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Dejé a Poché en su hogar, quería cerciorar que ella llegará sana y salva a casa. Cuando nos despedimos, emprendí mi marcha de regreso a mi hogar, pero en el camino el ambiente estaba un poco pesado. Sabía que, si alguien me estaba observando, serían ellos, pero también sabía que no sería algo prudente hacerme algo, pues el Sol todavía estaba en su punto máximo y las personas a esta hora estaban en las calles.

-¡Buenas tardes, señorita Daniela!- el repartidor de correos, que hace demasiado tiempo no lo había visto, pasó a mi lado con su singular sonrisa.

-¡Buenas tardes, Luis!- lo saludé igual de efusiva. Me alegraba ver a personas a mi alrededor, me hacía sentir segura.

Al llegar a mi casa, entré y todo estaba extrañamente vacío. El silencio era algo que odiaba demasiado. Busqué a mi mamá por toda la sala, pero no había rastro de ella, hasta que llegué a la cocina, en la nevera estaba una nota pegada. Me acerqué hasta cogerla y después la leí.

Calle, he salido para hacer algunas compras. Puede que me tarde, puede que no, pero solo espero que Poché no esté contigo o sino el castigo será de un mes:)
Te quiere, tu mamá.

Que forma de expresar que me quiere...

Salí de la cocina y comencé a subir las escaleras para llegar a mi habitación. Entré a mi cuarto y dejé caer mi mochila en el suelo para después saltar y dejarme hundir en mi suave cama.

Han pasado tantas cosas hoy, o... ¿hace años? Ya no se ni como referirme a lo que vivía, pero sentía paz, sentía felicidad de poder volver a verla, de abrazarla y besarla como lo hacía antes, aunque ahora no lo esté disfrutando ya que tengo la preocupación sobre que pasará en tres meses, tendré que evitar a toda costa que ella salga de su casa, o simplemente caminé por la noche, ¡o qué se quede sola! Solo no quiero perderla de vista, y si lo hago... ya no soportaría de nuevo más sentir la impotencia de saber que no pude hacer nada cuando desapareció, eso fue lo peor de todo. Ahora solo tengo que tener cuidado, tanto de ellos como de decir algo de más frente a mis amigos, si esto es tan real como dijeron Robert y Rosalind, podría cambiar absolutamente todo el futuro con tan solo una palabra y el único que necesito cambiar es el de Poché, solo el de ella y de nadie más.

Me levanté de la cama y decidí llamar a Kim. Después de una larga explicación que le tuve que dar sobre la razón por la cual no asistí a clases, entendió y me dio todos los apuntes de hoy y algún otro trabajo que habían encargado. Me pasé toda la tarde ocupándome de mis estudios, hasta que llegó mi mamá y me dispuse a ayudarle a hacer algo de comer para la cena. Sonreí mientras charlabamos, hace demasiado tiempo que no compartía un momento así con ella desde que me aísle de todos después de la (próxima) desaparición de Poché.

-¿Y cómo te fue hoy en la Universidad?- me preguntó dejándome helada.

-Ah... hoy fue divertido, pero nada fuera de lo normal- dije nerviosa mientras me secaba las manos con un trapo.

La charla acabó ahí y llegó mi papá de su trabajo. Minutos después los tres ya estábamos en el comedor cenando y hablando de cosas triviales.

-Antes de llegar pase por la capilla del pueblo- mi papá comenzó a hablar -Ví que ese "Profeta" vendrá a hacer una Santa Misa en la Iglesia- comentó.

-También vi eso- mi mamá intervino. Yo me quedé callada, tratando de hacerme la tonta -Aún no creo en lo que dicen, pero algo tendrá que ser cierto para que mucha gente lo siga.

-Igual no me da buena espina ese sujeto. Le das a una persona un poco de poder y no tarde en subirsele a la cabeza- dijo mientras daba un bocado de su comida -Intenta ser diferente a todos los lideres y va por ese camino imponiendo su "orden".

-Será mejor no hacerle caso, seguro en unos meses dejan de hablar de él- mi mamá opinó de lo más tranquila, parece que ese asunto no le interesa en lo absoluto.

-Qué tal si... ¿vamos a verlo? Para así saber que tan verdadero es lo que dicen de él- propuse con una de mis mejores sonrisas.

-¿Estás bien?- mi mamá me miró con una ceja alzada desde su asiento -Es raro verte interesada en cosas que tengan que ver con la religión- añadió.

-No es necesario, solo es un hombre chiflado en busca de atención- mi papá interrumpió con molestia en su voz mientras se levantaba de la mesa -Solo ha habido un Mesías y ese es Jesús quién murió en la cruz por nosotros- concluyó saliendo de la cocina dejando su plato todavía con algo de comida.

Wow, que intenso todo.

-Iré a terminar mi tarea- me levanté después de comer y subí las escaleras con rapidez.

Me encerré en mi habitación y comencé a escuchar música mientras, en una hoja blanca, comencé a escribir un plan, tenía que tener uno si quería que todo me saliera bien.

-Esto será más difícil de lo que pensé- susurré al tener muchas incógnitas.

Me pasé toda la tarde ideando algo, hasta que dio cerca de las once de la noche y sabía que ya tenía que dormir. Hice mi rutina nocturna y, después, me volví a meter en la cama de nuevo. Miraba el techo oscuro de mi habitación mientras esperaba que el sueño me ganará, lo próximo que haré es preguntarle a Lucas si trabajó en la Iglesia desde antes de la desaparición de Poché, necesitaba saber porque estaba ahí, no quería desconfiar de él, pero toda persona que tenga relación con la Iglesia es una amenaza, así que desde ahora no bajaré la guardia con nadie.

...

Siento que ustedes hacen teorías muy rápido, ¿no creen? Vamos a ver de quién sospechan ahora en los próximos capítulos. 😁

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora