Capítulo 65: Puede estar muerto en una cuneta

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Había sido divertido criticar a Dean a más no poder. Ginny se había desahogado bastante y con eso había vuelto a estar medianamente normal con Dean, que se había disculpado por reírse de la bludger que le había dado Harry. Atria no iba a admitir que había ayudado a la disculpa de Dean utilizando más de uno de los productos de Sortilegios Weasley que llevaba en el baúl. Y sobre McLaggen... Bueno, digamos que McLaggen, al final, había estado una semana sin dormir en su cama gracias a, de nuevo, los productos de Sortilegios Weasley. Eso sí, estos eran alguno de los prototipos defectuosos de los gemelos que Atria se había llevado a Hogwarts en un intento de ver si podía hacerlos menos peligrosos. Y sí, estaba mal, pero era McLaggen y le había provocado a Harry una ruptura de cráneo.

Los castigos con McGonagall no estaban siendo tan malos, solo tenía que hacer ejercicios para calmar su ira o algo así y algunas copias. Además de rondas extras y ayudar a los de primero. También tuvo que aguantar una charla con madame Pomfrey sobre la ira y formas mejores de canalizarla y los motivos por los que, últimamente, estaba mucho más agresiva de lo normal.

No iba a decirlo en voz alta, pero su teoría era Remus y los arañazos y mordiscos durante las lunas llenas, porque todo había comenzado poco a poco desde ahí. Y, desde agosto, se notaba mucho más... agresiva. La paciencia nunca había sido su punto fuerte, pero ahora parecía que había desaparecido por completo. Y también tenía la ligera idea de que había sido por Sirius y su muerte, pero no había querido hablar de ello.

Una semana después del partido, Atria se acercó a su hermano, Ron y Hermione, que no dejaban de hablar sobre el libro de Harry. O, mejor dicho, Hermione se quejaba del libro y Harry lo defendía mientras que Ron empezaba a hacer preguntas realmente extrañas sobre ortografía.

— Tienes una pluma de los gemelos, no vas a poder escribir nada bien —le informó, sentándose junto a ellos frente a la chimenea—. ¿Qué estáis tramando ahora?

— No estamos tramando nada, Atria —dice Harry, pero Hermione niega.

— Cuéntaselo, ella tiene buenas ideas —dice Hermione y entonces cuando Ron se gira para mirarla fijamente.

— ¿Tienes algo para que Lavender me deje en paz? Cada vez se parece más a salir con el calamar gigante y no pilla las indirectas.

— Lo suyo es que hables con ella, pero tengo cosas, sí.

— ¡Atria, eres Premio Anual!

— Bueno, Hermione, discúlpame, pero...

¡Crack! Hermione chilló, Ron tiró el bote de tinta y Atria casi le dio una patada al elfo.

— ¡Kreacher!

— El amo dijo que quería informes regulares sobre lo que estaba haciendo el chico Malfoy, así que Kreacher ha venido a dárselos.

¡Crack!

Y ahora era Dobby el que había aparecido y Atria ya estaba al borde del infarto, al igual que Hermione. A la única conclusión que llegó con toda la conversación entre los elfos domésticos y Harry era que:

1. Harry tenía una gran obsesión con Draco Malfoy.

2. Malfoy estaba usando la Sala de los Menesteres para lo que fuera.

3. Iba a matar a Kreacher si seguía estando delante de ella.

Luego la conversación escaló rápidamente y Harry soltó que Malfoy llevaba la marca tenebrosa en el brazo y Atria se puso en pie rápidamente, porque lo que estaba diciendo Harry era una completa locura.

— Tiene dieciséis años, ¿cómo va a tener la marca? Harry, creo que se te está yendo la pinza.

— ¡Y tú no le has escuchado ni la mitad! —responde Ron y Harry le mira mal, pero él sigue—. ¿Por qué no le cuentas a tu hermana todo?

[2] Mors memoriae [Fred Weasley]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz