Capítulo 67: Por eso eres mi hermano favorito

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Las noticias volaron y, en cuanto los dos hermanos llegaron a la sala común de Gryffindor, todo el mundo sabía que habían perdido a dos miembros del equipo. No tardaron en averiguar que había sido Myrtle la que se lo iba contando a todo el mundo porque, por supuesto, se había puesto a escuchar la conversación que habían tenido con McGonagall.

Al día siguiente todo el colegio lo sabía, también gracias a la ayuda de Pansy Parkinson, que iba echando pestes de Harry y, sorprendentemente, no decía nada de Atria. Y supieron por qué cuando, en la hora de la comida, la profesora McGonagall se acercó a Atria y se disculpó con ella por dudar.

— Tu historial me lo ponía difícil para confiar en ti, pero puedes jugar el sábado. Y cincuenta puntos para Gryffindor.

Toda la casa pareció perdonar al instante a Atria, que se empezó a poner realmente nerviosa. Porque, si no jugaba y perdían, bueno, era porque no había jugado. Si jugaba y perdían era su culpa. Y pasar de tener la copa en las manos a últimos...

Se centró en los entrenamientos, como el resto del equipo. Harry los entrenaba desde el suelo y menos mal que Delmeza había seguido entrenando con ellos porque si no no hubieran podido salvar el partido.

Y cuando llegó el día Atria no estaba orgullosa de decir que no se acordaba de nada de lo que había pasado, excepto de que habían levantado la copa de quidditch en el campo y que estaba llorando mientras lo hacía. Porque habían ganado cuatrocientos cincuenta a ciento cuarenta. Treinta tantos fueron para Gryffindor y no tenía muy claro cuantos había marcado ella, pero sí que sabía que había hecho un partido espectacular junto a Katie y Delmeza.

La fiesta en la sala común fue espectacular desde el momento en el que llegaron con la copa en los brazos y, apenas media hora después, Harry apareció por fin.

Le arrastraron hasta el centro de la sala común y Ron le dijo a gritos que habían ganado y por cuanto, Atria seguía chillando hasta que Ginny salió corriendo y vio el beso.

Menudo beso, madre mía.

Poco parecía importar que les estuvieran mirando cincuenta personas —no iba a negar que les estaba teniendo envidia, porque cada vez que ella intentaba besar a su novio en público alguien llegaba a interrumpir— ya que los dos parecían estar en un mundo aparte. Y cuando se separaron, Atria se dio cuenta de cómo Harry buscaba la mirada de Ron en el silencio de la sala. Y cuando él se encogió de hombros, Harry y Ginny desaparecieron de la sala común.

— Y se atreve a decirme que Fred es muy mayor para mi, menudo idiota —le dijo Atria a Hermione, que solo empezó a reírse.

— Ya puedes meterte con él.

Y lo hizo, vaya que sí lo hizo. De hecho no paraba, cada vez que le veía le soltaba cualquier cosa para molestarle, pero a Harry no parecía importarle porque estaba en una nube. Y la verdad es que era realmente bonito ver así a su hermano.

Durante las noches solían ponerse junto a la chimenea. Ron y Hermione compartían sofá y si bien tenían mucho cuidado para evitar una posible pelea con Lavender Brown, si estabas lo suficientemente cerca de ellos podías ver cómo se daban la mano en el sofá. Harry solía sentarse en el suelo, con la espalda apoyada en el sofá de Ron y Hermione, mientras que Ginny se sentaba apoyada en sus piernas. Atria estaba realmente contenta de ver así a cuatro de las personas que más quería en el mundo, pero también echaba de menos a su novio. Porque hubiera sido demasiado bonito volver a estar todos allí, en la sala común, hablando tranquilamente de cualquier cosa.

Aunque, al menos, había visto a Fred después del partido.

Su novio de verdad había ido hasta Hogwarts, se había colado dentro del castillo y, de alguna manera, había acabado dentro de la sala común un domingo de mayo, como si no fuera absolutamente nada raro. De hecho, cuando Atria había bajado a desayunar, Fred estaba sentado en uno de los sofás de la sala común tranquilamente, hablando como si nada con Ginny con un gran ramo de flores al lado.

[2] Mors memoriae [Fred Weasley]Where stories live. Discover now