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And they come unstuck... ¡Lady, running down to the riptide...!— gritó Poché a través de la ventana.

Verla cantar Riptide de Vance Joy mientras asomaba un poco la cabeza por la ventanilla, su cabello moverse hacía atrás gracias a la brisa del aire y un celeste pintado en el cielo era lo más hermoso y gratificante que pude ver hoy.

Me encantaba mirarla así disfrutando de los pequeños momentos de la vida mientras su música y una gran sonrisa en el rostro la acompañaban.

Habíamos salido hace unos minutos de su casa hacía la finca de Mackenzie. Estábamos por una carretera libre con solo un paisaje verde a nuestro alrededor. Iba conduciendo sin borrar la sonrisa de mis labios escuchando a Poché cantar a todo pulmón.

Nunca me cansaría de verla.

—¡Amor, canta conmigo!— ella gritó mientras volvía a recargar su espalda en el asiento y se reía.

¡Lady, running down to the riptide!— canté a todo pulmón junto con ella. —¡Take away to the dark side, I wanna be your left hand man!— sentí la mano izquiera de Poché agarrar mi mano derecha y entrelazar nuestras dedos mientras seguía manejando y tenía la vista en la carretera. —I love you when you're singing that song, and I got a lump in my throat 'cause you're gonna sing the words wrong— terminamos de cantar con una sonrisa y sin deshacer el agarre en nuestras manos.

Después le di un rápido vistazo a Poché y me sorprendí al ver que me observaba fijamente sin borrar una media sonrisa de su rostro. Esa mirada que me dio hizo que sintiera una calidez en mi pecho y me sonrojara un poco. Me sentía demasiado amada.

Seguímos el camino ahora con Gime Me Love de Ed Sheeran, la cual Poché cantó como si estuviera en un bar en la madruga después de beber una botella de alcohol y sintiendo totalmente la letra.

Llegamos después de varios minutos a la finca y... no sabía como describir lo que miraban mis ojos. Ya que estaba encima de una pequeña colina, se miraba todo el pueblo a lo lejos así como el gran bosque rodeandolo dándonos una majestuosa vista. La gran casa estaba rodeada de un extenso patio donde habían muchos autos estacionados, las paredes exteriores estaban cubiertas de decoraciones de piedra y por lo que veo es de dos pisos ya que puedo notar su terraza donde la barandilla es de cristal. También noté los grandes ventanales del primer piso, pero estos estaban cubiertos por una cortina, así que no podía ver lo que sucedía dentro.

Había muchas personas fuera; unas tomando mientras ven la vista y otras drogándose haciendo lo mismo o encima de los capos de sus vehículos.

Después de acabar de darle un vistazo al lugar, me acerqué a Poché hasta tomar su mano.

—¿Estás segura de qué quieres entrar?— le pregunté esperando que dijera que no. Estar aquí me daba un poco de mala espina.

—Sí— fue lo que me contestó antes de jalarme dentro.

Las dos nos abrimos paso entre la gente que estaba en el patio hasta llegar a la puerta principal y entrar como si nada a la casa.

Me preguntaba si a Poché en realidad la había invitado Mackenzie o solo habíamos venido de coladas a la fiesta como el 70% de personas aquí.

Apreté más nuestro agarre cuando pasábamos entre el pasillo de la entrada y la sala, las cuáles estaban infestadas de gente sudada bailando al ritmo de Summer de Calvin Harris. Las luces estaban totalmente apagadas y lo único que se miraba eran las luces de colores moviéndose de un lado a otro en la gran sala iluminadola por completo y el maquillaje fluorescente que tenían algunas personas.

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora