Capítulo 58: Ojalá vivir aquí

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No sabía cómo lo habían organizado, pero lo habían hecho. Y estaban allí, en Wetvalley. No solo ella y los gemelos, no, habían conseguido que todas las primas O'Brien fueran.

Estaban en el jodido Wetvalley.

Estaban en el jodido Wetvalley como regalo adelantado por el cumpleaños de Atria.

Era mejor de lo que Atria había soñado nunca. La gente vestía ropa mágica y ropa muggle por igual, de pronto encontrabas una farmacia como encontrabas un boticario y la tienda de pociones justo al lado de un Tesco. Y luego una tienda de electrodomésticos. El mundo mágico y el mundo muggle convivían en perfecta armonía y se notaba por como la gente hablaba por las calles.

Atria solo podía mirarlos a todos, como un mago llegaba con la varita en una mano y hablaba con su vecino como si nada. La magia ayudaba a pintar fachadas, bajar gatos de árboles y ayudar a las señoras mayores con la bolsa de la compra —ahí había problemas entre muggles y magos porque todos podían ayudar— a la vez que había electricidad. Electricidad, bolígrafos, coches, cuadernos, televisiones. ¿A qué esperaba el mundo mágico para actualizarse?

— Creo que hemos perdido a Atria —dice George, viendo cómo vuelve a pararse frente a uno de los escaparates—. Hemos quedado frente al sauce llorón, vamos.

— ¡Pero son calderos! —dice, señalando al cartel de la tienda, Calderos Line.

— Tienes de todos los tamaños, ¿para qué quieres más? —a este paso no entrara en la habitación, y eso que George la vio por última vez en julio y ya estaba bastante llena de cosas. Y su habitación en el piso era un montón de calderos de todos los tamaños posibles.

— ¿Cómo voy a saber cuáles son los mejores calderos si no tengo todos? No conozco esta marca.

— Pues le preguntas a Mara, vamos —Fred no duda en empezar a empujarla para que se aleje de los calderos y tampoco tiene que hacerlo durante mucho tiempo porque pronto ella sale corriendo.

— ¡Leah! —y se lanza contra su amiga.

Es una suerte que las cuatro estén juntas porque Atria se choca contra Leah, que se choca contra Beth y esta contra Ciara y, finalmente, Julie las empuja para que recuperen el equilibrio.

— ¡Estáis aquí!

— ¡Estamos aquí!

— ¡Hay tantas tiendas!

— ¡Mirad el sauce!

Las cinco son un caos y no dejan de chillar y gritar mientras que están en la pequeña plaza donde está el sauce en el que les ha citado Mara. Hablan sobre la gente que pasa por allí, las tiendas y hasta las baldosas porque todo les emociona. Hasta que llegan a lo que los gemelos llaman la parte más interesante.

— ¿Te puedes creer que ninguna de nosotras somos Premios Anuales? —dice Beth y parece que le ofende la idea—. ¿A quién demonios han nombrado? ¡Nosotras somos perfectas! Somos la opción lógica.

— Atria lo sabe —dice George sonriendo de oreja a oreja y Atria le lanza una mirada asesina.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Es Katie? ¡No me ha dicho nada! —Leah parece indignada de que no le haya dicho nada y los gemelos empiezan a reírse.

— ¿Por qué no se lo dices? —el que se lleva la mirada asesina en esos momentos es Fred y solo puede reírse. Es tan divertido que sea Premio Anual.

— Cállate o vas a dormir con mis calderos —le amenaza, a pesar de saber que no lo va a cumplir ni por asomo.

— Venga, dilo ya, ¿quién es? —Julie empieza a saltar y luego, de repente, se queda quieta—. No me digas que han elegido a Eleanor y no me lo ha contado la muy...

[2] Mors memoriae [Fred Weasley]Where stories live. Discover now