Contigo hasta la muerte

Comenzar desde el principio
                                    

-Si vas a entregar un mensaje, será a mi, Hannover no tiene nada que ver con esto, yo soy la comandante por lo tanto lo que tengas que decir puedes soltarlo en este momento niña- En ese instante la bruja hablaba en serio, pues ahora se sentía la primera en dar las ordenes, desde que su nueva jefa le dio tal privilegio no dudaría en usarlo contra cualquiera que se interpusiera en su camino.

-Por su puesto Bellatrix, sabiendo eso creo que te daremos el mensaje a ti- En ese instante miró a Ginny misma que comprendió lo que tenía que hacer, del mismo modo Neville y Cormac pusieron sus varitas en ristre lanzando un par de ataques contra la bruja misma que solo pudo esquivar uno de ellos.

-Malditas Zorras, sabía que eran espías de Dumbledore pero ahora veran- Bellatrix atacaba tambien a una de las marionetts mientras que Luna le aplicaba un hechizo de retención para que no lo hiciera. Pansy le indicaba con la mirada a Draco que él debía continuar pues de lo contrario todo aquello sería nada más que una perdida de tiempo.

-Reducto!- Gritaba Ginny aturdiendo seriamente a la bruja mientras en ese momento aparecían Zaphire, Agata y Onix quien al ver a sus otras compañeras dudaron en atacar, al parecer ellas no se percataban que se trataba de unos chicos. Pansy sin pensarlo aventó a Draco hacia un pasadizo para que continuara.

-Pero... Pansy... ustedes- El platinado dudaba en seguir solo pero al ver la mirada fulminante de la morena comprendió que para eso ellos estaban en aquel lugar, para darle ventaja y que pudiera llegar hasta Hannover.

-Debes de seguir Draco, por nosotros no te preocupes, ahora ve tras Hannover ya no hay tiempo- Pansy imperaba mientras esquivaba uno de los rayos rosas emitidos por Onix quien estaba ahora sobre de ella, por lo que el platinado en contra de su voluntado corrió por uno de los pasadizos que parecía ser el camino al despacho de aquel hombre canoso, continuó corriendo mientras sostenía una botellita la cual apretaba con mucha fuerza.

Solo se escuchaban choques de rayos por toda la mansión por lo que el platinado sintió que ésta vez sus amigos le estaban dando verdadera batalla a las marionetts, continuó corriendo mientras que alguien estaba en la puerta esperando por el, alguien que ya conocía y que siempre había sido su enemigo desde que se conocieron, el platinado se detuvo en seco mientras seguía teniendo el cuerpo de Fleur de la Cour.

-Potter -El chico rubio miraba asombrado el aspecto que tenía el chico de la cicatriz. harry no estaba usando anteojos y sus ojos estaban de un intenso azul, su cabello era totalmente negro, su camisa era rojo sangre y sus pantalones eran de vestir negros. Draco se acercó un poco mientras que el chico solo lo miraba con indiferencia.

-Tu deberias estar en el ministerio Fleur, mi señora Lilith te lo ha imperado- Mencionaba el chico de la cicatriz observando a aquella chica que estaba con un rostro diferente al que estaba acostumbrado a ver.

-Estas mas hipnotizado que un maldito perro verdad?- Draco no intento siquiera fingir alguna identidad delante del chico de ojos azules, por lo que inmediatamente harry sacó su varita para iniciar un ataque.

-Dime quien eres, te diré que si intentas siquiera acercarte a mi diosa lo pagarás con tu vida- Harry amenazaba seriamente al platinado quien en ese momento comenzaba a cambiar a su forma original, y al verse con vestido Harry se comenzó a carcajear de lo ridiculo que se veía el platinado, cosa que irritaba mucho al chico.

-Con que te parece gracioso verdad Potter, ahora verás- Draco inmediatamente hizo un hechizo para despojarse de aquel vestido y dejarse en solo ropa interior, aquellos boxer pegados de color rojo escarlata desconcertaron al chico de la cicatriz.

-Te parezco atractivo Potter?, pues lo siento mi corazón pertenece a Hermione- Draco en ese instante realizaba un ataque desarmador mientras que el chico de la cicatriz trepaba por las paredes para dar una marometa y poder esquivar aquel embrujo.

Si me amas... No se lo digas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora