Xenophilius Lovegood había entregado a Harry, Ron y Hermione. O, bueno, había entregado a Harry y Hermione y había dicho que Ron había desaparecido de la nada. Cuando habían llegado los mortifagos le estaban torturando porque les había llamado y Harry no estaba en ningún lado. Arthur intervino y, de alguna forma, consiguió parar la tortura, así que se llevaron a Lovegood a La Madriguera, donde le interrogaban sobre lo que acababa de pasar en su casa.
Atria no podía dejar de morderse las uñas y tampoco podía estar quieta en el salón, dando vueltas de un lado a otro mientras que Fred tenía a Ginny abrazada. George hacía compañía a Atria en cada uno de los paseos que se daba e iba preguntando todo lo que a Atria no se le ocurría, sin dejar tiempo a que Lovegood respondiera.
— ¿Qué es lo que quería Harry?
— ¿Pero estás seguro de que viste a Ron?
— ¿Hablaron de algún recuerdo?
— ¿Qué es lo que pasó en la explosión?
— ¿Estaba Ron al lado de Hermione cuando desapareció?
— ¿Fue Hermione la que hizo explotar la casa?
— Seguro que fue Hermione, George, ¿ves a alguno de los otros dos teniendo esa idea?
— Obviamente no, pero quería asegurarme —dice George y luego vuelve a mirar a Lovegood—. ¿De verdad que no has delatado a Ron?
— Si has delatado a Ron tendremos que hacerte daño, ¿lo entiendes?
Sonaba bien, como los muggles en las películas y a George le entra la risa mientras que Molly le grita algo como que no debe amenazar a la gente. Si los muggles lo hacen, ¿por qué ella no puede? Los interrogatorios funcionan así, ¿no?
— ¿Por qué no te sientas tú también en el sofá?
Remus no le da la opción, si no que la empuja para que vaya a sentarse entre Fred y Tonks, que se tocaba la tripa de forma distraída.
— Oye... ¿da ya patadas? Las películas muggles dicen que eso suele empezar ahora —le susurra a Tonks y ella se ríe.
— No me deja dormir la siesta, se mueve tanto que, cuando me estoy quedando dormida, me despierta.
El embarazo le está sentando bien a Tonks. Parecía contenta, a pesar de que no podía hacer muchas de las misiones por los peligros que tenían. Tampoco podía ir al Ministerio a trabajar y tampoco acercarse a San Mungo, pero era una suerte que Beth hubiera elegido la carrera de medimagia y pudiera ir a La Cueva porque de otra forma no sabrían que todo va bien.
Pero bueno, volviendo a lo de antes, Tonks coge la mano de Atria y la pone en su tripa para que sienta las patadas del bebé. Y es algo raro porque de repente no hay nada y luego algo le está dando en la mano con bastante fuerza.
— ¿No te duele? —Tonks niega y Atria se baja del sofá para hablarle a la tripa de Tonks—. ¿Estás bien ahí dentro?
El bebé contesta, lo cual a Atria le hace ilusión porque es la madrina de ese bebé —da igual lo que Remus diga, ella es la madrina, punto— y la entretiene mientras que escucha distraídamente a Lovegood. Primero balbucea excusas, una tras otra, con cada vez menos sentido hasta que, finalmente, se rompe, y dice la verdad.
— Han secuestrado a mi Luna, me dijeron que... que me la devolverían si...
Ginny se levanta rápidamente del sofá y empieza a gritar. Grita a Athur, grita a Molly, grita a Bill, grita a Charlie, grita a los gemelos y grita a Remus, pero ninguno de ellos la hacen caso, así que se gira hacia Fleur.
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[2] Mors memoriae [Fred Weasley]
FanfictionProdigio en pociones. Creadora de hechizos. Experta en explosiones. Así se definiría Atria si tuviera que hacerlo en menos de diez palabras. Siendo criada por Remus Lupin, el verdadero cerebro tras las bromas de Los Merodeadores, Atria solo podía ha...