Capítulo 45: No necesitábamos volver

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Para suerte de todos los que estaban en el equipo de Quidditch consiguieron tener el permiso para poder jugar durante todo el curso. Lo que les dejaba con solo una organización ilegal a la que pertenecer y menos tiempo para hacer todo. Porque, siendo honestos, los entrenamientos con Angelina eran incluso peores que los de Oliver y la prueba estaba en el de ese día, que llovía sin parar y Angelina estaba totalmente convencida de que tenían que jugar. Los gemelos no querían entrenar porque, gracias a los toffes de fiebre, habían acabado produciendo unos grandes granos llenos de pus en lugares no recomendados para montar en escoba. Atria seguía riéndose de las caras de dolor de los gemelos cada vez que recordaba cuando los habían probado la primera vez. Ya estaban trabajando en una nueva versión que, en esos momentos, seguía generando los granos, pero ya eran de menor tamaño, además de una poción que los eliminase.

Estuvieron una hora bajo la lluvia, fingiendo que entrenaban porque con aquel tiempo era imposible hacerlo. Angelina finalmente se rindió y todos fueron hasta los vestuarios para secarse. Y allí fue cuando Atria se quedó completamente parada en mitad del vestuario. Tenía que cambiarse delante de Angelina y Alicia. Verían las cicatrices. Esta vez no podía fingir que se distraía hablando con ellas para quedarse con la túnica de Quidditch y decir que iba enseguida.

— Atria te vas a poner mala y no estoy dispuesta a perder a una cazadora antes del partido contra Slytherin —dice Angelina, pero Atria sigue sin moverse para cambiarse—. ¡Atria, que te quites esa túnica mojada!

— Déjala en paz, Angie —George es el primero que se da cuenta de cuál es el problema de Atria—. ¿No ves que no se quiere cambiar aquí porque están su hermano y su novio en la misma habitación?

— ¿Y por qué lo ha estado haciendo hasta ahora?

— Menuda mentira, si Harry siempre sale casi corriendo delante de los entrenamientos —dice George, fingiendo que sabe de lo que habla—. Además, en los últimos Harry no ha estado.

— ¡Os dije que no quería que la relación se interpusiera en el equipo!

— Madre mía, eres peor que Oliver, ¿sabemos si sigue vivo? Porque parece que su fantasma te ha poseído. Es solo una túnica mojada, como mucho acabará con un constipado.

Angelina empieza a ponerse roja ante el comentario de Fred y todos ven como se pone a respirar profundamente antes de salir del vestuario. Alicia no puede evitar soltar una carcajada y, negando, se va detrás de Angelina.

— Ya puedes cambiarte, Atria, pero tienes que encontrar algo —dice George después de asomarse para ver si las chicas se habían ido del todo y ella suspira.

— Ya lo sé, ¿vale? Ya lo sé —dice, quitándose por fin la túnica mojada y lanzándola contra el suelo con furia—. Lo odio, odio tener que estar pendientes de que no vean las estúpidas cicatrices. Odio no poder explicar de dónde las he sacado porque decir que soy una animaga ilegal que se pelea con un hombre lobo no es algo que pueda ir contando a todo el mundo.

— Pero si solo tienes la del costado, ¿no? —pregunta Harry, que se estaba secando la cabeza con la toalla en esos momentos y no llevaba puesta las gafas. Pero cuando nota el silencio de todos en el vestuario, se la quita y se pone las gafas. No es solo una cicatriz en el costado.

Atria tiene nuevas cicatrices en la espalda. Sigue teniendo la cicatriz que le recorre toda la espalda, pero tiene nuevas mucho más pequeñas. Harry diría que el costado ha mejorado, pero casi no le había dado tiempo a verlo el año anterior así que no sabría qué decir, pero sin duda alguna se veía fatal. En el hombro también tenía marcas de uñas y algunas de ellas también estaban por su estómago.

— Deja de mirarme así, yo no te miro fijamente la cicatriz —sabe que está siendo borde, pero no puede evitarlo, así que les da la espalda a todos.

[2] Mors memoriae [Fred Weasley]Where stories live. Discover now