Capítulo 56

1.8K 219 127
                                    

《Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: “¡Ven!”. Y miré y he aquí un caballo negro, y el que estaba montado sobre él tenía una balanza en su mano.》

1/2

—Oh, Daniela, justamente nos preguntábamos cuanto tardarías en llegar— Rosalind me recibe con una amable sonrisa al verme entrar a la cafetería.

Después de haber visto a Lucas irse detrás de Hudson, no dude en venir con ellos para saber como estaban, o más bien, que es lo que pensaban de todo esto. Al final de todo, ellos son una parte importante en todo este asunto.

—Sabíamos que vendrías luego de lo que sucedió hace tan poco— a comparación de Rosalind, Robert se muestra indiferente a mi llegada y sigue con su mirada en un libro, parece estar despreocupado, como si El Profeta no hubiese transformado a su secta en una terrorista. —Por lo que se vió, parece ser que adelantó sus planes— por fin deja de lado su lectura y me ve. —Es tan desalentador que siempre este un paso delante nuestra— termina con un suspiro, pero aún puedo ver sus comisuras levantarse un poco formando una desapercibida sonrisa.

—El Profeta es una persona tan impredecible, nunca se cansará de sorprenderme— Rosalind opina mientras ríe tomando asiento a un lado de su pareja.

—Si les soy sinciera, ustedes suenan demasiado tranquilos a pesar de sus palabras. ¿En serio no les preocupa ni un poquito lo qué esta pasando?— me acerco a ellos. Robert y Rosalind solo intercambian miradas antes de sonreír una vez más.

—¿Por qué deberíamos sorprendernos, Daniela?— Robert alza una ceja incrédulo.

—Actúas con miedo como si esto fuera algo totalmente nuevo en un mundo como este— Rosalind habla. —Las guerras existen, ahora mismo puede que una se este desatando en otro parte del mundo arrebatando familias enteras, no es algo nuevo ver lo que hace El Profeta, suena demasiado tonto, pero hay que agradecer que ahora él no tenga el poder suficiente para destruir este pequeño lugar— concluye.

—El caos es algo que persigue al ser humano, lo malo es que siempre será imposible de predecir— Robert dice mientras cierra su libro y lo deja sobre la barra, acto seguido, lo desliza hasta dejarlo frente mío. —Daniela, ¿alguna vez te has preguntando cómo sería ver uno de tus posibles futuros?— su cambio de tema me confunde, pero decidí seguirlo, tampoco es que quisiera seguir hablando de El Profeta.

—Sí, pero no me gustaría verlo, creo que es igual de peligroso que retroceder en el tiempo— respondo ocupando un lugar de la barra frente a ellos.

—Pienso igual. Aunque ver el futuro sea algo extraordinario que pueda cambiar hasta el mundo entero, sigue siendo igual de peligroso. Puedes escoger decisiones determinadas para llegar a ese destino, pero ¿y sí no tenías que tomarlas tan apresuradamente o no tenías qué forzar las cosas para lograrlo?— Robert se aleje mientras habla, buscando con sus ojos la máquina de café hasta percibirla e ir hacía ella. —Las consecuencias puedes ser tan catastróficas como actualizar un pasado— añade dándonos la espalda.

Ante aquello, bajo mi rostro para ver que es lo que me extendió. Mi mirada recorre el título de aquel libro marrón de tapa gruesa; "La Teoría del Caos".

—Se dice que pequeños cambios en las condiciones iniciales crean grandes diferencias respecto al resultado final— Rosalind habla al verme centrada en el título. Alzo mi vista encontrándome con la de ella. —Los sucesos nunca resultaran totalmente predecibles. Eso funciona tanto en sucesos como en personas— añade.

—Esa teoría se ha usado en muchos campos, tanto en matemáticas como en meteorología para explicar la dificultad de obtener resultados previsibles de la realidad— Robert juega con el café mientras habla entusiasmado. —Además, también se aplica en la psicología— termina de hablar mientras va en busca de tazas en unos estantes.

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora