Resumen porque sé que pasé mucho tiempo sin actualizar por motivos que mencionaré abajo: en los capítulos anteriores, Dan y Mack, Vyd y Nolan tuvieron una cita, Ax explotó de celos y creó un caos enorme en la organización. Como las proyecciones de Ax y Vyd desaparecieron, la organización apresó a Mack en una celda para entrar en sus recuerdos y sacar info sobre Godric y sus experimentos, pero a Nolan lo dejaron libre porque Gesher le pidió ayuda en algo que aún no sabemos. Ax, Vyd y la chica número dos están lejos de allí, intentando reunir a los que quedan vivos de STRANGE, pero en la mayoría de las ubicaciones de sus prisiones los han encontrado muertos, desmembrados, aparentemente porque Mantis los está matando. Al estar muertos, Ax pierde fuerza. En este capítulo ellos están buscando al número siete a la espera de que esté vivo.
9
Algo huele peligrosamente familiar
AX, VYD Y LA CHICA NÚMERO DOS.
Lo que más recordaba Ax de su pasado era estar en oscuridad.
Lo que más recordaba la chica número dos eran dolores de cabeza intensos.
Lo que más recordaba Vyd era sentir que las partes de su cuerpo se desprendían de él.
En tres lugares distintos, a los tres los habían torturado de formas diferentes.
Pero ahí estaban después de haber conducido durante muchas horas, a cierta distancia del lugar que habían marcado como objetivo.
Ninguno sabía qué estado era. Ninguno sabía si había alguna ciudad o pueblo cerca. Solo sabían que uno de los suyos estaba en la estructura que se veía ante ellos, porque podían sentir su energía y percibir sus olores.
También sabían que esa zona se parecía a los desiertos que se ven en la televisión sin nada de áreas verdes.
Montañas cuadradas, pensó Vyd.
Colores naranjas, pensó la chica.
Mucho calor, pensó Ax.
—Hay muy poca energía dentro de las instalaciones... Casi todo está apagado —dijo Vyd, que se había quedado muy quieto intentando analizar su alrededor como si fuera un detector humano. Se volvió hacia la chica—. ¿Sondeas?
Ella estaba a su lado. Se mantuvo inmóvil, porque de esa forma hacía su análisis del perímetro. Ni uno de sus cabellos negros se movía. No había viento en esa zona. Ax incluso se estaba preguntando cómo Vyd podía soportar estar ahí parado con esa gabardina y los guantes y toda esa... ropa.
La ropa era molesta, en especial en ese lugar.
Todo era mejor cuando no tenía que usarla, y el doble de mejor si Mack estaba cerca y tampoco la usaba. Le gustaba mucho verla así... Le gustaba mucho ver a Mack...
El recuerdo se formó claro en su mente: aquella noche en la casa de Campbell, la cama, esa necesidad de tenerla debajo y empujarse contra ella porque la sensación era simplemente deliciosa.
Ya ni siquiera entendía cómo era posible que sintiera con tanta intensidad las ganas de que estuvieran a solas otra vez para poder besarla y tocarla y que de nuevo ambos...
—No percibo ondas cerebrales —dijo la chica entre el silencio, y luego le dedicó una mirada enojada a Ax—. Excepto las tuyas. Deja de pensar tanto.
Ax le devolvió el ceño fruncido, molesto por no poder estar solo en su repentina fantasía. De hecho, le pareció tan fastidioso que en un pequeño acto de venganza afincó el recuerdo de Mack y él besándose.
A la chica le tomó por sorpresa ser retada de esa forma, porque había esperado que Ax le obedeciera, pero de inmediato endureció la expresión, furiosa.
—Basta —le exigió, amenazante.
Solo que Ax, rebelde, lo hizo peor y recordó la noche más detallada y más intensa: ambos desnudos con sus respiraciones jadeantes, sus cuerpos uno sobre el otro, su boca húmeda, sus pechos, él moviéndose con más fuerza cada vez y ella emitiendo esos sonidos...
—¡Que ya basta! —gritó la chica al perder la paciencia. Por supuesto, esa pequeña explosión emocional se proyectó en una onda a su alrededor que levantó la tierra caliente.
Ax no se inmutó. Vyd se sobresaltó, preocupado.
—¡Por favor, no vayan a pelear otra vez!
—¡Entonces que se detenga! —rugió la chica. Tenía las manos apretadas y el pecho agitado.
—Ax, no sé qué estás haciendo, pero no es momento para esto... —Vyd intentó mediar.
Alternó la mirada angustiada entre ambos a la espera de una resolución. El ambiente se sintió tenso y muy inusual. Vyd podía darse cuenta de que tanto Ax como ella estaban muy extraños. ¿Por qué esto estaba pasando? No lo comprendía.
Bueno, nunca habían trabajado juntos porque los habían mantenido separados, pero era obvio que no debía haber conflictos porque también los habían entrenado para funcionar en equipo...
Finalmente, Ax hizo desvanecer el recuerdo y volvió la vista hacia el objetivo.
—¿Vacío? —preguntó, ya centrado en lo que de verdad era importante.
—Eso parece —asintió Vyd mientras que la chica, conteniendo su rabia, recuperaba la calma.
¿Otra vez? Que todos los lugares en los que habían buscado al resto de STRANGE estuvieran vacíos, le seguía pareciendo muy extraño a Ax.
¿Por qué Mantis no solo mandaba a un montón de soldados, helicópteros y equipo especial a rodearlos? Habían cometido varios errores, habían liberado mucha energía...
Ax seguía teniendo un mal presentimiento. Su capacidad analítica e intuitiva, esa que el mismo Mantis había reforzado para que él fuera capaz de cumplir con éxito cualquier misión, se lo estaba advirtiendo. Algo no encajaba. Algo iba en una dirección incorrecta.
Pero en ese punto ellos necesitaban con urgencia encontrar a otro de los individuos para poder llegar a la cueva en la que habían sido engendrados. Por esa razón seguía la búsqueda y no se estaba deteniendo a analizar mucho más. Desconfiar solo los retrasaría.
Ah, de verdad hacía muchísimo calor...
—Iré primero —decidió Ax.
—Eh, es mejor si nosotros revisamos antes el perímetro justo como hemos estado haciendo —intentó decir Vyd, pero Ax pasó frente a él con decisión, ignorándolo—. Okey, anda adelante, tú eres el jefe...
La chica y Vyd lo siguieron. Era de noche. Justo delante de ellos, la prisión se alzaba.
Sí, prisión era la palabra correcta para definir los lugares en los que los habían atrapado desde su nacimiento. Aunque esa prisión era aún peor.
Era una estructura en forma de embudo, situada en medio de la nada y protegida por unos muros. Estaba hecha de lo que ellos podían reconocer como una mezcla de acero y titanio. Apoyada sobre unas gruesas bases del mismo material, se aseguraba de no tocar el suelo, pero tampoco de no estar demasiado alto. Y tenía ventanas y patrones de pequeños agujeros intencionales por todas partes. Un gran rango de piso alrededor estaba asfaltado.
Era extraña, fea, pero ingeniosa.
—Wow, está bien armada. —Vyd la admiró y odió al mismo tiempo mientras los tres se acercaban—. Tienen que mantenerla lo suficientemente lejos de las nubes y de la tierra para que no pueda atraer agua o siquiera manipular una molécula. —Dudó, pero se atrevió a hablarle a la chica—: ¿Cómo te impedían escapar estando debajo de la casa de Mack? Me causa curiosidad, porque siempre se aseguran de no tener cerca ningún elemento que podamos controlar. A mí me forraban con plástico para inmovilizarme. Todo el cuerpo, sí, y alrededor todo estaba hecho del mismo material. No había electricidad en un radio que yo pudiera atraer. Era muy silencioso y oscuro...
Pareció que ella no iba a responder porque aún lucía tensa y molesta, pero lo hizo.
—Me sedaban. —Su voz sonó resentida—. A veces.
A Vyd le alivió no haber sido fulminado por su pregunta.
—Pero, ¿el padre de Mack era realmente, ya sabes, cruel y malo contigo? —le preguntó también—. Mi cuidador me veía como si fuera su circo personal. A veces solo aparecía, entraba a la celda y me miraba por mucho rato. Fijo, sin decir nada. Era incómodo.
—No. Él me trataba... —la chica pensó un momento, inexpresiva, hasta que escogió una palabra—: bien.
Ax estaba oyendo todo justo como a él le gustaba: en silencio. También le gustaba mucho oír. De hecho, extrañaba las conversaciones interminables y raras de Mack y Nolan en las que mencionaban cosas que él no entendía y que podía preguntar; pero de pronto miró el suelo.
Debajo de sus pies descalzos, sucios y rasguñados otra vez estaba demasiado caliente. Él podía soportar la alta temperatura, claro, pero era raro. ¿De ahí venía? ¿Acaso todo ese calor inusualmente intenso salía de la tierra?
—¿Cómo es que Godric te usó para hacer sus propios experimentos? —Vyd siguió indagando, muy curioso—. Espera, ¿cuáles eran?
En realidad, no lo habían dicho antes. Y Ax comprendió que tampoco lo sabía. Que solo sabía lo que Nolan y Mack habían descubierto. Que a pesar de que podía compartir la mente de la chica, no era algo que había visto allí. Por esa razón fue una revelación tanto para Vyd como para él.
—Godric quería hacerme la número uno —dijo ella—. Quería potenciar mi poder, y también replicarlo.
—¿Por qué? —Vyd quedó muy confundido.
—No lo sé.
—Muy misterioso el señor Cavalier... —murmuró Vyd más para sí mismo.
Ax se detuvo a unos cuantos metros seguros de distancia de la enorme reja de acero que protegía la entrada. Tenía dos torres de vigilancia a cada lado, ambas perfectas para albergar tres hombres armados, pero no se veía a nadie haciendo guardia, lo cual también era extraño.
Demasiado.
—Sondeo —les pidió a Vyd y a la chica. Su capacidad olfativa ya había detectado algo, pero necesitaba comprobar con los demás.
Vyd y ella detuvieron su conversación para analizar su alrededor.
—No hay cargas, solo en la cima... —informó Vyd tras un momento.
—Nada —confirmó la chica.
Ax avanzó hacia la reja con intenciones de treparla. No tuvo que ocultarse o tener cuidado, porque ya estaba seguro de que no había nadie vigilando.
—Pero, ¿logró algo de lo que quería? —Vyd retomó su interrogatorio, caminando junto a la chica.
Sabía que ella podía enojarse en cualquier momento y pedirle que se callara, pero ya estaba decidido a obtener las respuestas que pudiera.
—Logró algunas cosas —afirmó, y lo siguiente fue más serio—: Pero no es Godric la razón por la que sé que estos humanos son nuestros enemigos. Es porque ellos siempre van a vernos como una fuente de poder. Intentarán tomar lo que tenemos para hacerlo suyo y usarlo a su antojo, y tenemos que evitarlo. —Miró de reojo a Vyd—. Puedo quitarte ese sentimiento.
—¿Eh? —Vyd se puso nervioso. Sus ojos amarillos por encima del pañuelo que cubría la mitad de su rostro, se movieron de un lado a otro como si hubiera alguien más a quien ella pudiera referirse. Pero por supuesto que se refería a él.
La chica fue clara:
—Ese chico te gusta y ese sentimiento de decepción que tienes ahora es una debilidad. Puedo hacer que dejes de sentirlo. Puedo limpiarte.
Claro, ella lo sabía, porque mientras Ax había estado pensando en Mack, Vyd había estado pensando en lo que había pasado con Nolan en la celda y en la cita. Todo el tiempo. No paraba, y era... frustrante. Tanto que solo se rascó la nuca y miró al suelo, otra vez consciente de que una enorme parte en su interior no se sentía bien. Pero, ¿era suficiente para aceptar que se lo borraran de golpe?
¿Lo mejor era borrar a Nolan de sus sentimientos? ¿Tenía que ser realista?
Por su lado, Ax trepó la reja con una facilidad impresionante. Le dolió la herida que se había hecho en la prisión anterior, cuando habían encontrado al otro individuo de STRANGE desmembrado, y que él mismo se había suturado en el abdomen. Los puntos amenazaron con abrirse, pero con algo de suerte se mantuvieron en su sitio hasta que aterrizó al otro lado.
—¿De verdad puedes hacer eso? —volvió Vyd a la conversión, bajo y avergonzado por sus propios sentimientos.
—Puedo hacerlo con todos nosotros —asintió ella—. No vas a tener de nuevo esa emoción humana, y sobre todo no te sentirás triste por esa razón. Habrá más espacio para tu energía y tu poder.
Vyd trepó para seguir a Ax porque no podían detenerse a pensar, y la chica lo siguió. Ella aguardaba por la respuesta, pero Vyd no logró dársela porque apenas los tres se adentraron en la zona interior de la prisión, vieron lo que Ax ya había estado sospechando.
Lo había olido. Había percibido la sangre, y ahí estaba.
Había ocurrido una matanza. ¿Cuándo? Ni idea, pero montones de cuerpos de guardias estaban tendidos en el suelo, formando la escena de un lienzo de horror y crueldad.
La cantidad de sangre que había salpicado en las paredes o que había formado charcos era impresionante y grotesca para quien no tuviera estómago fuerte. A muchos cadáveres les faltaban las extremidades. Cabezas habían sido cortadas. Torsos habían sido partidos por la mitad. Quien sea que los había asesinado, lo había hecho con rabia.
—Pero, ¿qué pasó aquí? —preguntó Vyd, impactado—. ¿Mantis hizo esto?
—Callado —ordenó Ax por precaución.
Vyd cerró la boca.
Ax avanzó, mirándolo todo. Las plantas de sus pies se mancharon con cada paso. No, aquello no lo había hecho Mantis.
Esa sangre...
En realidad, olía muy familiar.
Ahora que Ax la tenía cerca estaba cien por ciento seguro de que no era de un humano... Era... ¿uno de los suyos? ¿El número siete de STRANGE que estaban buscando? Pero, ¿por qué había asesinado con tal salvajismo?
Además, el olor no estaba equilibrado. No estaba sano.
A Ax no le gustó nada la única explicación a eso. No podía ser posible. Es decir, sí, pero, su mellizo había sido el único en convertirse en un fallo por culpa de las manipulaciones de Mantis. Si ya ninguno estaba siendo manipulado físicamente, no existía el riesgo de que otro fallara, de que se transformara...
¿O le había sucedido a número siete?
Les hizo una señal con los dedos a Vyd y a la chica para que lo siguieran. Los tres se adentraron en la prisión. La mayoría de las puertas de acero estaban rotas, por lo que siguieron ese camino ascendente que ya había sido abierto. Aunque era otro indicativo de que alguien con mucha fuerza había entrado.
¿O salido...?
Encontraron más cuerpos en los pasillos, algunos colgando de las paredes porque habían sido atravesados por tubos. Otros simplemente destrozados. Por las escaleras que llevaban a los pisos superiores del embudo que era la estructura, escurría la sangre.
Ax estuvo convencido de que, si Nolan hubiera estado allí, se habría orinado del miedo.
Un minuto después se detuvieron frente al área que llevaba a la celda especial. La celda en sí estaba ubicada en la punta superior del edificio, pero precedida por varias capas de secciones de acero. Esas secciones estaban divididas por puertas que había que pasar antes, pero todas cerraban y abrían en descontrol. Excepto la última.
—Ax, había una concentración muy baja de oxígeno ahí adentro —le avisó Vyd, revisando los paneles de control a los lados—. La falta de oxígeno de seguro les servía para debilitar a número siete y también para que no fuera capaz de crear una molécula, pero el oxígeno está activado ahora y el sistema de acceso está dañado. Creo que debe seguir con vida.
Claro, como Vyd había dicho, la estructura estaba bien construida para evitar que la persona prisionera se escapara. De hecho, los agujeros que había en las paredes servían para que en caso de que, si se creaba una concentración de agua, esta fuera drenada y no causara una inundación, porque el individuo de STRANGE que estaban buscando podía controlar ese elemento.
Pero Ax no se emocionó ante la esperanza. De hecho, no confió en solo cruzar las puertas para ir a buscarle, porque su intuición continuaba enviándole señales raras, y porque existía el riesgo de que alguna trampa estuviera activada.
De acuerdo, no tenía su poder en el nivel más alto y necesitaba guardar fuerza y energía por si había algún enfrentamiento porque estaba presintiendo algo malo, pero no podía solo lanzar a Vyd o a la chica para comprobar si era seguro y que salieran heridos. Así que tuvo que usar algo de su energía.
Se situó frente a las puertas que cerraban y abrían. Cerró los ojos un momento. Tomó aire y se conectó con su centro. El origen de su poder, la oscuridad, las sombras, lo contrario a la luz, el vacío, aquello que rodeaba al universo, sobre el que se suspendía la materia misma, y con sus dedos sucios hizo como que levantaba algo invisible del suelo. Justo en frente se elevó una figura idéntica a él. Su misma altura, sus mismas extremidades, pero hecha de negrura.
Con suavidad la empujó para que avanzara por el pasillo que conformaban las distintas secciones de puertas de acero reforzado. Tendría el mismo peso que una persona y haría reaccionar cualquier trampa que aún tuviera sensibilidad.
Pero no hubo ninguna. Mientras la figura caminaba por el pasillo y atravesaba el acero, no saltó ninguna trampa. Llegó intacta hasta el final y, como Ax no la había creado con tanta fuerza, perdió su energía y se desvaneció.
Un poco más seguro, Ax caminó por el pasillo. Tenía el oído aguzado por si algo extraño lo atacaba o se acercaba, pero, al igual que la sombra creada por él, logró llegar a salvo al final.
Solo que apenas dio el penúltimo paso, ese cercano a la última puerta que no abría como loca, las plantas de sus pies percibieron otra vez el calor. Y más que eso, la confirmación de que al otro lado había algo tan poderoso como él.
Algo que no conocía.
¿Y qué podía ser igual de fuerte que el número uno? Eso no era posible.
Sus cejas se fruncieron con un desconcierto horrorizado. Una alarma de precaución se activó en su interior y él se giró de inmediato hacia Vyd y la chica. A pesar de que no tenía que hacerlo, usó su control sobre ellos. Los ojos amarillos de Vyd se volvieron totalmente negros ante la orden, y los de ella también.
En un segundo, y sin esperarlo, ambos se quedaron inmóviles como marionetas dispuestos a sus órdenes.
La orden de Ax, sin embargo, fue que retrocedieran los pasos que habían dado. Los dejó plantados al otro lado del pasillo, lejos, e hizo que una de las cúpulas protectoras de la chica los envolviera.
Se volteó de nuevo hacia la puerta de acero.
Ese olor. Esa energía. Ese calor.
¿Algo igual de fuerte que él?
No. Era peor.
En ese momento era incluso más fuerte, porque Ax estaba débil. Pero debía ir solo, aún sin sus poderes completos.
Su intuición no estaba equivocada, pero debía comprobarlo.
Así que empujó la puerta. Al pasar al otro lado, las luces parpadeaban creando momentos de luz y oscuridad. Ax cerró detrás de sí para proteger el pasillo en donde estaban Vyd y la chica.
Después se quedó quieto, cauteloso. El interior de la celda tenía la forma de la punta de un triángulo. En el centro estaba ubicada una cámara de paredes transparentes. De esas paredes salían muchas ramificaciones de conductos que tal vez les habían servido a los guardias para introducir alimentos o medicamentos o bombas sedantes, cualquier cosa que necesitaran darle a número siete sin tener que acercarse.
Solo que estaba vacío.
Ax miró hacia los lados.
Se detuvo en punto en específico. Un punto oscuro.
No, no estaba equivocado. Había una energía dañada allí. Una energía desconocida. Pero, ¿era número siete?
Frunció las cejas. Sus ojos de diferentes colores lucieron agresivos y amenazantes.
Y su cosa favorita no era hablar, pero lo preguntó, enojado:
—¿Quién eres?
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¡Hola! Tanto tiempo... Perdón, de verdad. Tuve que tomar tiempo para editar Damián que va a salir en físico, y también tuve que pasar por un momento emocional muy pero MUY difícil que me bloqueó. Además, mi salud no estuvo muy bien (sí, nunca lo está, así es mi vida) pero nunca dejaré esta historia incompleta, es mi favorita y preparé varios capítulos para ustedes. Empezaré subiendo este y en un rato o mañana mismo subiré el otro, pero para que procesen esto primero.
Extrañaba mucho a Ax a Vyd y a Nolan, y estas revelaciones... Bueno, espero que les guste mucho porque se viene mucha acción, sangre, y VER A AX USANDO SUS PODERES AHHHH QUÉ BELLO. SI ustedes pudieran ver cómo me lo imagino todo poderoso, lo amarían más jskksd
Por favor, no se apresuren a pensar lo que pasará. Recuerden que esta es una historia de ciencia ficción. Todo tiene un motivo y tendrá explicaciones. Sé que tienen miedo de que termine la saga de una forma abierta, pero eso no va a pasar esta vez jajaja tengamos fe, pero para llegar a un final, bastantes situaciones deben pasar antes, ¿no? ¡Disfrutemos de lo que viene!
¡Lxs amo! Estoy feliz de regresar a STRANGE. Por favor comenten un montón (corazón oscuro)
Besos de experimentos,
Alex... ¿número siete?