Capítulo 138: Todos hemos sido olvidados (8)

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Song Qingchun se sorprendió al encontrar a Su Zhinian en casa cuando llegó al bungalow a última hora de la tarde después del trabajo. A través de la puerta abierta de su habitación, Song Qingchun pudo ver varios trajes y una maleta abierta en el suelo.

Song Qingchun miró la escena con confusión cuando Su Zhinian salió del baño con un neceser.

Song Qingchun adivinó rápidamente lo que estaba pasando. "Sr. Su, está haciendo las maletas, ¿está… haciendo negocios?"

"Sí", respondió Su Zhinian mientras arrojaba el neceser en la maleta.

Song Qingchun entró en su habitación y dijo: "Déjame ayudarte".

Su Zhinian no rechazó su oferta. Simplemente se paró a un lado y observó cómo Song Qingchun metía sus cosas ordenadamente en la maleta. Cuando Song Qingchun cerró la cremallera de la maleta, levantó la cabeza para preguntar: "Sr. Su, ¿cuánto tiempo estará fuera para este viaje?"

"Dos días, tres noches". Después de una pausa, Su Zhinian agregó: "Hong Kong".

Song Qingchun asintió con la cabeza, aunque internamente pensó: ¿Por qué ofrecería esa información si yo no la pedí?

Su Zhinian recogió la maleta que Song Qingchun le había ayudado a empacar. Mientras bajaba las escaleras, se detuvo en uno de los escalones y miró por encima del hombro para dirigirse a Song Qingchun. "Vas a invitarme a comer, ¿verdad?"

Song Qingchun asintió apresuradamente. "Si."

"Mi avión regresará a Beijing el martes por la mañana, así que hagámoslo el martes por la noche". Su Zhinian se volvió y siguió bajando las escaleras. Solo dio dos pasos antes de agregar "Golden Corner".

"O ..." Antes de que Song Qingchun pudiera escupir el "-kay", sus ojos se abrieron a su máxima capacidad.

Golden Corner, ¿El Golden Corner? ¿El Golden Corner donde la comida más sencilla cuesta al menos cinco cifras?

A pesar de que realmente quería cenar en el Golden Corner, su billetera no lo permitía ...

"¿Qué pasa?" Su Zhinian se dio la vuelta para mirarla, probablemente al escuchar la pausa repentina en su oración.

Song Qingchun hizo todo lo posible por reprimir la creciente tristeza dentro de ella y negó con la cabeza en rápida sucesión hacia Su Zhinian. "Nada, quise decir: está bien, te veré en el Golden Corner el martes por la noche".

A pesar de que fue ella quien lo había invitado a cenar, nunca había sido su intención que ella pagara ... Su Zhinian la miró por un momento antes de volverse para bajar las escaleras sin decir una palabra más.

Song Qingchun lo siguió para enviarlo.

Antes de entrar al auto, Su Zhinian vio el rostro enfurruñado de la niña a través de su reflejo en la ventana del auto, y bajó la cara para ocultar el humor en sus ojos. Después de entrar y arrancar el motor, antes de irse, bajó la ventanilla del coche para decirle a Song Qingchun, que estaba teniendo dificultades para mantener la sonrisa en su rostro, en un tono equilibrado: "Puedes irte a casa a descansar por los dos días que no estoy ".

Entonces, Su Zhinian salió del camino de entrada y se alejó a toda velocidad.

Song Qingchun, que estaba de pie junto a la puerta principal, comenzó a reír lentamente cuando las palabras que Su Zhinian acababa de decir se registraron lentamente. Poco sabía ella que Su Zhinian la había estado mirando a través de la ventana trasera.

Fue entonces cuando Su Zhinian pisó el acelerador. Justo antes de doblar una esquina cerrada, todavía podía escuchar a Song Qingchun, que estaba saltando sobre sus pies, exclamando feliz: "¿Esto significa que puedo irme a casa? En otras palabras, ¿los dos días que no está en casa también son mis vacaciones? Hurra. ! "

...

Su Zhinian estuvo ocupado hasta las 3 pm del 24 de diciembre antes de terminar todo lo que se propuso hacer en Hong Kong.

De regreso al hotel, pasaron por el Distrito Central 1, que tenía muchos centros comerciales. Cheng Qingchong, que estaba sentado al lado del conductor, se dio la vuelta para preguntar en tono deliberado: "CEO Su, ahora que hemos terminado todo el trabajo. ¿Le importaría dejarme aquí? Deseo ir de compras".

Living With a Temperamental Adonis: 99 Proclamations of LoveWhere stories live. Discover now