La mansión de rosas azules

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Hermione por fin estaba entrando a la mansión detrás de los muchachos ebrios, alcanzó a contemplar las rosas azules suponiendo que serían producto de alguna poción para hacerlas o darles aquel color tan peculiar, continuó caminando lo más despacio que podía para no ser vista o detectada por los muchachos que iban muy borrachos y acaramelados con las chicas que los acompañaban. Donovan estaba besuqueándose con la jovencita de cabello corto mientras Armand iba haciéndole algunas cosquillas a la otra.

En ese instante el ama de llaves salió para ver lo que sucedía en la casa y cambio su rostro apacible por uno de reproche, pues de sobra reprobaba la conducta que tomaban aquellos dos, caminó un poco más a prisa y se dirigió para enfrentar a los ebrios chicos quienes en ese momento comenzaban a hacerle caso omiso a su presencia.

-Saben que al señor Hannover le molesta que usen la casa cuando no esta, así que lárguense a otro lado!- Exclamaba el ama de llaves mientras que los muchachos se burlaron a carcajadas por aquella orden.

-No seas amargada Sally , tenemos el permiso del jefe, mejor tómate una cerveza con nosotros- Armand se acercaba para ofrecer la botella a la señora seguido por las carcajadas que los demás emitían. Esto hizo que el ama de llaves se ruborizara de ira, pues esa misma semana había sido blanco del coraje de su jefe por no haber localizado a aquellos muchachos.

-Váyanse al carajo los dos, si el señor viene de sorpresa a mi no me metan- La señora se regresaba a la mansión seguida por Hermione quien en ese momento entraba para buscar a su amigo Harry.

Los cuatro chicos se dirigieron a la piscina que quedaba a espaldas de aquella gran mansión mientras que la castaña no tenía tiempo para darles su merecido, debía investigar más aquella mansión pues lo primero que haría era tratar de encontrar a sus amigos Casey y Harry. Continuó caminando detrás del ama de llaves y se detuvo en el vestíbulo mientras que la señora sirvienta se disponía a arreglar otras cosas que tenía pendientes, subió las escaleras sin hacer llamativos sus pasos y descubrió que en la parte de arriba se encontraban diferentes habitaciones cerradas con aquellas puertas de caoba oscura y brillante. Aquel lugar le parecía hermoso y lúgubre, ya que debía reconocer que Murdock Hannover tenía un exquisito gusto en cuanto a cuadros y jarrones se refería.

Decidió entonces abrir una de las puertas que tenía el nombre de "Crisobella", por lo que se imaginó que se trataba de la hija o de la esposa de aquel hombre, al momento de abrirla descubrió que aquella no era una habitación común y corriente, pues en lugar de una cómoda cama se encontraba un gran tubo de cristal seguido por una máquina extraña, una especie de computadora que tenía un cableado que desembocaba en él. Hermione tenía una inmensa curiosidad acerca de aquella máquina pero no deseaba perder el tiempo, tenía que encontrar a sus amigos lo más pronto por lo que salió de aquella habitación para encontrarse con otras que tenían en las puertas varios nombres, observó una que decía "Onix", una más que decía "Zaphire, y muchas otras que tenían nombre de piedras preciosas, en ese instante había otra habitación que hizo que la castaña por fin supiera la razón de aquellas recamaras extrañas,

-Rubi- Pensó la castaña sin hablar atando por fin los cabos que estaban sueltos, aquellas habitaciones eran de las Marionetts, cosa que le provocaba mucha curiosidad pero también demasiado temor.

Afortunadamente no se encontraban las uniformadas para que pudieran atacarla, probablemente Hannover se las había llevado para otra misión o en su defecto volver a atacar el colegio, no debía sentir temor pues de antemano tenía que encontrar a sus amigos. Bajó entonces para inspeccionar lentamente aquella mansión recorriendo todas las habitaciones que se encontraban pero sin éxito, las que eran de huéspedes contaban con sus camas perfectamente tendidas pero no había indicio de que sus amigos estuvieran en aquel sitio. Aprovechó que el ama de llaves estaba ocupada con otras para poder inspeccionar mejor todo el lugar, por lo que se dirigió a la parte derecha de la mansión donde se encontraban algunos pasillos largos y otras recámaras.

Si me amas... No se lo digas a nadieOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz