02 de Mayo del 2014

Diario #148

¿Estuvo bien decírselo a mi papá? Puede que sí, pero el cambio no fue relevante a comparación si no se lo hubiera comentado. Puede que le haya tomado aunque sea un poco de importancia, pero no lo ve como una preocupación... no me enojé con él, simplemente lo dejé pasar, aunque me gustaría que al menos me hubiera mostrado un poco de apoyo y que me dijera "todo estará bien" para no sentir miedo todos los días.
Se que no quería decirle a mi nadie para no preocuparlos, pero esto me aterra cada día más.
Si no encontré la ayuda que necesitaba en mi papá, la encontraré en la persona que más confío: Calle. La veré esta tarde, y se que podré contar con ella.

02 de Mayo del 2014

Diario #149

Solo quiero saber el porque es tan difícil que te crean.
Ni siquiera Calle pudo ayudarme. Pero... ¿no se suponía qué siempre íbamos a estar para la una y la otra? ¿Por qué ahora es tiene qué ser diferente?
¿Qué se supone qué tengo qué hacer para qué me escuchen?
¿Acaso me tiene qué pasar algo para qué por fin crean en mí?
Porque todos tienen que esperar lo peor para actuar...

—¿Por qué?— mis lágrimas caían sobre las hojas de aquellas entradas dejando rastro de humedad sobre ellas. —¿Por qué no fui lo qué necesitaste?— respondí mientras trataba de reprimir los sollozos, pero era una tarea compleja si pensaba en todo lo que vivió Poché.

La pude haber ayudado... no puedo dejar de pensar en eso. ¿Por qué tuve qué decirle eso? ¿Por qué tuve qué esperar a qué pasará lo peor?

Todo es mi culpa.

—Perdóname, Poché, por favor, perdóname— lloré mientras abrazaba con fuerza el diario abierto en esas páginas. ¿Cómo podré vivir sabiendo esto?

Dejé el diario sobre la cama mientras lágrimas bajaban en montones por mis mejillas. Leer una y otra vez esas letras solo hacía que me sintiera más culpable y me odiara.

—Si tan solo borrara todo...— apreté mis dientes mientras agarraba con un puño aquellas dos páginas. —Si tan solo lo pudiera olvidar— dije mientras jalaba aquellas páginas arracandolas del diario. —Si pudiera hacer eso, estaría en paz— no dejaba de llorar mientras trataba de desaparecer las hojas rompiendolas en pedazos. Me tuve que levantar y tirarlo en la papelera del baño, y cuando regresé, simplemente me dejé caer a un lado de mi cama sobre el suelo mientras abrazaba mis piernas y lloraba lo que restaba de la tarde.

Es mi culpa                   Es mi culpa

Es mi culpa

Es mi culpa                   Es mi culpa

Es mi culpa

No podía dejar de repetirme.

Tomé con fuerza mis cabellos mientras intentaba alejar esos pensamientos que cada vez me destruían más.

Efecto Mariposa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora