me dijiste que le molestó bastante que hicieras eso sin permiso.

Ax negó con la cabeza. En ese instante, el ambiente adquirió un aire serio.

—Más. Hay algo... más.

Por su tono, que indicaba que ese era el punto que lo agobiaba, solo consideré una posibilidad:

—Algo... ¿malo?

—Oculto.

—La mayoría de las cosas ocultas son malas —le aclaré.

Ax suspiró. Desvió la mirada y apretó los labios, ¿tal vez molesto porque debía expresar lo que pensaba?

—Cuando usé sus poderes para venir a verte... fue como si... unos muros... —Se complicó un poco al seguir esa explicación y no le salieron más palabras a pesar de que se esforzó por formarlas, así que al final lo resumió con una que tal vez lo explicaba muy bien—: Secreto.

Le di sentido para ayudarlo.

—¿Sentiste que ella puso muros para ocultar algo en su mente? —pregunté como una opción—. ¿Algún secreto?

Ax asintió, serio.

—Creo que no quiere que... vea algo. Por eso se enfadó cuando yo entré, porque estando ahí... supe que algo estaba mal. Pero no lo noté antes. No sé... por qué.

Eso lo entendí tan rápido que me causó una mala sensación.

—Entonces, siempre sentiste confianza hacia ella hasta que entraste a su mente y al salir de ahí te diste cuenta de que está escondiendo algo —repetí como un resumen para que él lo confirmara—. Y fue incluso más extraño para ti porque ella se enojó mucho por haber estado en su mente, como si eso pusiera en riesgo lo que esconde.

—Sí.

—¿Lo que esconde podría ser... el recuerdo que está bloqueado en mi mente? —planteé, ya intrigada—. Ella debe saberlo también. Tal vez tampoco quiere que tú lo veas, pero eso es tan raro, están en el mismo lado...

—No lo sé, pero ella le dijo... a Vyd... que Godric quería... convertirla en número uno. Eso... ¿Por qué?

Ahí me dejó tan atónita que hice silencio por un momento mientras lo procesaba.

—¿Mi padre estuvo trabajando para hacerla a ella la número uno? —repetí.

Ax asintió.

—Okey, Ax, eso es una revelación enorme —añadí, pasmada—. Lo sabes, ¿no? Podría significar que ella no está de acuerdo con su número y con su poder.

Pero la intención de mi padre no pareció ser el gran problema para Ax.

—Ella debería respetar cada lugar —dijo él con cierta preocupación—. Todos lo hacemos. Ninguno... debería desear el poder de los otros.

Fue claro que lo frustraba no comprender por qué ella quería esa posición, el por qué ella tenía el deseo de robar el lugar.

Además tuve la impresión de que intentar entender esas razones lo llevaba a pensar lo mismo que yo estaba pensando en ese momento:

¿Esto significaba que la chica número dos era mala?

O mejor dicho: ¿estaba en nuestra contra? ¿Teníamos que cuidarnos de ella?

S T R A N G E © [Parte 1 y Parte 2]Where stories live. Discover now