Capítulo 18: Tan cabezota como tus padres

2.4K 207 474
                                    

El viaje de vuelta en el expreso a Hogwarts fue, sin duda alguna, de lo más entretenido. Desde que Ginny había vuelto de la cámara de los secretos sus hermanos estaban mucho más pendientes de ella, por eso Fred y George no dudaron en irse a un compartimento con Ginny, Ron, Harry y Hermione. Atria llegó una hora después, cuando ya se había despedido, por fin, de todas sus amigas y los encontró jugando una partida de snap explosivo. Se unió en la siguiente ronda, pero perdió tan rápido que entonces decidió dedicarse a hacer perder a los demás, cuanto antes mejor. También aprovecharon los últimos momentos de magia, practicando el hechizo de desarme en el que Harry se estaba volviendo realmente bueno. Cuando faltaba poco para llegar a King's Cross, Atria decidió sacar algunos de los libros que tenía en el baúl para prestárselos a Hermione, y se los iba pasando a Fred, que se los sujetaba sin ningún problema.

— Vale, a ver, déjame que termine de sacar todo y te explico un poco más —dice Atria, metiéndose casi dentro de su baúl para sacar el último libro. O al menos lo que pensaba que era el último libro.

— ¿Ese baúl tiene fondo? —bromea George, viendo como Fred empezaba a estar sepultado bajo tanto libro. Atria sacó la cabeza del baúl y dejó otros dos libros más en la pila, para luego contarlos. Uy—. ¿Qué has olvidado esta vez?

— Creo que lo debe tener Beth... no lo sé, si no pues estará allí el curso que viene —le responde ella, encogiéndose de hombros.

— Es curioso como tenéis la misma cara cuando recordáis algo —dice Fred, señalando a Atria y Harry, que mira a Ginny.

— Ginny, ¿qué era eso que le viste hacer a Percy, pero no quería que nadie supiera? —la pregunta y a ella le entra la risa.

— ¡Oh, eso! Percy tiene novia.

Todos los libros que tenía Fred en los brazos se cayeron instantáneamente al suelo.

— ¿Qué?

— Sí, la prefecta de Ravenclaw que estaba con Atria y Hermione, Penelope Clearwater —dice Ginny, sonriendo, pero pronto cambia de expresión a una un poco más seria—. Por eso estaba tan afectado cuando fue...

— Y yo que pensaba que Percy ya me tenía cariño y una extraña me sustituye —dramatiza Atria, recogiendo los libros del suelo y, como estaban ahí, decidió aprovecharlo para ir separando en dos montones.

— Llevan saliendo desde el verano pasado, era a ella a quien escribía tanto —dice Ginny, riéndose—. Un día los descubrí besándose en un aula, habían estado viéndose en secreto durante todo el curso. No os vais a reír de él, ¿verdad?

— Ni se me pasaría por la cabeza —dice Fred, poniendo una cara que Atria reconoce automáticamente. Se van a burlar de él todo lo que puedan y mucho más.

— Por supuesto que no —corrobora George y se le escapa una risa que termina de confirmar lo que ya sabían.

— ¿Y tú? —le pregunta Ginny a Atria y ella se encoge de hombros.

— Si no me regaña por andar normal, o por andar, o por hablar con los gemelos, o por hablar contigo, o por... Bueno, creo que lo habéis pillado —dice ella, sonriendo y Ginny niega, pero también se ríe.

El tren poco a poco va reduciendo la velocidad y Atria se empieza a dar prisa para meter todos los libros que no van a ser útiles para Hermione en el baúl mientras que luego le tiende los que sí. Ella sonríe y se los guarda en el suyo, que también estaba ya en el suelo.

— Oye, Atria, sabías que era un teléfono, ¿no? —le pregunta Harry y ella asiente—. Bien, este es el número, ¿me llamarás?

— Oh, claro que te voy a llamar hermanito —le dice, levantándose del suelo para abrazarle fuertemente—. ¿Te llamo luego para que puedas guardar tú también el número de teléfono? Es que, si te soy sincera, no tengo a quien llamar así que ni siquiera me lo sé.

[2] Mors memoriae [Fred Weasley]Where stories live. Discover now