Capítulo 53: ¡Bienvenida a la familia, cuñada!

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Para todo aquel que no iba a volver a Hogwarts durante el próximo curso el trayecto en tren se les hizo demasiado corto. Para Atria fue demasiado largo. Mientras que Angelina, Alicia y Lee no dejaban de quejarse en el compartimento de que fuera su último año —Katie también se quejaba de que Alicia tuviera que irse— y Atria acabó saliendo del compartimento para esconderse en el baño porque no podía aguantar más la conversación —sobre todo cuando sacaron el tema del espejo roto del baño—, no cuando no dejaban de mirarla constantemente como si esperasen el momento en el que se rompería y gritaría. No quería ver a Harry porque una parte de ella seguía enfadada con él por todo lo de Sirius. Y era estúpido, lo sabía, pero no podía evitarlo. Porque si se hubiera esperado un poco, tan solo un poco.

Aunque también estaba enfadada con ella porque ella no había insistido a que primero fueran a Grimmauld Place. No haber insistido en que Sirius se quedase en casa. También era culpa suya que Sirius estuviera muerto.

— Oye, ¿te queda mucho en el baño? ¡Los demás tambień tenemos que usarlo! —y se había acabado la tranquilidad con los golpes de Mara en la puerta del baño, así que Atria salió de allí lista para irse al siguiente que encontrase. Y todavía quedaban cinco horas para llegar—. Ah, eres tú, Atria.

— Sí, soy yo —murmura ella, antes de empezar a moverse de nuevo por el pasillo.

— ¡Eh, espera un momento! —Atria se gira y Mara vuelve a avanzar hacia ella, dejando olvidado el baño. De hecho puede ver como Lavender Brown se cuela sin ningún problema—. ¿Le puedes decir a los gemelos que tengo los artículos de magia muggle que querían? Jake me los ha conseguido, por lo visto ahora tenemos una tienda de magia en Wetvalley, no me preguntes por qué, yo tampoco lo entiendo.

— Se lo diré cuando llegue a la estación —responde y no sabe qué más añadir. ¿Qué hablas cuando no quieres hablar con nadie?

— Me he enterado de lo de Black y quería decirte que lo sie...

— No quiero hablar de ello, ¿te importa? ¿Por qué no hablas como todo el mundo sobre lo mucho que vas a echar de menos Hogwarts? O sobre cómo esperáis que explote en cualquier momento—la interrupción es brusca, pero a Atria parece darle igual y Mara no se inmuta.

— Ah, porque lo que más echo de menos es a Jake y sus tonterías, ya sabes como son los hermanos mayores —Mara se encoge de hombros y luego se empieza a reír—. Bueno, no sabes como son los hermanos mayores porque tú eres la mayor. Te lo digo, sois horribles, ya te lo digo.

— Espera, ¿Jake es tu hermano? —ignora la pulla hacia los hermanos mayores y se centra en lo que le importa.

— Mellizo, además. Encima él es el mayor. Pero la que tiene la magia soy yo, menudo pringado —Mara ahora sonríe y luego niega—. Supongo que pensabas que era otra cosa.

— Pues sinceramente pensaba que era un vecino que te ayudaba con tu tienda llena de cosas muggles y que cuidaba a tu abuela —confiesa Atria y Mara se ríe.

— No, mi abuela se cuida sola, de hecho. Jake vive casi más con ella que con mis padres, pero porque mis padres no les hace mucha gracia que yo haya salido bruja y mi hermano adore tanto la magia, ya ves tú dónde está el problema, si vivimos en un pueblo en el que, en cada esquina, hay alguien haciendo magia.

— ¿Quizá celos porque ellos no tienen la magia? —sugiere, pero Mara niega.

— Ah, no, no es por eso, mamá es muggle, papá sí que podía haber heredado la magia, pero dice que no le gusta porque es demasiado inestable, tío Marius perdió la mano porque conoció a un mago con el que se puso a hacer experimentos y...

— ¿Podéis dejar de contaminar el pasillo con vuestras conversaciones sobre muggles y sus estupideces?

Generalmente los comentarios de Draco Malfoy eran algo de lo que Atria pasaba olímpicamente. Pero estaba enfadada y él estaba en medio, así que aprovechando las últimas horas de magia, no dudó en hechizarle. Salieron tantos hechizos seguidos de la varita de Atria que la cara de Malfoy empezó a cambiar tan rápidamente que, cuando acabó, se parecía más a Crabble que a él mismo. Y, por supuesto, salió corriendo.

[2] Mors memoriae [Fred Weasley]Where stories live. Discover now