Free me | zayn |

Capítulo 23

—Siento romper el drama del momento pero...— se estrujó las manos con nerviosismo, pero aun así, con toda su vergüenza, alzó la cabeza y lo miró directamente a los ojos, que tenía aún el rostro comprimido en tristeza bajo la confusión del momento— ignoro por completo lo que significa esnifar.

Al principio la observó con incredulidad, hasta que, muy lentamente, fue apareciendo una pequeña sonrisa llena de sorna. Shazia se molestó, y pensó en darle una palmada en el brazo. No le gustaba que se burlase de ella por ignorar algunas palabras, y era algo que hacía cada vez con más frecuencia, aunque no fuese de mala manera.

—Lo siento— dijo el moreno con más seriedad. Suspiró, recriminándose a sí mismo, obviamente no era un momento para reírse, aunque sintiese la necesidad de deshacerse de la tensión de algún modo— lo que quise decir es que consumí drogas.

Ella se quedó en silencio, callada, ¿qué debía de decir? Ignoraba todo sobre aquel mundo duro y cruel que su hermano explicó una vez que era, las drogas. Claro que también leyó y escuchó sobre ellas, pero siempre en tercera persona. Zayn la malinterpretó, y siguió explicándose.

—Ya sabes, eso a lo que mucha gente es adicta. Meta, heroína, éxtasis, cocaína...

—Ya, te entendí a la primera.

—Uh, vale...— se removió, tomando una mejor postura con incomodidad. ¿Qué pasaría si al final si lo fuese a ver con otros ojos y decidía que era una mala influencia para ella? Mierda, no debería de haber dicho nada... Shazia seguía en silencio, mordiéndose el labio inconscientemente con una expresión distraída. Empezaba a sentir la angustia brotar, hasta que finalmente habló.

— ¿Qué pasó entonces?

— ¿Eh?

—Dijiste que despertaste en casa de tus padres. ¿Qué pasó?

—Ah— suspiró de alivio, y se rascó la cabeza, sintiéndose un poco idiota con su propio diálogo— pues... Según lo que Doni me contó...— la cara de Shazia volvió a tornar en confusión con la mención de aquel nombre— Doniya es una de mis hermanas, la mayor.

Asintió con la cabeza, y esperó a que continuase.

—El caso es...— volvió, recordando sus palabras.— Había hecho muchísimo ruido al entrar, mamá y papá se asustaron, pensaron que era un ladrón, un asaltador— su rostro volvió a la seriedad que le caracterizaba, y sus ojos tornaron con aquella tristeza que Shazia ya vio con anterioridad.— Bajaron e imagínate la escena: su hijo drogado, perdido, tan estúpido e inconsciente que ni se había limpiado la nariz, manchada de la mierda consumida, prácticamente acarreado por el taxista que le había llevado a casa. Echo un asco, borracho y drogado.

El cielo estaba completamente oscuro, y lo único que reflejaba el rostro demacrado de Zayn eran las velas que había encendido con anterioridad. Se abrazó a sí mismo por las rodillas, el viento moviendo el cabello sin peinar que cae sobre su frente, libre de productos, sus pupilas dilatadas perdidas en la lejanía. Su mente de vuelta a aquella mañana de insoportable dolor de cabeza y confusión, mucha confusión.

—Al día siguiente ni me dirigieron la palabra, y el hecho de que no recordara lo que había pasado no estaba ayudando. Supe que mi hermana mayor sabía del tema— recordaba perfectamente su mirada llena de reproche— y prácticamente le tuve que suplicarle y sobornarle para que me contase lo que había pasado. Ella también estaba enfadada conmigo, al fin y al cabo.

— ¿Por qué no te quedaste con tu amigo Louis? — Preguntó, le pareció una solución obvia, no se habría metido en tantos problemas, ¿no?

—No lo sé, no lo recuerdo. Sólo lo enfadado que estaba, con todos, algo estaba realmente mal con él aquel día.— Se encogió de hombros, pensar en por qué no se había quedado en casa de alguien ahora no arreglaría de nada, lo hecho, hecho estaba.