PARTE 3 Confesiones I

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—¿Qué quería Hernan de ti? —soltó al fin, en cuanto entré en el coche.

—No lo sé —respondí—. Llévame con Jerome, por favor. Necesito comprobar que está bien.

—Ya te he dicho que lo está. No es un buen momento para verle, Reidar y él deben hablar de muchas cosas.

—¿Cuáles?

—Debe asegurarse de que no nos delatará y averiguar quién es en realidad.

—Jerome no nos traicionará.

Ella tomó aire, intentando tranquilizarse.

—Estábamos hablando de ti. Lena, necesito que me digas la verdad, toda —recalcó— la verdad. ¿Es la primera vez que te encuentras con Hernan aquí?

—No —reconocí—, pero lo que te he dicho es cierto, no sé qué quiere de mí. Lo vi por primera vez la noche que Christian se fue a La Ciudad. Vino a mi habitación.

—¿Para qué?

Me mordí la lengua un segundo.

—Quería ofrecerme su ayuda para... para...

—¿Para qué, Lena? —apremió, impaciente.

—Defenderme de la Orden. Dijo que podía enseñarme cómo protegerme de ellos.

—¿A cambio de qué?

—De nada. Me aseguró que para él sería divertido.

—Y le creíste...

—Sí. —Agaché la cabeza.

Ella guardó silencio durante un largo minuto.

—¡Definitivamente te has vuelto loca, Lena! —soltó de pronto.

—Lo sé. —Aquella conversación me recordaba a Jerome.

—¿En qué estabas pensando? ¿No puedes cruzarte con un gran predador sin lanzarte a sus zarpas?

—No quiero volver a pasar por lo que ocurrió en casa de los Lavisier, tener que sentarme a mirar cómo la gente que quiero arriesga sus vidas por mí. ¡No tienes ni idea de lo que fue para mí no saber qué había sido de vosotros! ¡O cuando Christian se fue a buscaros! Yo tuve que quedarme aquí, sin saber si seguíais vivos o no, ¿no puedes entenderlo?

—Claro que lo entiendo, pero esto es por tu bien, eres demasiado joven. ¿Crees que Liam o yo no hemos necesitado siglos para aprender a luchar como ahora?

—Tal vez yo no tenga siglos por delante para aprender.

—Eso es ridículo.

—¿Lo es?

Un profundo silencio se abrió paso entre nosotras, hasta que ella, finalmente, soltó aire y se dio por vencida.

—¿Hernan te ha hecho algo?

No podía decirle lo del realismo o lo de la sangre de guardián y menos después de esa pelea y de esa bofetada.

—Luchar contra él es muy real. Pero estoy bien. No ha acabado conmigo así que puedes estar tranquila.

—No se trata de eso, Lena. No puedes exponerte de esa manera. Lo que me enfurece es que estoy segura de que todo esto es por Christian y él ya te ha hecho suficiente daño.

—En gran medida sí. —Agaché la cabeza, ya no me sentía con fuerzas para mirarle a los ojos—, pero también por todo lo que te he contado.

Trilogía Éxodo (Éxodo, Revelación y Jueces)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora