El principe mestizo

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-Las que?- Preguntaba Casey asombrada.

-Marionetts, son las chicas uniformadas que te secuestraron, es una larga historia que te contaré algún día, por ahora no hay tiempo, lo importante es llevarlos a ti y a Harry al castillo, por lo que en cuanto llegues no dudes en ponerte en contacto con Maddy, ella se llevó su celular por lo que mi mamá la esta poniendo al tanto de todo- Hermione declaraba mientras el rubio se levantaba para sacar de su valija el celular que hacía un año que había comprado y que tenía años sin usar.

-Te regalo éste para que hagas lo que Hermione te dice, recuerda que no debes alarmar a Maddy solo dile que te encuentras bien- Draco le regalaba el sofisticado aparato mismo que llegó a deslumbrar a la morena, pues ese modelo de celular era de los más elegantes y caros de Londres.

-Me lo regalas?- Mencionaba extrañada la morena también observando a su amiga.

-Créeme Casey, Draco tardaría años en entender como funciona, con decirte que tuvo que usar varita- Hermione comenzaba a reír mientras que Draco se ruborizaba un poco pues cuando intentó usarlo aquella ocasión en Rumania le costó demasiado trabajo siquiera hacer una llamada a su novia.

-Es tuyo Casey- Puntualizaba Draco con una sonrisa y con el rostro enrojecido por recordar aquella ocasión catastrófica con el aparato.

Casey en ese momento no tardó ni un segundo en apretar botones a diestra y siniestra pues anteriormente ya conocía el funcionamiento de aquel aparato, como ya sabía de memoria el teléfono de su amiga Maddy lo guardó inmediatamente para poder comunicarse con ella de una forma mucho más fácil. En ese instante decidió intentar marcar el número pero Hermione la detuvo.

-Márcale cuando llegues al colegio, de lo contrario ella no dudará en decir a mis padres que no estoy allá, tu ya la conoces, antepone nuestra seguridad a lo que esta planeado hacerse- Indicaba la castaña haciendo desistir a la morena de hacerlo pues sabía que su amiga tenía razón.

En ese instante se encontraban terminando de desayunar por lo que Hermione acudió rápidamente a ver el estado en el que se encontraba Harry, quien aún continuaba durmiendo, seguido a esto el platinado metía sus cosas para disponerse a viajar mientras que Hermione también hacía lo mismo, en ese momento alguien aparecía frente a ellos dejándolos estupefactos, observaron que a la salida de la tienda que habían hecho alguien se encontraba.

-Draco, Granger, están bien?- Severus se encontraba en aquel lugar quien había descubierto la ubicación exacta a través de un rastreador térmico mismo que había dejado en la camisa del rubio antes de que saliera de su oficina aquella ocasión en la que lo había visitado.

-Que haces aquí?, Como nos encontraste?- Preguntaba Draco sorprendido mientras la castaña y su amiga aún lo observaban absortas. El grasiento profesor solo se limitó a mirarlas sin decirles nada, pues sentía que las explicaciones vendrían después.

-Eso es lo de menos, ahora lo importante es llevar a estos jóvenes a otro lugar, llevaremos a la amiga de la señorita Granger a otro lugar, pero a Potter lo llevaremos al colegio- Mencionaba el profesor haciendo que Hermione se decidiera a hablar pues no se imaginaba a que lugar deseaba llevar a su amiga.

-A donde llevará a mi amiga Profesor, habíamos acordado que sería al colegio- Preguntaba la castaña al tiempo que su amiga le tomaba el brazo en señal de temor.

-La llevaremos a donde usted sabe, no puedo revelar esto ante Draco debido a que la poción de la verdad es usada incluso en los mortifagos- Respondía el profesor dándole a entender a la castaña que si le llegase a decir donde se encontraba el cuartel de la orden del fénix al platinado, los seguidores de Voldemort podrían en su defecto hacerlo hablar.

-Entiendo Profesor, Casey no te preocupes estarás a salvo, confía en mi- En ese instante la amiga de Hermione sintió un poco más de alivio pues si su amiga le indicaba que todo estaría bien, era señal de que así sería.

Snape se introdujo a la tienda para ver que Harry ahí se encontrara seguido por los demás quienes todavía estaban sorprendidos por la forma en la que el profesor había logrado burlar el encantamiento protector que cubría la tienda. Severus caminó un poco más y dirigió su mirada a la poción que se encontraba al lado del chico, por lo que la tomó con su mano derecha y la observó detenidamente, seguido a esto volteó a ver a los chicos para averiguar quién la había elaborado.

-Brillante señorita Granger, ahora dígame, Como fue que preparó usted esta poción?- Preguntaba seriamente el profesor quien esperaba que la castaña le revelase la forma en la que la había elaborado, mientras que la castaña fruncía el ceño.

-Yo mismo la preparé- Draco puntualizaba haciendo que el grasiento profesor solo arqueara ligeramente una ceja.

-Que raro Draco, cuando yo estuve impartiendo pociones no mostrabas talento parecido, pero en fin, ahora lo importante es llevar a Potter al colegio y a la amiga de la señorita Granger al lugar que ella sabe.- Indicaba Snape mientras que con su varita comenzaba a guardar todas las cosas en una cajita de manera bastante ágil haciendo que los demás chicos se quedaran maravillados incluso Casey.

-Perdón que me entrometa profesor, pero creo que será mejor que se lleve a Harry al mismo lugar que usted sabe, me refiero a que Sirius sabrá darle los cuidados necesarios y notificar al profesor Dumbledore de lo sucedido, además no me gustaría que Casey estuviera sola en aquel lugar, ella ya conoce a Harry- Mencionaba Hermione al profesor mismo que tardaba unos minutos en discernir aquella alternativa.

-Esta bien señorita Granger, los llevaremos a los dos ahí, en cuanto a ustedes los llevaré inmediatamente al colegio- En ese instante todos asintieron mientras que el profesor pedía que todos se acercasen a él para disponerse a desaparecer.

-Tómense fuerte de las manos, no se suelten por ningún motivo,- Los chicos hicieron lo sugerido mientras que comenzaron a desaparecer de aquel lugar, Hermione y Draco también utilizaron sus poderes ya que como Harry no podía moverse y Casey no tenía magia, tuvieron que aplicar más fuerza en aquella desaparición.

Si me amas... No se lo digas a nadieOnde as histórias ganham vida. Descobre agora