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Feel So Close de Calvin Harris se escuchaba mientras conducía bajo la Luna y, Poché, cómo hace horas, sacaba su cabeza para sentir todo el aire golpear su rostro. Yo simplemente manejaba mientras golpeaba las manos contra el volante siguiendo el ritmo de la canción.

Ella me había dicho que ese lago quedaba cerca de la finca de Mackenzie, que no tardaríamos más de 15 minutos en llegar, así que mientras manejaba Poché me guiaba por los caminos que debía tomar. En un momento del trayecto nos detuvimos en una gasolinera en mitad de la carretera solo porque Poché quería comprar cualquier chuchería que viera y se le antojara, así que ahora va comiendo de sus Cheetos Flamin' Hot de lo más tranquila mientras canta y baila sobre su asiento.

—¿Quieres uno?— me ofreció mientras estiraba la bolsa. Yo no le contesté, simplemente estire mi mano derecha hasta agarrar unos cuantos antes de llevarmelos a la boca.

También decidió por comprar refrescos, pero también algunas latas de cerveza, aunque no sé si sea buena idea eso, Poché cuando tomaba alcohol se volvía algo... atrevida. Así como en la fiesta.

—¡Aquí es!— casi pierdo el control de la camioneta a causa del grito de Poché. Joder, que susto. —¡En esta desviación!— me detuve un momento para ver el camino de tierra rodeado de árboles a nuestra izquierda.

—¿En serio quieres ir a pesar de la hora?— pregunté con desconfianza. —Está muy oscuro— susurré con algo de miedo.

—Ay amor, no va a pasar nada, además el lugar vale la pena, es muy hermoso— me respondió con una sonrisa mientras colocaba su mano sobre mi brazo para trasmitirme confianza y dejaba un beso en mi mejilla.

—Si sucede algo malo te haré responsable— suspiré antes de tomar el camino para ir al "hermoso lago".

—Está bien, aceptaré cualquier castigo si algo sale mal, lo cuál es muy improbable— habló muy segura mientras regresaba a su asiento para seguir comiendo de sus Cheetos.

Lo único que iluminaba aquel recorrido era las luces de la camioneta, así que mi miedo era justificable. A cada minuto que nos adentrabamos, podía notar como nos acercabamos a ese cuerpo de agua. Al llegar, me estacione en aquella pequeña explanada cerca del lago y del muelle de madera con un bote a un lado. El lugar estaba oscuro, sí, pero la Luna sobre nosotras nos daba la iluminación suficiente para observar la tranquilidad de este lugar.

—¡Vamos!— Poché se quitó su cinto de seguridad y bajó de la camioneta agarrando la bolsa donde se encontraban todas las cosas que compró. A regañadientes también desabroche mi cinturón y bajé con ella.

De nuevo, al salir, sentí la ventisca golpear mi cuerpo y me sentí verdaderamente relajada por primera vez en el día. La noche estaba un poco fría y tranquila. En este lugar no se puede escuchar ningún ruido molesto, solo el de los grillos. Podía sentir esto como si estuviéramos en un mundo aparte.

Vi como Poché dejó la bolsa sobre el capo de la camioneta y regresó dentro de ella para subirse al asiento del copiloto. ¿Qué quiere hacer?

Bastó unos momentos para comenzar a escuchar el agradable y suave sonido de una canción que había puesto con un volúmen algo alto y dejando aquella puerta abierta.

You and me always forever
(Tú y yo por siempre para siempre)
We could stay alone together
(Podemos quedarnos solas y juntas)
You and me always forever
(Tú y yo por siempre para siempre)
Say you'll stay, never be severed
(Di que te quedarás, no te retractes)

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora