Capítulo 32: Pues organízales una cita

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Atria no sabía si estar enfadada u orgullosa. ¡Le había mentido! Vale que lo había hecho ya más veces, pero la noche anterior había parecido seguro de no querer participar y ahora venía con esas. Pero era impresionante que hubiera conseguido burlar la línea de edad de Dumbledore porque ni ellos mismos lo habían conseguido. Oh, y eso la molesta. Mucho. ¿Cómo lo ha hecho?

Mientras que gran parte de Gryffindor se dedica a felicitarle Atria espera tranquilamente apoyada en las escaleras de los dormitorios femeninos. Primero va a ver cómo actúa ante las felicitaciones, luego escribirá dos cartas, una para Remus y otra para Sirius porque son los dos únicos que van a tener dos dedos de frente y podrán sacar algo en claro. Y lo único que decía Harry una y otra vez es que él no lo había hecho.

— Tu hermano no parece muy contento con esto —le dice Leah, acercándose también a la escalera con dos cervezas de mantequilla en la mano—. ¿Crees que es verdad que no lo ha echado?

— Sé que es inteligente, pero... es Harry, tampoco es un genio —responde, cogiendo la cerveza que Leah le tiende y dándole un sorbo—. Y seamos sinceras, si yo no lo he conseguido que lo haya hecho él es realmente raro. ¿Sabías que los primogénitos somos los que heredamos la inteligencia?

— Genial, ahora mi hermano tendrá un motivo más para meterse conmigo —murmura ella y Atria se ríe—. ¿No deberías hablar con él?

— Quizá mañana —responde ella, viendo como Harry grita y aparta a George, para luego subir hacia la habitación casi como si le hubieran poseído—. Creo que yo también voy a subirme a la habitación.

— Te acompaño, esta fiesta me ha dado dolor de cabeza.

Y lo que le faltaba a Atria era ponerse a pensar en lo que le habían dicho los gemelos el día anterior. ¿Gustarle Leah? Claro, es una amiga estupenda, su mejor amiga. Es inteligente, carismática, atenta, maravillosa, genial, guapa, ... Quizá sí que le gustaba un poco, eso explicaría por qué se ponía nerviosa con ella. Pero no explicaba por qué se ponía nerviosa con Fred. No, era imposible que le gustara Leah, porque eso significaría que también le gustaba Fred. Y estaba emparejando a Fred con Angelina. No, no le gustaba Fred, eso estaba claro. Igualmente, no pensaba pensar más en ello, no necesitaba más problemas, ya tenía bastante con el problema de Harry.

Mientras que Leah aprovecha para darse una ducha caliente —murmura algo de que le ayudará a dejar el dolor de cabeza— Atria se sienta en la cama y se pone a escribir. Primero Sirius, luego Remus.

Querido Sirius:

Supongo que para cuando te llegue esta carta ya estarás enterado porque saldrá en El Profeta mañana por la mañana, pero por si hay alguna suerte de que llegue antes. Harry es el cuarto campeón del Torneo de los Tres Magos. Él dice que no se ha presentado (la noche anterior me dijo que no sabía si quería presentarse, porque como ya debes saber por supuesto que lo he intentado y si alguien me hubiera dicho que lo que tenía que burlar era un maldito cáliz lo hubiera conseguido, que conste) y por la cara de terror que tenía cuando Dumbledore le ha llamado tiene que ser verdad.

Intenta hablar tú con él, no sé si es que no se fía de mi o qué, pero me negó que le hubiera dolido la cicatriz. Y sí, ya estoy oyendo tu voz de pesado diciendo que cuide de él, ¡estoy en ello! Es mucho más complicado de lo que piensas, ya no tengo el mapa porque Fred y George (te prometo que te caerían bien, nosotros tres somos vuestro legado, ya te los presentaré en Navidades o en verano, cuando sea que nos veamos. Lo único es que todavía no les he dicho que yo tenía razón y que eras inocente desde el principio, debería contárselo, ¿no? Para que no se asusten. Ah, y ellos no saben que eres Canuto, a Remus le encanta oír como idolatran a Los Merodeadores en su presencia) pensaban que a él le sería más útil porque así podría ir a Hogsmeade (podrías haberle mandado la autorización antes, ¿sabes? Ahora tendría algo con lo que poder vigilarle) así que se lo dimos en Navidades (creo que fue en Navidades, no le digas a Remus que tengo parte de mi memoria perdida, porfi plis).

[2] Mors memoriae [Fred Weasley]Where stories live. Discover now