—¿Por qué lo harían?— alzo una ceja confundida. Él se mira muy comprometido en su labor.

—¿Será por qué no confío en ellos?— se burla.

—¿Entonces que haces ahí dentro?, o mejor dicho, ¿por qué lo haces?— para mí, esto se está volviendo más interesante.

Él me mira entre desconfiar o no, pero al último suelta un suspiro de resignación.

—¿Puedo confiar en ti?— pregunta y asiento varias veces —No tienes ninguna relación con la iglesia, ¿verdad?

—La única vez que he entrando en una iglesia fue cuando me bautizaron— soy sincera mientras me cruzo de brazos. Estoy intrigada en lo que tiene que decirme.

—Igual yo— me sonríe —Me presento, soy ayudante del sheriff, trabajo para él y mi misión a cumplir es averiguar que se trae la Iglesia entre manos— dijo en plan cómico.

—Debes estar bromeando— le susurro incrédula.

—N-no, no estoy bromeando, en serio yo trabajo para el sheriff, mi nombre real es Lucas, si quieres...— suelta un suspiro viéndose rendido —Da igual— de nuevo centro su vista al frente —Santa mierda— exclama buscando algo en sus pantalones.

—¿Eso es a lo que llaman "bautismo"?— pregunto con mis ojos de par en par dirigiendo mi vista a donde esta mirando.

Él tipo de la mañana esta acostado en medio del agua que fluye del río. Tiene sus ojos cerrados y una sonrisa en el rostro mientras la persona de túnica blanca tiene una mano en su nuca y otra elevada hacia al cielo con su vista en un libro que sostiene otra persona a su lado.

—Sí, ellos llaman a eso bautismo— confirma sacando su celular y comienza a tomar fotos.

Devuelvo mi vista al frente y mi respiración se corta cuando, la mano que tiene elevada, baja hasta la frente del hombre para sumergirlo en el agua. Siento una opresión en el pecho cuando él pide por su vida comenzando a moverse de un lado a otro y arañando los brazos de la persona que lo está ahogando. No bastaron más de cinco minutos para que los movimientos cesaran.

—Él que lo ahogó es él maldito llamado "Profeta"— susurra entre dientes.

—¿Qué?— pregunto atónita sin dejar de ver como el cuerpo es liberado y dejan que la corriente del río se lo lleve. No puedo creer lo que estoy viendo.

—Sí, ¿nunca has visto fotos de él? Están por todo el pueblo— dice bajando la cámara de su celular —Es la primera vez que lo veo... entonces si es real— exclama sorprendido —Ven, es mejor irnos de aquí ahora mismo, no te gustaría para nada que te vieran espiandolos— murmura tomando mi mano para alejarnos lo más rápido posible del río.

[...]

—¿Qué sabes de la Iglesia?— le pregunto con sumo interés.

Habíamos dejado el bosque atrás ya hace unos minutos, ahora nos encontramos un gran prado rodeado de animales de granja.

—Qué es una porquería— su sinceridad me deja sin palabras —Se que hay iglesias "buenas", pero esta no entra a esa categoría— se detiene solo para buscar algo en su bolsillo trasero —¿Quieres?— me ofrece un cigarrillo y yo niego rápidamente —Bien— se encoje de hombros mientras lleva uno a sus labios e intenta prenderlo con un encendedor plateado.

—¿Él sheriff te mandó hacer todo esto?— asiente exhalando el humo del cigarro —¿Por qué?

—Es información confidencial, no entenderías— sonríe de forma burlona —¿Y tú por qué estabas en el bosque?

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora