Efecto Mariposa

By lvshyo

271K 29.6K 26.9K

Un 08 de Agosto del 2014 fue el día en que María José desapareció. Nadie, ni siquiera yo, comprendimos el com... More

Génesis + Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
1˙3 olnʇídɐɔ
2˙3 olnʇídɐɔ
3˙3 olnʇídɐɔ
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
1˙6 olnʇídɐɔ
2˙6 olnʇídɐɔ
3˙6 olnʇídɐɔ
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
1˙51 olnʇídɐɔ
2˙51 olnʇídɐɔ
3˙51 olnʇídɐɔ
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
1˙52 olnʇídɐɔ
2˙52 olnʇídɐɔ
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
1 ˙43 olnʇídɐɔ
2˙43 olnʇídɐɔ
Capítulo 35
Capítulo 36
2˙63 olnʇídɐɔ
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
1˙93 olnʇídɐɔ
2˙93 olnʇídɐɔ
3˙93 olnʇídɐɔ
Capítulo 40
Capítulo 41
1˙14 olnʇídɐɔ
2˙14 olnʇídɐɔ
Capítulo 42
Capítulo 43
1˙34 olnʇídɐɔ
2˙34 olnʇídɐɔ
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
1˙45 olnʇídɐɔ
2˙45 olnʇídɐɔ
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62

1˙63 olnʇídɐɔ

4.1K 354 578
By lvshyo

Lunes 5 de Mayo del 2014.
10:03 a.m.

Algo había pasado, algo muy malo y me di cuenta al instante después de despertar al ver mi celular.

Se supone que hoy despertaría un Sábado 5 de Abril, pero terminé despertando un Lunes 5 de Mayo. Un mes después de la última vez que viaje.

¿Por qué había pasado eso?

No lo sé y no tengo la menor idea de dónde empezar a buscar respuestas, pero lo que sí tengo claro es que, de alguna u otra forma, tengo que averiguar porque sucedió esto.

Tengo la sensación de que algo malo saldrá de esto.

-¡Calle!- el grito de alguien me sacó de mis pensamientos. Alce un mi cabeza para ver de quién se trataba. Kim estaba de pie frente mío con sus brazos cruzados.

-Kim- la saludé levantando un poco mi mano derecha.

No sabía la razón por la que vino a buscarme, pero si lo hizo, es porque seguramente es algo importante, ya que la expresión en su rostro lo demuestra.

Ella dio cortos pasos para acercarse a donde estaba y después se sentó a un lado mío bajo la sombra de un frondoso árbol. Minutos antes Poché y yo habíamos decido ocupar este lugar para pasar los cortos minutos que nos daban de descanso, pero ella se tuvo que ir ya que el llamado de la naturaleza llegó a ella. En pocas palabras: tuvo que ir al baño.

-¿Pasa algo?- pregunté al notarla muy callada viendo solo a un punto fijo de la explanada que se extendía delante nuestra.

-¿Tanto se nota qué algo me pasa?- preguntó jugando con sus manos.

-Sí- le respondí simplemente mientras acomodaba mejor mi espalda contra la corteza del árbol y buscaba algo en mi mochila.

-Bueno... yo- ella se detuvo para dar una gran respiro.

¿Qué es lo que la tendrá tan nerviosa?

-¡Es muy difícil decirlo!- exclamó golpeando las palmas de sus manos contra su frente. No soy muy buena para leer personas, pero parece que esta teniendo una batalla contra si misma dentro suya.

Abrí mi mochila y de ella saqué unas galletas de avena que mi mamá me había dado en la mañana.

-¿Tan malo es?- extendí las galletas ofreciéndole, pero ella negó con su cabeza solo viéndome por unos instantes.

-No, gracias- susurró regresando su vista al césped debajo nuestra. -En realidad, es algo complicado para mí- se encogió de hombros.

-En ocasiones lo complicado es fácil- le dije mientras comía de mis galletas. -Solo que nosotros lo hacemos más difícil de lo que es- añadí. Ella pareció pensarlo un poco, y sonreí al ver una confianza naciente en sus ojos.

-Sebastián me invitó a salir- soltó de repente haciendo que me atragantará con mi galleta. -¿Estás bien?- me miró preocupada mientras golpeaba mi espalda levemente. Después de segundos, dejé de toser.

-Ok, eso sí es complicado- lo acepté mientras agarraba mi botella de agua y le daba un gran sorbo.

Casi me cuesta la vida no acordarme de esto. Pensé mientras carraspeaba. Pero es que hay cosas que, no importa cuántas veces las escuchemos, siempre seguirán sorprendiéndonos.

-¿Sebastián?, ¿invitarte a salir? Es una sorpresa hasta para mí. Nunca pensé escuchar esas dos cosas en una misma oración- me hice la sorprendida mientras seguía tomando de mi agua.

-Créeme, yo también pensaba igual- ella comentó cruzándose de brazos. -Pero cuando me lo topé en la cafetería actuaba muy diferente conmigo, ya no me habló para molestarme o algo por el estilo, y cuando dijo eso, no sé... creo que me lo pidió con total sinceridad- contó con un leve sonrojo en su rostro.

-¿Y cómo te lo pidió?- le pregunté curiosa.

-¡No te lo diré, Daniela!- me gritó y yo reí al verla tan nerviosa. -Se como eres y me molestaras con eso- añadió y yo hice una expresión ofendida.

-Bien, pero dime, ¿qué le dirás?- indague y ella soltó un gran suspiro.

-No lo sé- se encogió más en su lugar abrazando sus rodillas.

-¿Tú quieres salir con él?- le hice otra pregunta y creo que empeore su nerviosismo.

-¡No lo sé!- me contestó muy confundida tomando sus cabellos entre sus dedos. -¿Tú qué crees que debería hacer?- me miró buscando algún consejo.

-Ah...- me quedé callada, después hice una pequeña mueca mientras pensaba que responderle.

Si no recordaba mal, yo le había dicho un no rotundo, ya que ellos se llevaban muy mal e imaginarlos en una cita no me parecía lo más sano, ya que seguramente todo terminaría un caos, pero ahora, al ver lo bien que se complementan, se que nada acabaría así.

-Acepta salir con él- le respondí y Kim abrió sus ojos sorprendida.

A mi opinión, ellos necesitan un empujón desde antes para que se den cuenta que se quieren muy en el fondo. Ya Kim me lo agradecerá en un futuro.

-¿Lo dices en serio?- preguntó sin lograr asimilar mis palabras.

-Sí, pensándolo bien, puede que en esa salida se conozcan más y dejen a un lado sus diferencias- respondí viendo que mis palabras estaban haciendo un efecto en ella.

-¿Crees que eso sería lo mejor? Yo... no lo sé- murmuró insegura mientras bajaba de nuevo su vista.

-Claro, no tienes nada que perder si lo haces- seguí tratándo de convencerla. Sonreí victorioso al ver una sonrisa ladina formándose en su rostro.

-Tienes razón- ella se levantó de su lugar y me miró. -Iré ahora mismo a hablar con él.

-¿Ahora?- le pregunté sorprendida. No me esperaba para nada eso, pensé que hablaría con él mañana.

-Sí, no hay porque dejar pasar el tiempo- me contestó con una gran sonrisa. -Nos vemos, Calle, gracias por todo- se despidió de mí mientras se alejaba.

-¡Kim, no olvides contarme todo después!- le grité y ella giró su cuerpo caminando de espaldas.

-¡Claro que no, serás la primera en enterarte de todo!- dijo antes de perderla de vista a lo lejos. Sonreí sintiéndome satisfecha.

Me quedé un rato más descansando, pero me empezaba a preguntar donde estaba Poché. Ya se estaba tardando un poco.

Dispuesta a ir a buscarla, me levanté tomando mis cosas y las de ella que me había encargado antes de irse.

-¡Calle!- una voz a mi costado llamó mi atención. Gire mi cabeza para ver a Juan acercarse a mi. -Qué bueno que te encontré- jadeó al llegar a mi lado.

-Juan, hola- lo saludé con una ligera sonrisa. -¿Me buscabas para algo?- pregunté tratando de esconder mi impaciencia. Quería ir a buscar a Poché.

-Sí- respondió algo nervioso. -Te buscaba porque Poché me dijo que viniera por sus cosas. Ellas las quiere- añadió por último. Miré detrás de él, pero no había rastros de ella, así que sentí que algo no iba bien.

-¿Dónde está Poché?, ¿por qué no vino ella?- lo interrogue mientras levantaba una ceja. Al ver que no me contestó, lo presione. -¿Juan?- dije con tono amenazador al verlo muy nervioso. Siempre se pone así bajo presión.

-Poché me advirtió que no te dijera nada, si lo hacía, no iba a compartirme de los panecillos que hace su mamá en los próximos tres meses, ¡y tú bien sabes Calle que esos panecillos son lo más delicioso del mundo!- se defendió angustiado. Cerré mis ojos y solté un silencioso suspiro.

¿Es en serio? Poché si qué sabe cómo amenazar...

-Escucha Juan, ¿sabes quién es la nuera de la señora Marta?- él estaba a punto de responder, pero lo interrumpí. -Exacto, yo. ¿Y sabes qué a mí me da una docena de ellos cada vez que los hace?- sonreí sintiéndome honrada por eso. Juan abrió sus ojos sorprendido, incrédulo a lo que escuchaba. -Así que si ella no te da, yo sí- sabía que gané al ver un brillo en sus ojos.

-Está bien, Poché está cerca de la cancha de fútbol- confesó rápidamente con una sonrisa. Parece más tranquilo.

-¿Qué?, ¿qué está haciendo ahí?- pregunté frunciendo el ceño. Ir al baño de mujeres necesariamente no tenía que pasar por ahí, aunque recordando, se de alguien que se la pasa todos los días en la hora de almuerzo ahí. Esto no me estaba gustando para nada.

-Eso si no se, tendrás que preguntarle tú porque fue. Yo solo estaba pasando cuando me habló para que fuera por sus cosas- me contestó.

¿Por qué estaba pasando esto?

-Iré a buscarla. Gracias Juan por decirme dónde está, solo recuerda no dejarte amenazar por Poché de nuevo- me burle de él dando media vuelta.

-¡Como a ti nunca te amaneza!- gritó detrás de mi y yo reí en bajo.

[...]

Cuando llegué cerca de donde mencionó Juan, vi a personas jugando fútbol y otras viéndolos, como lo es normalmente, pero lo que me extrañó y llamó mi atención fue el ver a una pequeña bolita de gente alrededor de las llaves donde se acostumbra a tomar agua.

Al no ver a Poché por ninguna parte, decidí acercarme a ese grupito de gente.

-¿Qué pasó?- pregunté al ver un gran alboroto. Nadie respondió, así que decidí meterme entre dos chicos que sobrepasaban mi estatura a la fuerza. Ellos al final se separaron algo molestos y me dejaron pasar, algo que les agradecí.

Cuando llegué al centro de la bolita de gente, miré a un chico de espaldas y aún lado de él Poché. Jadee y abrí mis ojos de sorpresa al verla. Ella estaba inclinada tratando de parar la sangre que no dejaba de salir de su nariz presionado sus dedos sobre el puente de esta.

-¡Pero no paras de sangrar!- él chico de espaldas gritó preocupado. Fruncí el ceño al reconocer de quien se trataba.

-Tranquilo, estoy bien, pronto cesará- escuché a Poché decirle.

-¿Qué sucedió aquí?- pregunté dando unos pasos hacia al frente.

-¿C-Calle?- Poché balbuceó sorprendida al verme. Si que no esperaba para nada que viniera.

-Daniela- Johan ahogó una exclamación al verme entre ellos dos. Mucho menos él se esperaba que estuviera allí.

No entendía lo que pasaba, pero lo que sí sabía es que no tenía que haber pasado. ¿Entonces por qué estaba sucediendo?

Bien, eso que dije me confundió aún más.

Ignore a los dos y no los miré para nada. Bajé mi mochila de mi hombro para buscar una caja de papel que siempre cargaba. Cuando saqué el empaque, comencé a sacar unos cuantos, después me acerqué a Poché para ayudarle a detener su sangrado y que siguiera manchando su mano y su blusa.

-Gracias- ella me susurró, pero yo la seguí ignorando.

¿Por qué estabas aquí con él? Solo podía pensar en eso.

Johan nos dio muchos problemas en nuestra relación y eso es algo que no puedo olvidar así sin más. Aún cuando en un futuro todo haya cambiado. Aún cuando sea una pieza clave para encontrar a Poché. Pero es que siento muy en el fondo que todavía no puedo depositar toda mi confianza en Johan. Él sabe muchas cosas que no quiere decir, o simplemente no puede o le cuesta.

Miré sobre mi hombro como la gente a nuestro alrededor comenzaba a dispersarse, pero aún seguían ojos puestos en nosotros tres.

-No dejes de presionar- le ordené a Poché mientras dejaba que ella tomará el papel en su nariz. Ella asintió confusa mientras yo cargaba de nuevo mi mochila sobre mi hombro y la tomaba de su muñeca para comenzar a irnos lejos de ahí.

Johan no hizo nada para detenernos, algo que agradecí.

No tardamos mucho para llegar a los baños de mujeres, dónde afortunadamente no había nadie, así que pudimos estar las dos sin ninguna interrupción. Conduje a Poché hacía los lavamanos. Yo le quité el papel para darle otro, pero me di cuenta que la hemorragia se detuvo al ver que sangre ya no salía. Ver eso me hizo suspirar aliviada. Dejé su mochila en el suelo y la mía sobre los lavabos.

-Juan te dijo dónde encontrarme, ¿verdad? Sabía que no podía confiar en él- ella rió levemente tratando de aligerar un tenso ambiente que se había formado entre nosotras dos, pero no funcionó. -¿Calle?- me llamó pero ni siquiera la miré. Seguí pasándole papel para que pudiera limpiar la sangre que había en su mano y parte de su mentón. -Calle, no me ignores- su tono de voz fue más duro y sentí su mano aferrarse a mi muñeca haciendo un poco de presión.

-Poché, limpiate el rostro- le dije con mi mirada todavía en mi mochila guardando lo que había sacado.

-Lo haré hasta que me mires- susurró a un lado mío, ya más calmada después de contestarle. Al escucharla, suspiré cerrando mis ojos recargandome en los lavabos.

-¿Ya?- le pregunté girando un poco mi cabeza para verla a los ojos y ella sonrió.

-Mejor- me contestó girando su cabeza para verse en el espejo. Comenzó a limpiar su rostro con el papel que le había dado para después inclinarse y terminar lavando su cara y mano con el agua que salía de la llave.

-¿Qué hacías ahí?- pregunté de repente deteniendo su acción. Poché no dejo de ver el espejo mientras se enderezaba.

-Yo...- ella se quedó callada, seguramente tratando de buscar una buena mentira.

-Dime la verdad- le pedí viéndo el perfil de su rostro. Ahora ella no se atrevía a verme.

-Fui a hablar con Johan- susurró en forma de respuesta. Al oírla, todo mi cuerpo se tensó de inmediato.

¿Por qué?

De nuevo el silencio reino entre nosotras dos mientras Poché secaba su mentón con la sudadera que tenía puesta.

Odiaba estos momentos, odiaba que, aún estando tan cerca, me sintiera tan lejos de ella.

-¿Por qué estabas sangrando?- hablé de nuevo. Quería saber que había originado qué ella tuviera esa hemorragia.

Poché suspiró mientras negaba con su cabeza.

-Gracias por estar aquí aún cuando Juan te dijo que no me buscarás por parte mía- me vió por unos instantes.

¿Por qué cambió de tema?

-¿Por qué no querías que me dijera?- le pregunté alejándome de Poché. Caminé hasta lograr recargar mi espalda en una pared.

-Para que no te preocuparas por mí- dijo con obviedad. -No era tan grave- me respondió encogiéndose de hombros.

-Me preocupa tu forma de ver las cosas- reí sin gracia. -¿"No era tan grave"? Poché, estabas sangrando, y seguramente se te inflamara el área del golpe, o te saldrá una hematoma...

-Calle- ella me interrumpió alejándose de los lavabos para detenerse frente mío. Alzó sus manos y las dejo sobre mis hombros. -¿Ves cómo te preocupas? Quería evitar esto- confesó regalándome una pequeña sonrisa.

-Es imposible no preocuparme si se trata de ti- susurré sin apartar mis ojos de los de ella. Vi como Poché relajó su cuerpo al escuchar lo que dije.

-No lo dudo. Siempre lo demuestras- ella rompió la pequeña distancia entre nosotras envolviendo sus brazos alrededor de mi cuerpo.

-Obviamente lo voy a demostrar- murmuré cerca de su oído. -Poché, tú sabes mejor que nadie que me importas demasiado. Más que cualquier otra cosa en el mundo- mis brazos se aferraron a su espalda. -Aún cuando el problema que tengas sea menor, me preocupare demasiado por como te encuentras, no lo dudes- relaje mi cuerpo y deje que mi mentón descansara sobre su hombro derecho. -Haría cualquier cosa para mantenerte a salvo porque eres mi mundo.

Escuché una pequeña risa por parte de ella, así que me aleje un poco solo para verla a los ojos.

-¿De qué te ríes?- alcé una ceja divertida al ver su brillante sonrisa en su rostro.

-Nada, es que...- rió entre dientes. -Oírte decir eso me hace imaginarte hasta peleando con un oso para salvarme- ella comentó regresando su rostro al hueco de mi cuello.

-Yo enfrentaría al mundo por ti, Poché- le dije mientras la acercaba más a mí. Quería demostrarle todo lo que la amo.

Al terminar de decir aquello, Poché dejó de reír. Ella colocó sus manos sobre mis hombros para poder separarse de mí. La miré a los ojos y podía ver algo en ellos, pero no sabía qué.

-Lo sé, pero... ¿a cuál mundo te refieres?- me preguntó ladeando un poco su cabeza.

Ella aprovechó mi sorpresa al no entender sus palabras y se separó de mí.

¿A cuál mundo me refiero?

-¿Qué quieres decir con eso?- le pregunté al verla inclinarse para tomar su mochila del suelo y ponerla sobre su hombro.

-Ignora lo que digo- ella me contestó dándome la espalda. -Ya que no se te hace tan difícil hacer eso, ¿verdad?- su voz había cambiado totalmente a una más seria.

¿Por qué sentía otra vez esa lejanía con ella?

¿Por qué actuaba así?

-Poché- me acerqué a ella y la tomé del codo para girarla y que me viera. -¿Qué sucede contigo?- le pregunté lo que siempre he tenido en mente.

-"¿Qué sucede conmigo?"- ella fruncí el ceño ofendida. -¿Por qué lo dices? Todo está bien conmigo- me contestó de lo más tranquilo.

-No, claro que no lo está- dije entre dientes. -Odio tus secretos- le confesé y ella abrió sus ojos sorprendida. -Odio que ocultes cosas, y eso es lo que estás haciendo ahora. Primero no entiendo lo que a veces me dices, y ahora no me quieres decir porque fuiste a ver a Johan cuando muy bien tu me dijiste que ibas a cortar cualquier relación con él, y lo peor, no me quieres decir porque terminaste sangrando- mi ceño se frunció.

-Calle, no siempre nos contaremos todo, entiendelo- ella dijo de manera dura mientras se soltaba de mí agarre de manera brusca.

Escucharla decir eso, hizo que me sintiera mal. Entre ella y yo nunca había secretos, ¿ahora por qué si los tiene que haber?

-¿Ves lo qué sucede cada vez que Johan aparece en nuestras vidas? Siempre terminamos en una discusión tú y yo- me quejé en alto mientras comenzaba a caminar de un lado a otro. -Johan es el problema en todo esto- hablé con molestia. Vi como Poché comenzó a acariciar sus sienes algo estresada. -Él es la razón de que siempre discutamos...

-¡¿No te has puesto a pensar qué seguramente él no es el problema sino tú?!- mis pasos se detuvieron al escuchar eso.

Mi mirada se dirigió a Poché quien se encontraba a unos pasos de mí. Ella estaba jadeando un poco, su ceño estaba fruncido y su cuerpo tenso. Cuando pasaron algunos segundos donde solo hubo silencio, ella por fin asimiló lo que me había dicho, así que su ceño se relajó al igual que su cuerpo y sus ojos se abrieron de par en par.

-Calle, yo...- alcé mi mano deteniendo cualquier cosa que fuera a decir.

-Más tarde hablamos- le dije evitando su mirada, ya que seguramente si la viera, algo en mi se rompería.

Tomé mi mochila dispuesta a salir, pero Poché se interpuso en mi camino.

-No, hablemos ahora- me detuvo, pero aún así no la quería ver. -Calle, mírame, por favor...

-No lo haré- le dije de manera cortante rodeando su cuerpo para irme.

Cuando salí al pasillo, el descanso se había acabado y todos se dirigían a sus respectivas clases.

-Calle- Poché salió detrás mía y me llamó. La ignore y seguí caminando en sentido contrario a todos. -¿A dónde vas? La clase está por empezar.

-¿No lo recuerdas? No siempre nos contaremos todos, así que déjame- le contesté de espaldas siguiendo mi camino y con ella detrás mío.

-No te dejaré- de nuevo ella estaba delante mío impidiendo que continúe.

Suspiré exasperada, ahora no quiero hablar con ella, ¿por qué le es tan difícil de entender?

-Calle, lo siento, ¿sí? No quería decir eso, yo... ni siquiera se porque lo dije- ella comenzó a hablar desesperada. Yo no le presté atención a lo que decía y miraba quien pasaba a un lado nuestra, y me alegre un poco al ver a alguien. -Por favor, Calle, escúchame- ella pidió pero seguí sin verla.

-¡Felipe!- grité llamando la atención de ese chico a unos pasos de nosotras que estaba hablando con uno de sus amigos. Él al verme, se despidió de su compañero y se acercó a nosotras.

-Hola, Calle, Poché- nos saludó a las dos. Yo le regalé una sonrisa y Poché ni siquiera lo miró.

-Felipe, ¿recuerdas el favor que me debes de aquella vez?- le pregunté recordándole la vez que le salvé el pellejo en una materia. Él lo pensó un poco, y después sonrió.

-Claro que sí, todavía te estoy muy agradecido- me respondió sonriente. Para este momento, podía sentir la incomodidad de Poché creciendo.

-Bien, pues ya se como me vas a regresar el favor- le dije.

-¿Ah sí?, ¿cómo?- me preguntó.

Yo acerqué mis manos a las suyas para después dejarlas sobre las muñecas de Poché. Ellos dos me miraron al instante que hice eso para verme extraños.

-Felipe, no quiero por ningún motivo que sueltes a Poché, así que quiero que la lleves a su próxima clase, ya que les toca juntos, ¿verdad?- le pregunté a él y Felipe asintió aún confundido. -Ese es mi favor- le sonreí.

-¡¿Qué?!, ¡no!, ¡sueltame!- ella se quejó tratándose de soltar de él, pero era imposible.

-Lo siento, Poché, pero es el favor que me pidió Calle, se lo debo, así que será mejor que no grites tan fuerte que no quiero terminar en la oficina del director- escuché que le dijo. Después de eso, los quejidos de Poché comenzaron a escucharse cada vez más lejos a cada paso que yo daba.

Salí y me senté sobre una banca viendo como la explanada estaba casi vacía, ya que aún había personas afuera teniendo hora libre.

Suspiré mientras acariciaba mis sienes. Esto no tenía que ir así, tengo que acercarme a Poché para que me cuente lo que sucede, no discutir y alejarme de ella, pero es que lo que dijo... me dolió.

Mordi mi labio inferior cuando sentí una picazón en mi nariz y mis ojos nublarse.

¿No te has puesto a pensar qué seguramente él no es el problema sino tú?

Esas palabras seguían reproduciéndose en mi mente y seguro no se iban a ir de ahí en un buen rato.

No se cuánto tiempo pasó, pero sentí como alguien se sentó a un lado mío. No quería que nadie me viera por si terminaba llorando, así que dispuesta a tomar mis cosas para irme, me levanté, pero una voz me detuvo.

-¿No se supone que deberías estar en clases?- preguntaron a un lado mío. Yo cerré los ojos tratando de calmarme al saber de quién se trataba.

-¿Qué haces aquí?- fui directa. Johan se encogió de hombros.

-Vi tu pequeña charla con Poché- respondió en un susurro. Al oír eso, ya estaba dispuesta a irme, pero de nuevo, él me detuvo. -Tengo la sensación de que fue por mi culpa, así que vengo a que me quites la duda- mencionó. Yo me quedé callada dándole una respuesta. -Creo que acerté.

-Johan- lo llamé y él me vio poniendo total atención en mí. -¿Qué pasó?, ¿por qué Poché fue a buscarte?- ahora yo quiero respuestas.

-¿No te dijo nada?- me preguntó y yo negué con la cabeza. -Ella fue a hablar conmigo.

-Eso ya lo sé- bufé exasperada. -Pero, ¿por qué?- lo miré fijamente.

-Quería arreglar las cosas entre nosotros- me contestó.

-¿En serio?- reí incrédula y él asintió. Al ver su expresión, sabía que no mentía.

Deje de verlo para concentrarme en otra cosa. ¿Por qué Poché quería arreglar las cosas con él cuándo nunca terminan bien? La última vez que hablaron todo acabado demasiado mal y hasta ella le dio un ultimátum a su amistad, ¿por qué volver a buscarlo?

Esto no tenía que estar pasando.

Esto es nuevo.

¿Por qué?

-¿Qué sucedió para qué Poché terminará con su nariz sangrando?- le pregunté sin verlo.

-Eh... bueno- se removió incómodo. -Estábamos hablando sobre volver a arreglar las cosas, y un chico se acercó a nosotros. Comenzó a decir cosas sobre lo que sucedió hace días, ya sabes... sobre él beso que le di a Poché- si el ambiente de por si estaba incómodo, ahora lo estaba más. -Una cosa llevo a la otra, y me terminé peleándome con él por lo qué dijo...

-¿Qué dijo?- lo interrumpí. Johan me vió, y pareció dudar en si decirme o no. -¿Johan?

-Tonterías- me respondió.

-Pues esa tontería te enojo tanto que terminaste peleándote con él- comenté. Él suspiro derrotado.

-Empezó a decir cosas sin sentido, dijo qué Poché te engañaba conmigo, y les empezó a faltar el respeto, yo no podía dejar las cosas así, y por eso lo golpee. Todos saben que él es un idiota y siempre busca problemas y yo caí en sus provocaciones, así que me regresó el golpe y comenzamos a pelear- contó. Lo miré fijamente, y podía ver como en su pómulo derecho estaba cambiando de color. -Poché intentó separarnos y...- no sabía cómo continuar.

-¿Y?- espere a que continuara.

-Yo soy bueno esquivando golpes- respondió. ¿Qué tiene que ver eso? -Pero ella no- añadió. Oh, no. -Así que cuándo se metió a la pelea de repente, recibió un golpe por parte de ese idiota- dijo entre dientes. -Obviamente me enojé y se lo regresé a ese tipo hasta tirarlo al suelo, y cuando iba a darle otro, me detuve al ver que Poché comenzaba a sangrar. Todos los que estaban alrededor se acercaron preocupados y formaron una bolita, después, llegaste tú- finalizó.

Suspiré enojada pensando quién carajos era ese tipo que inicio la pelea.

-¿Quién es él?- le pregunté y Johan lo pensé un poco.

-Thiago- respondió y asentí con mi cabeza. Sé quién es él: el típico machito.

-¿Dónde está?- dije.

-Mis amigos lo llevaron a la oficina del director por mí, así que seguramente ahora estén llamando a hablar a Poché y me estén buscando a mí- él me contestó levantándose de la banca y tomando su mochila sobre su hombro. -Solo vine porque quería decirte que, de verdad, no quiero más problemas entre nosotros tres- habló de manera sincera. -Ya les cause muchas discusiones, y no quiero ser la razón de otras más, así que me mantendré alejado, solo si Poché quiere hablar conmigo, le hablaré, sino, mantendré mi distancia. No quiero ser un problema para su relación- añadió.

Lo vi por unos momentos y se que lo decía con total sinceridad.

-No te preocupes por eso. Tú no eres culpable de ninguna discusión- me levanté igual que él. -A lo mejor somos nosotras mismas, o yo lo soy- me encogí de hombros.

-¿Sabes? Prefiero escuchar que yo soy el problema y no tú- bromeó un poco y reí junto con él. -Cualquier cosa que pasa, siempre lo solucionan juntas, eso es siempre- habló. -Así que si intentas arreglar las cosas tomando distancia, no llegarás a nada, mejor habla con ella- me aconsejó. -Por ahora me tengo que ir, necesitaba que quedaran las cosas claras entre nosotros, así que espero desde ahora que estemos en paz- Johan dijo estirando su mano hacia mí. Yo la miré por un momento y sonreí.

-Está bien. Estamos en paz- le aseguré estrechando nuestras manos.

-Me siento más tranquilo- comentó. -Ahora si me voy. Adiós, Calle, ojalá las cosas entre ustedes se arreglen pronto- se despidió de mí antes de alejarse de donde nos encontrábamos.

Cualquier cosa que pasa, siempre lo solucionan juntas.

Las palabras de Johan no dejaban de reproducirse en mi cabeza.

Puede que tenga razón.

Puede que, para arreglar esto, lo tengamos que hacer juntas.

~~~

😁 Me tarde más de lo esperado para subir un capítulo, así que una disculpa ajskskks.

Aquí está otro actualización que espero les guste. Estos días me han servido para pensar en las cosas que vienen, así que ya es hora de decir que ya pasamos la mitad de la historia y vamos directo al final, así que iré lo más rápido que pueda para que ustedes puedan tener las respuestas que quieran y lo que tanto piden:) [Lo digo porque TODO lo que ustedes me dicen lo tengo contemplado]

Por ahora, espero que tengan lindo día, tarde o noche. 💘

Continue Reading

You'll Also Like

72.6K 2.1K 25
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
86.7K 5.1K 27
Chiara, una farmacéutica profesional y dispuesta a la que el mundo se le pone patas arriba por una pelirroja sin receta. ⚠️ +18 (incluye contenido ex...
255K 25.3K 67
Freen, una CEO de renombre, se ve atrapada en una red de decisiones impuestas por su familia. Obligada a casarse con Rebecca, una joven que llegó a s...
731K 78.3K 132
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...